Prohibición de celulares en las escuelas de CABA: ¿una decisión acertada?

La prohibición de los celulares en las escuelas me parece una medida muy acertada y prudente, y también que sea diferenciada en los distintos niveles (inicial, primario y secundario). Es una iniciativa oportuna y necesaria para que cada equipo directivo y docente ponga el tema en discusión y lo resuelva según su propia realidad. La invasión de pantallas dentro del aula ha distraído a los chicos de esos formatos necesarios para la evolución del pensamiento y para su desarrollo.

Todos, para aprender, necesitamos explorar el mundo a nuestro alrededor, acceder a lecturas recreativas. Las pantallas nos acercan a otra parte del mundo, nos amplían la mirada, pero su acceso y uso deben estar supervisados por adultos, especialmente en el ámbito escolar.

Está demostrado que en la primera infancia y en el desarrollo de la lecto-escritura, los niños deben dedicar tiempo a la lectura y todos los aspectos psicomotrices; por ejemplo, cómo tomar el lápiz, cómo usar la mano para escribir, cómo leer un texto. El uso excesivo de las pantallas en el aula atenta contra el proceso de pensamiento que lleva a incorporar la escritura.

En la escuela primaria, las maestras están muy preocupadas por la falta de atención de los alumnos y esta regulación puede despejar si esa falta de atención se debe a las pantallas o a la planificación de las clases.

La escuela tiene una función pedagógica a la que no puede renunciar. Las distintas realidades que la atraviesan (en este caso el uso de pantallas) debe ser abordada en pos del logro de los aprendizajes de los alumnos.

* Dra. Mónica Prieto, profesora de la Maestría en Dirección de Instituciones Educativas de la Escuela de Educación de la Universidad Austral.