La otra cara de Mendoza en imágenes: personas que viven en situación de calle
La Mendoza que se vende hacia afuera, no es la misma que se vive cada día. La pobreza está a la vuelta de la esquina y crece la cantidad de personas en situación de calle. Imágenes de la realidad.
Hace 8 meses, Claudia y su pareja viven en situación de calle. Como muchas personas en el país, antes, podían alquilar. Pese a que se sostenían con changas, cartoneando y juntando todo lo que podían para reciclar y vender, vivían bien. Con lo justo. Nada sobraba pero podían tener una casa, un techo para vivir y resguardarse del sol, del frío del invierno, del viento zonda y las tormentas. Claudia que tiene unos 40 años, contó a MDZ que "de un día para el otro, nos dijeron que iban a vender la casa donde alquilábamos y nos quedamos en la calle".
Ellos alquilaban una casa por dueño directo, sin inmobiliarias de intermedio, pero la situación se fue complicando. Efectivamente, para alquilar una vivienda aunque sea de dos por dos, necesitas el triple del valor del alquiler además de garantes que puedan, en la mayoría de los casos, acreditar ingresos por el doble de ese monto y con bono de sueldo. Una pesadilla insostenible a la que hay que sumar los aumentos trimestrales, los servicios y la comida.
Con las cosas que tenían, Claudia y su pareja lograron construir una especie de casilla, al costado del Cacique Guaymallén, donde duermen y pasan los ratos en los que no están haciendo alguna changa que les permita tener lo básico para comer. La expresión más cruenta de vivir el día a día, despojados de toda condición mínima de calidad de vida y sin acceso a los derechos más básicos como la comida, el hogar y la salud.
No hace falta recorrer mucho para encontrar la pobreza mirándote de frente. Personas pidiendo alimentos o algo de dinero en cada esquina para comprar comida, durmiendo en el banco de alguna plaza, en algún colchón desgastado o construyendo una casilla al costado de la Costanera para tener un lugar propio y recuperar algo del sentido de pertenencia que alguna vez tuvieron. En solo 4 kilómetros, desde la Avenida Gobernador Ricardo Videla frente al Jumbo hasta Avenida Costanera y Uruguay, son seis los grupos de personas que con o sin un techo levantado, duermen en la calle.
Otro grupo de jóvenes, de 21, 23 y 26 años también habitan la calle. Desde hace un tiempo convirtieron la Plaza Almirante Brown, a metros del Hospital Central en su lugar para vivir. En la calle se conocieron, se hicieron amigos y con el tiempo, familia. "Somos familia de la calle", aseguran. Duermen todos juntos, uno al lado del otro. Esa fue la forma que encontraron de sobrellevar la realidad.
La mayoría está en situación de calle hace un año, aunque algunos llevan solo unos meses y otros más tiempo. "Yo trabajaba en el persa", cuenta una de las chicas más jóvenes. Con su novio de 23, hace siete años que están juntos. Él también trabajaba. "Trabajé un tiempo en una verdulería cerca del Parque Central, después hice otras cosas pero me quedé sin nada", dice. Ahora, se la rebuscan para conseguir comida limpiando vidrios o cuidando autos.
Para verlo, no solo hace falta recorrer la provincia. Hace falta mirar a las personas que la habitan.
"El gobierno nacional está comprometido a generar condiciones de crecimiento genuino en el interior del país". Esa frase la dijo Alfredo Cornejo tras su visita al presidente Javier Milei el pasado martes. El contraste con la imagen de la pobreza en las calles mendocinas es impactante, no hay vistas de crecimiento genuino. La Mendoza que se vende hacia afuera, no es la misma que se vive todos los días. El ajuste del gobierno de Javier Mieli profundizó la situación de desesperante que ya vivía el país, llegando a los dolorosos datos del 52,9% de hogares pobres y el 18,1% de indigencia en octubre pasado. En Mendoza, el empobrecimiento es notorio y los datos no son los únicos que hablan y duelen: cada vez más personas no tienen más opción que convertir a la calle en su hogar.
En imágenes: la realidad de la pobreza en Mendoza