El sueño de la casa propia: el excéntrico pedido que hizo Milei para mudarse a Olivos
El presidente tiene previsto pasar su primera noche en la Quinta de Olivos este lunes. Pero un detalle demoró la mudanza.
Javier Milei finalmente se trasladó este lunes a la Quinta de Olivos. La dilación en la mudanza del presidente a la residencia oficial estuvo relacionada -entre otras cosas- con sus cinco fieles mastines ingleses, Conan, Milton, Murray, Robert y Lucas y por las demoras surgidas durante el proceso de refacción y adaptación de los caniles para las mascotas.
Los perros, cuyos nombres están inspirados en reconocidos economistas libertarios, son parte de su familia. Cada uno pesa 100 kilos, esto se debe a que son una raza grande de perro guardián de ganado, moloso de tipo dogo, y cuya altura puede superar los 90 centímetros. Por ende, necesitan un espacio amplio, con paredes reforzadas, una obra que el propio Milei encargó -y asegura que pagará de su bolsillo- a una reconocida arquitecta.
No obstante, es justamente el refuerzo de los muros lo que habría demorado la finalización del trabajo en los caniles para los que, según trascendió, se habrían utilizado las caballerizas -hoy en desuso- de la quinta donada al Estado argentino por Carlos Villate Olaguer en 1918. Ese espacio había sido reacondicionado por última vez por el expresidente Carlos Menem, un fanático de los caballos, que planeó criar allí algunos ejemplares de equinos.
Los perros de Milei deben tener sus propios lugares, separados del resto, pues se volvieron agresivos tras la pandemia (habrían "perdido la sociabilidad").
Incluso, Juan González contó en el libro "El loco" que el presidente debió demoler algunas paredes del departamento del Abasto para dividir el living en cinco partes.
Este domingo, Javier Milei confirmó que si bien se mudaría este lunes a Olivos no lo haría con sus perros de raza mastín, ya que las refacciones para poder contenerlos no están terminadas.
"Mañana (por hoy) me instalo en Olivos. Ya me instalo en Olivos. Lo que pasa es que todavía no se pueden mudar mis hijitos porque sucede que los mastines son muy grandes. Es más, salieron excedidos respecto al promedio de la raza", explicó Milei.
Y amplió: "O sea, son demasiado grandes. Hay uno que mide dos metros en dos patas. Milton mide dos metros, y pesa más de 100 kilos. La casa que podíamos adaptar para que ellos estén no es una construcción muy fuerte, como para que estén los caniles de hierro y todas esas cosas. Y necesitábamos hacer refuerzos de paredes y demás y esos materiales son importados".
“Los trato como si fueran de mi familia. Cuál es el problema que tenga tanto afecto por mis perros”, aseguró públicamente durante la campaña presidencial y enfatizó que siempre da prioridad a la salud y alimentación de los mastines. “Gasto una bolsa de 15 kilos cada tres días. Lo debito, no le doy pelota. La de ellos es sagrada, ni me fijo”, dijo en ese entonces.