Inseguridad: cuáles son los puntos más vulnerables de los hogares y comercios
Los delincuentes analizan detenidamente las aperturas de cada propiedad, por lo que es de suma importancia revisar sus refuerzos y, en caso de requerirlos, adoptar nuevas medidas de seguridad.
La inseguridad es una postal cotidiana en Argentina, donde los delincuentes se aprovechan cada vez más del talón de Aquiles que tienen las aperturas de las casas y negocios, volviéndolos sus víctimas frecuentes. Según los últimos datos del Ministerio de Seguridad de la Nación, en todo el país se reportaron más de 425.000 hechos delictivos contra la propiedad, lo que representa un 51,3% del total registrado.
Dentro del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), además, aumentaron los hurtos salvajes a lo largo del año pasado, pero tanto en casas particulares como en la vía pública. Las noches se vuelven una peligrosa odisea por mantenerse seguro, ya que los horarios más peligrosos son entre la 1:00 y las 3:00 de la mañana, así como también entre las 21:00 y las 23:00 horas.
Los puntos débiles que los delincuentes aprovechan
El Observatorio de la Seguridad de Verisure identificó, durante 2023, una tendencia constante y llamativa en el foco de este tipo de delitos contra lo privado: los pequeños y medianos comercios sufrieron 2.7 veces más robos que los hogares, siendo la provincia de Buenos Aires, CABA y la ciudad santafesina de Rosario las que concentraron la mayor cantidad de alertas.
Son las vidrieras aquellas que resaltan como los accesos más fáciles de forzar por los delincuentes y, en las casas, los puntos de mayor debilidad son las puertas y ventanas. Dentro de ambas locaciones, aquellos accesos que no cuentan con ningún tipo de medida de seguridad adicional y buena iluminación resultan aún más vulnerables.

Hay varias alternativas para reforzar estos puntos débiles, como cortinas metálicas, rejas, trabas, cámaras y sirenas, paneles de control, entre otros. Sin embargo, con el avance de la tecnología, los dispositivos que involucran sensores tomaron gran
protagonismo, porque son capaces de captar los estímulos del ambiente y convertirlos en señales eléctricas que envían alertas a las empresas de seguridad y ayudan a prevenir el robo.
Los tipos de sensores que hay en el mercado argentino:
- Sensores de movimiento: son los más comunes de ver, detectan el desplazamiento de cualquier objeto o persona, ayudando a proteger locales o casas de la presencia de intrusos. Estos sensores suelen incorporar luces LED y cámaras de gran alcance que toman fotografías en tiempo real.
- Sensores de apertura: estos dispositivos detectan la apertura de puertas y ventanas y las vibraciones que se producen cuando alguien intenta forzarlas o romperlas.
- Sensores perimetrales: detectan la presencia de intrusos en un espacio delimitado. Pueden incluir, por ejemplo, cámaras con un amplio ángulo de visión para garantizar una mayor protección y registro de lo que sucede.
- Sensores de humo: detectan la presencia de humo en el ambiente, esenciales para la protección contra incendios. En el caso de que el usuario cuente con el servicio de una empresa se seguridad integral, las centrales de monitoreo, incluso, pueden determinar si la amenaza es real o una falsa alarma.
- Sensores de temperatura y humedad: detectan cambios en la temperatura y la humedad del ambiente, útiles en diversas aplicaciones industriales.

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