Informe señala cómo podrían mejorar los aprendizajes en Matemáticas y Lengua

Un nuevo informe elaborado por Argentinos por la Educación y la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) pone bajo la lupa no solo cuánto se invierte en educación en cada provincia, sino cómo se usan esos recursos.
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Según el documento titulado “Eficiencia de la inversión educativa provincial en Argentina”, CABA, Córdoba y Formosa encabezan el ranking de eficiencia, mientras que otras jurisdicciones como Chaco, Catamarca y Tucumán tienen importantes márgenes de mejora: allí se observan mayores dificultades a la hora de transformar los recursos invertidos en mejores resultados educativos.
Según el informe, las provincias podrían mejorar sus resultados hasta 52 puntos porcentuales con los mismos recursos disponibles actualmente. Cabe destacar que se trata de una medida relativa de eficiencia, calculada únicamente entre las provincias del país.
La medición compara la inversión por estudiante del sector estatal —ajustada por ingreso per cápita entre 2012 y 2023— con el rendimiento de los alumnos en las pruebas Aprender 2023 de sexto grado en Lengua y Matemática. Además, se incorporan variables como jornada simple o completa, relación alumno-docente, equipamiento, conectividad y porcentaje de docentes suplentes.
Teniendo en cuenta estas características, las provincias más eficientes son Chubut, Misiones, Córdoba y CABA mientras que los menores niveles de eficiencia se registran en Chaco, La Rioja y Tucumán. Esta perspectiva sugiere que en muchos casos el problema no es la disponibilidad de recursos, sino la capacidad del sistema educativo de utilizarlos de manera que fortalezcan los aprendizajes. Esto muestra que la ineficiencia podría estar más vinculada con la estructura de costos (destinados en su mayoría a salarios) que con la gestión de insumos físicos.
El informe también encontró que las provincias que dependen en mayor medida de recursos nacionales tienden a mostrar niveles más bajos de eficiencia en la inversión educativa, es decir, obtienen resultados por debajo de lo esperable.

Ivana Templado, coautora del informe y economista de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), consideró: “Dados los mismos recursos se pueden lograr mejores resultados educativos. Sin embargo, con niveles de logros generales tan bajos, acercarse a la frontera de eficiencia no implica que el nivel absoluto de aprendizaje sea aceptable; sólo indica que, con los insumos actuales, para hacerlo mejor es necesario cambiar cuestiones más de fondo. Si el objetivo son los aprendizajes, mejorar la forma en que se asignan los recursos —docentes, equipamiento, tiempo escolar, así como costos y cargos— es tan relevante como discutir nuevas fuentes de financiamiento”.
“Con frecuencia, las discusiones sobre política pública se reducen a una falsa dicotomía entre más o menos Estado, sin considerar lo más importante: la calidad del Estado y su capacidad para transformar recursos en resultados. Estudios como este permiten pasar del debate ideológico al análisis empírico, mostrando que no alcanza con aumentar el gasto si no se mejora su eficiencia", acotó Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva en Fundar. Y analizó: "En un país con recursos fiscales escasos y enormes desafíos sociales, mejorar la eficiencia del gasto público es urgente. Para eso se necesita evidencia como la que ofrece este informe: rigurosa, comparativa y orientada a la toma de decisiones”.
Por su parte, Javier Curcio, investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (UBA - CONICET), planteó: “El análisis realizado constituye un aporte central para mejorar la asignación de los recursos en busca de favorecer resultados educativos que favorezcan la calidad y equidad en el sector".
"Los resultados alcanzados destacan la necesidad de mejorar el rol de los tres niveles de gobierno en el financiamiento de la educación, con especial relevancia en la función de la administración nacional para implementar respuestas activas que disminuyan las inequidades territoriales y desvinculen las posibilidades de acceso a una educación de calidad del lugar de nacimiento o residencia de los niños y sus familias”, afirmó también.
Alejandro Morduchowicz, especialista en planeamiento y políticas educativas, acotó asimismo que en Argentina "casi no hay estudios sobre la eficiencia del uso de los recursos en educación. Recordemos que esto implica la posibilidad de hacer más con lo mismo. Por lo tanto, vemos que hay provincias que podrían mejorar su desempeño revisando sus propias normas, estilos y prácticas".
Por último, dijo: "Se trata de que cada peso invertido cumpla su objetivo: mejorar la educación. Como el estudio compara las provincias una vez tenidas en cuenta las diferencias de otras variables tales como ruralidad, importancia del sector privado e ingresos fiscales, no hay factores que impidan potenciar sus resultados”.