Vendimia 2025

Un productor, 3 hectáreas de viñedo y el desafío de sobrevivir en el siglo XXI

Ricardo mantiene la finca en Junín que era de su abuelo por tradición familiar. ¿Se puede vivir hoy siendo un pequeño productor?

Gabriela Sánchez
Gabriela Sánchez lunes, 3 de marzo de 2025 · 09:00 hs
Un productor, 3 hectáreas de viñedo y el desafío de sobrevivir en el siglo XXI
Ricardo Mussato es un pequeño productor de Junín. Foto: ALF PONCE MERCADO / MDZ

Lejos de los espectáculos, las luces y las celebraciones de la Fiesta Nacional de la Vendimia se desarrolla la otra cara de la uva y el vino. Está amaneciendo y Ricardo Mussato ya está en la finca esperando a los cosechadores en el camión. La noche anterior separó las 500 fichas que llenan el acoplado. Hoy está nublado y la tarea será más leve. Calcula dos semanas más para terminar la cosecha.

Hace unos 80 años su abuelo compró 10 hectáreas en Junín. Hasta ese momento, había sido chacarero. Solo había cultivado cebollas y melones -hasta llegó a mandar verduras y frutas a Buenos Aires en tren- alquilando tierras y quedándose con una parte de las ganancias de la producción. En el campo trabajaban todos: su esposa y sus 9 hijos, cada uno tenía una tarea. 

Con mucho sacrificio compró la finca y después de varias buenas cosechas compró 5 hectáreas en la zona cerca del dique Medrano. Plantó vides y empezó a trabajar la uva. “El nono tenía las dos fincas y trabajaban mucho. En esa época rendía. La casa del contratista era de adobe y se hizo una nueva de material. También se hizo una casa en Rodríguez Peña cerca de la iglesia y otra a 20 metros del museo Las Bóvedas en San Martín”, recordó Ricardo. 

La cosecha empieza a primera hora de la mañana. (Foto: Alf Ponce Mercado / MDZ)

La mamá de Ricardo era una de las hijas mayores y cuando se hizo cargo de la finca se unió a la cooperativa El Libertador para poder sumar fuerzas entre todos los pequeños productores. Cuando el nono falleció se repartieron las tierras entre los 9 hijos. La mamá de Ricardo compró algunas de las fracciones y se quedó con 3 hectáreas que son de las pocas que sobreviven en manos de los Mussato hasta hoy.

¿Se puede vivir siendo un pequeño productor?

Los números son casi imposibles de cuadrar. “El precio de la uva es el mismo pero los insumos y todo lo que hay que comprar vale el doble”, explicó Ricardo. Además, todos los meses hay gastos fijos como el sueldo del contratista que los acompaña hace casi 30 años.

La realidad es que la finca no se ha vendido para mantener la tradición de la familia y el recuerdo del nono porque económicamente no es rentable y el ingreso principal de Ricardo viene de una empresa de transporte que tiene con su familia. 

“El camión es mío. Si tuviera que pagar uno no podría levantar la cosecha”, remató.

Solo 3 hectáreas

En las 3 hectáreas hay distintas variedades. Predomina Pedro Ximénez y hace unas décadas se arrancaron algunas hileras y se plantó uva tinta y torrontés. La cosecha es difícil y larga para el tamaño de la finca. 

No hay cuadrillero, la mayoría de los cosechadores son de la zona y van trabajando en otros viñedos para hacer una extra durante la temporada. En general, son entre 6 ó 7 cosechadores por día y llenan el camión con 500 tachos. 

La final de la jornada llega el momento de hacer números. (Alf Ponce/ MDZ)

Si llegan todos a las 7, media hora más tarde empiezan a cortar los racimos y antes del mediodía la tarea está terminada. El camión se va hasta la cooperativa y vuelve al día siguiente antes del amanecer. 

Ricardo está ahí todos los días mientras dura la cosecha, se encarga de llevar el camión, las fichas y de pagar todos los días, con lápiz y papel va llevando la cuenta de quién cosechó, las fichas que se llevó y las que decidió cambiar.

El rol de la cooperativa

Estar en una cooperativa tiene como ventaja poder ubicar la uva y otros beneficios como el servicio de una ingeniera agrónoma que recorre las fincas y asesora a los productores

La finca de Ricardo era de su abuelo. (Alf Ponce Mercado  / MDZ)

Además, cuando cae granizo o alguna plaga daña la producción, los seguros colaboran para poder invertir al año siguiente. “Si andas suelto es imposible mantenerse”, cerró Ricardo.

Archivado en