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Influencers mendocinos: las claves para ser viral y vivir de ello

Las redes sociales habilitan el espacio y potencian el rol de los influencers, una actividad que con el tiempo gana reconocimiento para las empresas y para la sociedad. En la nota, la historia de dos influencers de Instagram y Twitter para llegar a convertirse en referentes.

Iván Zirulnik
Iván Zirulnik miércoles, 22 de marzo de 2023 · 09:01 hs
Influencers mendocinos: las claves para ser viral y vivir de ello
En primera persona, cómo es el detrás de las redes sociales de los influencers. Foto: Rodrigo D'Angelo y Juan Ignacio Blanco / MDZ

Ser reconocido, poder obtener algún "canje" por algún producto o servicio, o ser invitado a diferentes eventos se trata de una actividad que a muchos les encantaría poder experimentar, y en los últimos años, con el uso cada vez mayor de las redes sociales en la vida de las personas y la importancia que se le otorga a las mismas, el rol de los influencers tomó también cierto protagonismo.

Se trata de personalidades con diferentes tipos de perfiles que varían según el público, la temática y la plataforma que utilicen, a quienes su “comunidad” o público objetivo les otorga cierta autoridad para hablar o brindar recomendaciones sobre determinados temas.

Al bucear dentro de las diferentes plataformas se puede encontrar diferentes tipos. Hay perfiles destinados a la promoción de ciertos productos o emprendimientos -los influencers comerciales-, algunos destinados a generar opiniones sobre diferentes asuntos o temáticas vigentes en el momento, y otros con algún perfil más solidario, como el caso de Santi Maratea, por dar un ejemplo.

Para muchos, el rol y la tarea del influencer puede estar considerado como una tarea sencilla: es común escuchar que se trata unicamente de "subir unas fotitos y listo", sin conocer el detrás de escena que implica mantener cierta presencia en las redes sociales. Dependiendo el tipo de perfil que se maneje, esto conlleva mucho trabajo previo para llegar a "subir una fotito", que comienza a obtener mayor reconocimiento y lleva a que empresas o diferentes rubros recurran a ellos para generar un valor diferencial y obtener mayor cercanía con la comunidad.

Construir una marca personal y comunicar experiencias

Flor Dibattista, de 30 años, es una referente para quienes buscan realizar visitas a bodegas en Mendoza. A través de su proyecto ‘Flor de Bodegas’, comunica al argentino y al mendocino la propuesta enoturística existente en la provincia y, además, brinda recomendaciones sobre el mundo del vino. “Me pareció copado hacerlo desde un punto no tan formal y contracturado, sino más bien relajado. Hubo buena repercusión, la gente se copó y así empezamos”, contó a MDZ.

Flor Dibattista es una de las referentes del ambiente enoturístico. Foto: Rodrigo D'Angelo/MDZ

Se trata de un espacio en el que promociona el ambiente bodeguero y del vino que ofrece la provincia a través de su Instagram (@flordebodegas) en el cual tiene más de 33.000 seguidores de todo el país y una página web (www.flordebodegas.com) en la que brinda de forma más detalladas la oferta mendocina.

“A la gente le gusta mucho conocer las propuestas, le gusta mucho saber qué puede hacer con el bolsillo de cada uno y quizás un aspiracional, lo que quizás lo deja para otro viaje. Creo que el foco está en comunicar la mayor cantidad de propuestas y bodegas de Mendoza para que la gente pueda decidir y hacer su propio tour en Mendoza sin necesidad de contratar una agencia, sino que se lo puede armar solito y la idea brindar la mayor cantidad de información posible y la gente eso lo valora mucho porque le estás dando información gratuita para algo que es muy bonito, que es venir a recorrer bodegas a Mendoza”, explicó.

Ella se define como una “wine influencer”: “Me parece copado poder hacerlo en ciertos temas, no se puede influenciar en todo porque no me dedico a eso, pero en bodegas me parece que está bueno que la gente pueda armarse un programita y que diga ‘qué bueno lo que hizo esta chica, quiero ir’. Me dicen influencer y está todo bien, de hecho me contratan hasta para eso. Una vez fuimos a una bodega, después puse toda la información y me comentaron que no paraban de llegarles reservas”.

En cuanto a todo lo que hay detrás de ese rol, Flor comenta que el primer paso es fijar cuál es el contenido que uno quiere comunicar, “plantearse qué es lo que a uno le gusta, en qué es bueno y qué quiere comunicar. Cuando uno decide, lo principal es fijar el objetivo y qué es lo que voy a comunicar, porque si no es como que comunicas todo y a la vez nada, y la gente se aburre un poco. Uno tiene que estar renovando permanentemente y añadir información relacionada al tema”. En el caso de Flor, por ejemplo, da tips y recomendaciones sobre looks bodegueros, o el Tinder Bodeguero, sus mejores matchs de bodegas en Mendoza para acercarle a la gente las propuestas.

Además, señaló que no se trata únicamente de subir fotos, sino que hay todo un trabajo previo detrás. “La idea es planificar un poco el día, cuando no planifico es un desastre. Trato de anotar lo que más pueda y voy tachando, sino es un caos. Con mi novio además hacemos asesorías, así que buscamos y tomamos temas, vemos qué día publicar, y hay muchas cosas también que son espontáneas”, dijo.

“Conlleva mucho tiempo. Las bodegas están todas lejos, a mí me requiere salir a la ruta, ubicar a mi hija, estar todo el tiempo con el teléfono, llegar a mi casa y tratar de hacer el contenido lo más rápido que pueda para que no se disocie la información, mandar a ver si te lo aprueban”, describió.

Flor de bodegas es un espacio en donde recomienda sobre la oferta de bodegas en Mendoza. Foto: Rodrigo D'Angelo/MDZ

“Hoy por hoy está bueno porque está la tendencia de lo espontáneo. Me acuerdo que al principio iba toda arreglada y montada a las bodegas, me pintaba, me ponía preciosa, unos tacos enormes. Ahora me relajé y a la gente le gusta más”, añadió.

Flor habló también de la valorización y el reconocimiento de las empresas hacia el influencer y señaló que quedo atrás el antiguo “te mando unas cajitas y subimos unas fotos” por un trabajo más profesional en el cual se solicita un presupuesto y se planifican más acciones o invitaciones a eventos: “Hay todo un laburo que está bueno que se haya empezado a valorar. De hecho, entre fin de año pasado y este año ha sido como el cambio que yo he visto en el valor, ha crecido mucho más”.

En cuanto al perfil que debe tener un influencer, explicó que esto dependerá del tipo de red que uno tenga, ya que “hay algunos que no se muestran, no salen sus caras”: “Pero sí es verdad que uno tiene que ser más extrovertido, no tener miedo a la cámara ni de poner su voz. Hay ciertas ‘condiciones’, te tiene que gustar editar videos, sacar fotos. Algo de eso tiene que estar, sino no se puede”.

Flor Dibattista es una de las referentes del ambiente enoturístico. Foto: Rodrigo D'Angelo/MDZ

A lo largo de su recorrido con 'Flor de Bodegas', ha logrado reconocimiento en su comunidad en las redes sociales. Es así como caminando por las calles, o en alguna estadía durante sus vacaciones, se ha encontrado con muchos seguidores que la reconocen y le agradecen la información que brinda.

“Es muy bonito ayudar un poco a la gente, hacerle un poco más fácil el camino para recorrer bodegas, es muy lindo, también me gusta que la gente pueda hablar conmigo. Que me digan que les gusta, que sepan que los tenés en cuenta. Generalmente, cuando me encuentro con alguien, me dicen “te escribí”y les pregunto si les contesté porque me pone nerviosa no haberles contestado”, cerró.

La posibilidad de generar gran repercusión y viralizar causas solidarias

La red social Twitter es una de las principales plataformas para expresar opiniones, generar debates y viralizarse con facilidad.

Constanza Bravi, de 25 años, posee una red de seguidores más de 30.000 seguidores en su perfil de todo el país y de otros de la región, que la siguen por opiniones sobre fútbol (es confesa fanática de Godoy Cruz), sobre política y sobre nuevas tecnologías, y también tiene una comunidad de más de 17.000 personas en Instagram.

Constanza Bravi es furor en Twitter con sus opiniones sobre fútbol, política y criptomonedas. Foto: Juan Ignacio Blanco/MDZ

“Desde 2018 comenzó a viralizarse lo que ponía en Twitter. Empezó con el fútbol, con Godoy Cruz, porque yo opinaba mucho de todo, con los partidos de Godoy Cruz, que soy fanática, y después con algunas cuestiones que pasaban en la vida política, eso es paralelamente también. Pero en realidad empecé a tener más seguidores y a tener un poco más de viralización primero por la parte del fútbol”, contó a MDZ.

Coti se muestra en contra del término influencer y se considera “una persona común y corriente, que solamente tiene un teléfono y tiene Twitter e Instagram, nada más que eso, opino sobre algo y ya está”. En cambio, sí llega a aceptar el término de referente en algunos sectores, “pero solamente soy una persona que tiene seguidores y que a veces puede darles herramientas útiles”.

“Uno usa las redes sociales para muchas cosas, algunos para mostrar su negocio, otros para hablar con sus amigos y muchos para pensar y decir lo que sienten. Bueno, yo la uso para escribir lo que pienso sobre determinados temas”, explicó.

Constanza Bravi es furor en Twitter con sus opiniones sobre fútbol, política y criptomonedas. Foto: Juan Ignacio Blanco/MDZ

Por las características y las expresiones políticas que expresa, Coti tiene un perfil en cierta forma polémico. Esto implica que posee una gran comunidad de seguidores con su mismo pensamiento, pero también un porcentaje de aquellos que difieren y pueden responder de una manera no tan agradable: los haters. La joven señaló que al principio le impactaban de forma personal esos comentarios negativos, “uno por ahí tiende más a tomarse de forma personal personal las cosas negativas. Las positivas pasan y las negativas no. Antes lo vivía así, pero después uno acostumbra a las redes sociales, y entiende que hay una pantalla de por medio, uno no se conoce con el otro. Siempre tengo en cuenta eso, en las redes es muy fácil opinar. Pero hoy en día no me afectan los haters, de hecho por ahí trato calmarme”.

A partir de esa comunidad de seguidores, entiende que logra más llegada que otras personas y abarca mayor cantidad de gente, lo que utilizó para emprender acciones solidarias, que comenzó en plena pandemia con la ayuda a comedores comunitarios.

“Consciente de que tenía seguidores, aunque no los que tenía ahora, traté de hacer una comunidad y hacer viral las necesidades que habían porque era una causa muy noble, así empezamos”, contó. Y esa comprensión de su poder para generar mayor repercusión le permitió, por ejemplo, en los últimos días reunir más de $200.000 para realizar donaciones a comedores de Mendoza.

“La idea para mí de las redes es acercar herramientas. Hace un tiempo me habían dicho una frase muy copada que es poder construir puentes entre gente que no se conoce. Hay alguien tiene una necesidad y hay gente que la puede solucionar por otro lado, pero no se conocen. Ese es el rol en este tema más solidario, juntar la persona que tiene la necesidad o viralizar la necesidad y gente que la puede saciar o puede contribuir a esa causa”, explicó.

Y mi perfil político es tratar de darle herramientas a la gente para poner temas sobre la mesa que nadie habla de eso, yo voy, escribo y lo critico para que la gente se entere de lo que está pasando, que para eso sirve Twitter en realidad”, cerró.

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