¿A cuánto llegaría el índice de pobreza del Indec?

Este lunes se conoció que el indicador de pobreza multidimensional de la UCA llegó al 31,3%, una cifra muy dura que para el Gobierno nacional no pasa desapercibida. Sin embargo, el número oficial es el que realmente preocupa al Ejecutivo y temen que pueda volver a la cifra con la que se inició la gestión de Mauricio Macri.

Aunque el resto de los datos económicos y estadísticos son malos, el indicador de pobreza que dará este jueves el Indec puede ser el peor, sobre todo en período electoral. Es que en Casa Rosada consideran que ninguno de los datos conocidos tiene el impacto de la pobreza, especialmente después de los discursos de campaña del actual presidente.

Este jueves se conocerá el dato de pobreza e indigencia del segundo semestre de 2018. Se trata de un período en el que se produjo la caída aguda de actividad y no sólo se espera que esté bastante por encima del 27,3% que se había registrado en la medición anterior, sino que -según indica iProfesional- el Gobierno admite que es probable que se acerque al 32,2% del arranque de la gestión.

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Entre los factores que preocupan al Gobierno está la sensibilidad que despierta a nivel social un incremento de la pobreza, además de la confirmación final de todos los indicadores fragmentarios de una economía en caída.

La medición del Indec es diferente a la de la UCA porque se concentra en una cuestión de ingresos y pone por debajo de la línea de la pobreza a las familias que con menos de $28.400 que no les permiten comprar la canasta básica. El índice multidimensional de la universidad considera cuestiones más amplias como acceso a la salud, vivienda, carencias alimentarias y otros.

El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina señaló que la pobreza multidimensional pasó del 26,6% al 31,3% de la población en el último año y -según sus números- hoy existen 12,7 millones de personas con carencias importantes. En 2017 un 16,7% eran pobres estructurales y en 2018 ese porcentaje creció al 18,6%, mientras que los pobres no estructurales pasaron del 9,9% al 12,7%.

La canasta alimentaria sufrió una inflación del 57% y el desempleo en el cuarto trimestre de 2018 llegó al 9,1%. Todo un cúmulo de estadísticas que son muy negativas y que pueden tener un efecto directo en la intención de reelección de Macri.