Oda a hijos e hijas, de parte de un padre del siglo XX
Todo indicaría que en la crianza de hijos e hijas, al menos en la mayoría de los casos, los placeres superan a las desventajas
En el cielo de esa casi cálida mañana, la campana de una iglesia sonaba en la vereda de enfrente del café en el que se encontraban charlando dos personas amigas, mientras una pequeña bandada de jilgueros se elevaba desde el techo del templo religioso, volando rumbo a un arco iris.
Dentro del barcito y mientras observaba a los pájaros a través de la ventana, el hombre revolvió el café con leche que se estaba tomando y luego de pensarlo un rato, lanzó la frase a su interlocutora:
-No hay nada más lindo que tener hijos.
-Dijo el varón que nunca parió -respondió entre risas la mujer, mientras cortaba una tortita intentando desperdiciar la menor cantidad posibles de migas.
-Bueno estimada, usted será mujer, pero tampoco ha tenido descendencia, admitamos que en esta charla los dos jugamos de visitantes.
-Si, es verdad, pero en mi caso es una decisión personal, puedo tener un hijo o una hija, pero no quiero.
El tipo frunció el ceño, y miró a través del vidrio por sobre el tejado del templo de enfrente, mientras los pájaros alborotados por los campanazos no terminaban de decidir si volver a posarse en el techo o buscar nuevos rumbos, no tan sonoros.
-Pero yo sí tengo hijos che, no los habré parido ni se quedaron conmigo después de la separación, pero son mis hijos; y su sola existencia, con perdón de la palabra, me resulta orgásmica. Y no puedo creer que me digas que te podés ir al Machu Pichu como
consecuencia de no tener hijos, y que lo veas como una virtud, la verdad es que no lo entiendo.
-Es que no es tan simple la cosa -contestó la mujer -pero los hijos son parte de los motivos que frenan el desarrollo profesional, económico y humano de las madres; millones de mujeres terminan a los pies de sus maridos solamente porque no pueden escapar a la crianza de su descendencia. No podés negarme que encargarse de los pibes cuesta tiempo y mucha plata.
-Mirá te banco el argumento porque sos mi femininja preferida, pero no podés decirme que es así en todos los casos. No te niego el costo y el cansancio, los padres varones también somos parte de esa crianza. Pero irte al Perú por quince días te cuesta más caro
que criar a un pibe durante un año, ¿o te vas gratis? Y te vas a cansar no solo en la cotidiana al tener que laburar de más para pagar esa deuda del viaje, sino allá mismo subiendo a los cerros de los incas, que eso es más cansador que llevar a cuestas a tu hijo, o hija. ¿Y al final que te queda? Unas fotos que no ves nunca. Yo tengo fotos de mis hijos, pero los tengo a ellos también, y los disfruto cotidianamente, que las idas al médico son muchas menos que las alegrías, y el placer de la paternidad me genera más satisfacciones que cien viajes a Europa en fila, qué querés que te diga.
La mujer sonrió a su amigo y le cerró el tema sin muchas más explicaciones:
-Quiero que me digas si me vas a poder llevar al aeropuerto como te pedí, eso es todo. El resto de lo que has hablado es esa necesidad de varón del siglo XX que tenés, de andar explicando cosas que no te preguntan.
-Te llevo al aeropuerto, más vale, y te cuidaría al pibe, si lo tuvieras. Sos la hija de tu madre y de tu padre, así es que menos mal que ellos no se fueron de vacaciones como excusa para no tenerte, que si no ahora mismo yo estaría acá solo y triste hablando con la pared.
Una tenue sonrisa atravesó al rostro de la mujer. Por la ventana se observaba, en un cielo con poquísimas nubes, que los pájaros estaban ya casi desapareciendo de la vista. Las aves se elevaron por los aires del lugar, cantando y desparramando su alegría hasta desvanecerse a la distancia, sin que absolutamente ningún otro sonido las interrumpiera en su coro angelical de trinos. La vida continuó como si nada, como siempre ocurre en casi todos los órdenes de la existencia: aceptando cada uno lo que a cada cual le conviene, de entre lo que sus sentidos les permite captar...
* Pablo R. Gómez, escritor autopercibido.
Instagram: @prgmez