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Laura, la cordobesa que vigila al gran satélite argentino

Ingeniera aeronáutica de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), Laura Moreschi está a cargo del grupo de ingeniería de vuelo que controla el SAOCOM 1A, un satélite argentino único en su tipo diseñado para detectar la humedad del suelo y obtener información de la superficie terrestre en cualquier momento

domingo, 20 de octubre de 2019 · 14:24 hs

Laura Moreschi, ingeniera aeronáutica de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), está a cargo del grupo de ingeniería de vuelo que controla el  SAOCOM 1A, un satélite argentino único en su tipo diseñado para detectar la humedad del suelo y obtener información de la superficie terrestre en cualquier momento.

Invitada a Mendoza por el grupo The Mars Society Argentina para brindar una charla en el marco de la hackatón NASA Space Apps Challenge, Moreschi es una de las promesas de la ciencia espacial argentina. Con 30 años y más de seis de carrera laboral en la CONAE, la joven oriunda de la localidad cordobesa de Alta Gracia lidera el equipo encargado de monitorear el proyecto satelital más importante del país, y su experiencia sirve de ejemplo para cientos de entusiastas que sueñan con formar parte de estas grandes iniciativas que contribuyen al progreso y suman valor agregado para toda la nación.

En una entrevista con MDZ, Moreschi explica su trabajo en la agencia espacial estatal y opina sobre la situación actual del sector.

- ¿En qué consiste tu trabajo dentro de este proyecto?

- En el grupo miramos periódicamente los datos del satélite en tiempo real, vemos en qué estado se encuentra y si hay que hacerle alguna actividad de mantenimiento que no haya estado planificada. A su vez, pasamos las imágenes en crudo a otro grupo para que las procese y publique. Por otro lado, planificamos, diseñamos y cargamos al satélite las maniobras para el mantenimiento de la órbita, como también efectuar eventualmente maniobras para esquivar chatarra espacial.

- ¿Cómo está funcionando el SAOCOM 1A?

- Dado que por sus dimensiones es único en su tipo, se esperaba que la calidad de sus imágenes fuese muy buena y, para nuestra sorpresa, las resoluciones son bastante mejor de lo que nos esperábamos. De todas formas, su puesta a punto llevó mucho tiempo, porque era una tecnología que en la Argentina no habíamos usado antes y en el mundo, si bien dicha tecnología ya era conocida, no existía un radar de grandes dimensiones. Ahora estamos en la fase final de la preparación del satélite gemelo SAOCOM 1B, que será lanzado el año próximo.

- ¿Cómo son los convenios con países e instituciones para el uso de imágenes del satélite?

- Hay distintos tipos de convenios. Por un lado, tenemos acuerdos con estaciones de control espacial emplazadas en Noruega, Italia, Kenia e incluso la Antártida. A nivel país, por su parte, existen convenios con Suecia, Noruega, la Unión Europea y muchos otros. En el caso de los privados, sí pueden usar las imágenes previa compra, mientras que la gente de Argentina tiene acceso gratuito porque el satélite fue costeado con fondos provenientes del presupuesto nacional y es de todos los argentinos.

- ¿Qué tipo de imágenes toma el SAOCOM 1A y para qué sirven?

- Cabe mencionar que no son imágenes ópticas, a las que estamos acostumbrados, sino que son en formato radar, ya que sirven para determinar la humedad del suelo. Dada sus características, tienen distintas finalidades, como predecir y prevenir catástrofes naturales desde erupciones volcánicas hasta incendios; además de estimar la humedad del suelo y su desenvolvimiento en el tiempo, información útil para el agro, o los movimientos de plagas como el Mal de Chagas.

Por ejemplo, el satélite entregó imágenes para los recientes incendios en Córdoba, las erupciones volcánicas en Perú y las últimas inundaciones en el Delta del Paraná. Es importante destacar que hoy en día, toda condición en la que Argentina necesite tener una imagen en la cual el aporte de la humedad puede ayudar, es la máxima prioridad para nosotros.

- ¿Los organismos públicos y privados hacen uso efectivo del satélite respecto al potencial de éste?

- En realidad, la ‘salida al mundo’ del satélite fue hace menos de un mes, por lo que los usuarios están recién empezando a usar la plataforma y aprovechando los datos que ofrece. De todas maneras, sí es muy utilizado y tenemos muchas adquisiciones por día.

- ¿Cómo empezó tu trabajo dentro de la CONAE y el proyecto SAOCOM?

- En la CONAE comencé a trabajar hace unos seis años, cuando recién egresada de la Universidad Nacional de Córdoba entré al grupo de dinámica orbital para el satélite SAC-D. Una vez que ese proyecto dejó de funcionar, me convocaron para formar parte del grupo de ingeniería de vuelo del SAOCOM, donde participé en todos los ensayos, hasta que me pidieron hacerme cargo del minuto a minuto del post lanzamiento y definir lo que iba a suceder una vez que el nuevo satélite estuviera en órbita.

- No es una carrera laboral muy común, pero sí altamente calificada y que aporta muchísimo a la ciencia y la investigación.

Sin duda. En nuestro grupo estamos siempre automotivados y en completa confianza mutua porque trabajamos en lo que nos gusta y con mucha pasión, elementos que nos permiten funcionar con una dinámica única y especial. Además nos vamos encariñando con estos bichos que terminamos humanizando. Todo es muy emocionante.

- ¿Cómo ves el desarrollo de la ciencia espacial en la Argentina?

En el último tiempo tuvimos un freno importante en los ingresos de aportes a la ciencia en general, por lo que varios proyectos se tuvieron que detener, como los lanzadores Tronador, y ante lo cual todo el esfuerzo se concentró en el SAOCOM. Esto una pena porque significa la pérdida de muchos años de avance, ya que el resto del mundo sigue progresando y después nos cuesta agarrar esa rueda. De cualquier manera, tenemos confianza en que se pueda ver la calidad de nuestro trabajo y que sea valorada.

Más allá de estas situaciones, ante cada visita los colegas de otros países expresan su fascinación y nos aseguran que en la CONAE estamos al mismo nivel que cualquier agencia espacial extranjera, lo que nos posiciona estratégicamente muy bien. Argentina ha crecido muchísimo tanto en calidad de conocimiento como en cuestiones técnicas de la ciencia espacial, por lo que continuamos en ese camino de excelencia.