Amenazas a la independencia judicial en Argentina: la búsqueda de la impunidad de la corrupción

La mayor amenaza a la independencia judicial en Argentina son las interferencias de la política para lograr la impunidad de la corrupción. La extensión de la corrupción es tan amplia que ha llevado a una pobreza jamás vista en el país. Siempre debemos
tener en claro que pobreza y corrupción son dos caras de una moneda.

Fores tuvo la oportunidad de exponer este grave problema ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos durante su 189 período de sesiones, que tuvo lugar en Washington el 28 febrero 2024 donde se trató la situación de la Justicia en las Américas.
Las consecuencias de este fenómeno son claras. Casi el 50% de la población es pobre. En un informe al FMI, Fores describió que el aumento de la corrupción, generaba menor desarrollo inclusivo.

Además, Argentina está 98 entre 180 países en el ranking de corrupción descendiendo 36 lugares en cuatro años. Corrupción y amenazas a la independencia judicial. El problema de la justicia eficiente no son las leyes. Fores demostró en un informe al Mesicic (el órgano anti corrupción de la OEA) que Argentina tiene suficientes leyes y tratados anti corrupción. Tampoco el principal problema es la justicia, que ya condenó a un expresidente, un exvicepresidente, ministros y otros funcionarios, pero donde sólo 6% de las causas de corrupción llega a sentencia, el resto de los casos queda en etapa de investigación.

El principal problema son las interferencias de la política partidaria que buscan impunidad.

Tenemos varios ejemplos de esas interferencias en nuestra historia reciente, con consecuencias nefastas: el asesinato del Fiscal Federal Alberto Nisman en 2015; la redacción de leyes para beneficio político; el deterioro de la imagen de la justicia, dañada cuando un presidente, por caso, declara que las investigaciones de corrupción son materia no justiciable o cuando le “desea” a un Fiscal que no le pase lo mismo que al mencionado Nisman; la retórica del lawfare y La promoción del vaciamiento de la justicia con leyes de jubilación ventajosas, que trajo como consecuencia que hoy la Justicia Federal tiene más de 25% de vacancias. Por supuesto, se pueden mejorar aspectos de la justicia, pero es difícil buscar reformas y mejoras con una justicia bajo ataque y amenazas.

Veamos por qué, la política está interesada en obstaculizar a la Justicia.

El costo de una campaña presidencial se estima en cien millones de dólares y la de un intendente entre quinientos mil y un millón de dólares. Por eso no debe extrañar que en una reciente causa de corrupción se señalara que el monto investigado fuera de mil millones de dólares o que el producto de la corrupción se invirtiera en tierras de una superficie equivalente a 20 ciudades de Buenos Aires.

La corrupción no sancionada es incentivo para profundizar las obstrucciones a la justicia y el “producto” de la corrupción en  Argentina es la pobreza. Ello muestra la extensión de la corrupción en nuestro país y explica la búsqueda de la impunidad
obstaculizando de diversas maneras a la justicia que la investiga.

Tenemos que trabajar para remover esos obstáculos.

Una sociedad madura puede dialogar sobre perfeccionar a la justicia pero mientras no sea una excusa para cooptarla  políticamente.

* Marcelo Octavio de Jesús. Ex presidente de FORES- Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia.