Vaticano

Francisco hace historia: cambió una línea del "Padre nuestro"

La nueva fórmula adoptada por la Iglesia italiana es similar a la que desde hace muchos años se aplicó en castellano, "no nos dejes caer en la tentación", o por la asumida en Francia desde 2017. 

jueves, 6 de junio de 2019 · 20:40 hs

El Papa Francisco modificó el Padre nuestro luego de criticar que la actual traducción al inglés implica que Dios, y no Satanás, lleva a los fieles a la tentación.

El pontífice aprobó cambiar la línea en la que se dice "lead us not into temptation" ("No nos dejes caer en la tentación") por "do not let us fall into temptation" ("No nos dejemos caer en la tentación"), que está más cerca de la traducción francesa.

El Christian Post  informa que el Vaticano promulgó el cambio el 22 de mayo después de 16 años de investigación por eruditos bíblicos que encontraron un error en la traducción actual "desde un punto de vista teológico, pastoral y estilístico".

Hablando sobre el cambio en 2017, el Papa explicaba: "Es Satanás quien nos lleva a la tentación, ese es su papel". En la tentación "yo soy el que cae, no es él (Dios) quien me está empujando. Un padre no hace eso, un padre te ayuda a levantarte de inmediato".

"En la oración del Padre Nuestro, que Dios nos induzca en tentación no es una buena traducción. También los franceses han cambiado el texto con una traducción que dice: 'no nos dejes caer en la tentación'. Soy yo quien cae, no Dios quien me arroja", se explayó Francisco. 

Se cree que Jesús originalmente pronunció la oración en arameo, antes de que se tradujera al griego y a otros idiomas. La versión actual de la oración en inglés deriva de la traducción griega, hecha por San Jerónimo a finales del siglo IV, del Nuevo Testamento. Exactamente, de Mateo 6:13, que dice: "Y no nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del maligno".

Otras modificaciones en la Biblia

La Biblia ha sido editada muchas veces a lo largo de los años, ya que se han ido descubriendo errores al traducir la obra antigua.

Quizás la más grave fue la encontrada en la Biblia del rey Jacobo, de Robert Barker, publicada en 1611, y que omitía una palabra clave del séptimo mandamiento que en lugar de "No cometerás actos impuros" decía "Cometerás actos impuros".