Elecciones 2023

Voto made in Taiwan: el orgullo de una familia extranjera por poder votar

Una familia inmigrante de Taiwan votó y se mostraron orgullosos. Llegaron hace 20 años y ya tienen hijos argentinos. La historia

Felicitas Oyhenart
Felicitas Oyhenart domingo, 22 de octubre de 2023 · 11:43 hs
Voto made in Taiwan: el orgullo de una familia extranjera por poder votar
Foto: Felicitas Oyhenart / MDZ

Wen shen Lin llegó de Taiwán junto a su esposa en el año 1995 y hoy, como ciudadanos y emprendedores mendocinos, votaron con ganas. Estas elecciones presidenciales, una vez más con entusiasmo se acerca a las urnas para emitir su voto como ciudadano de Argentina.

Wen shen llegó a la escuela a media mañana junto q su esposa y su hija. Revisaron el padrón pegado en la puerta de la Escuela Edmundo de Amicis de la sexta sección de la Ciudad de Mendoza y se dirigieron a votar. Los tres llevan en su mano su DNI argentino y van directo  a la mesa que les tocó.  Wen vive muy cerca de la escuela y no tiene dudas en invitar a visitarlos para conocer sobre su cultura y país. Aunque seguro será más fácil encontrarlo en su local de comida vegetariana, ubicado en calle Catamarca y San Juan, el cual abrieron con mucho esfuerzo hace casi 20 años. De hecho fue de los primeros locales de ese tipo en el microcentro mendocino. En esa zona son conocidos y pasan una gran cantidad de horas al día.

Wen y su esposa admiten que no hablan muy bien español, por eso prefieren que su hija sea quien habla. Evangelina Lin tiene 24 años, nació en Mendoza y con una gran sonrisa comparte por qué para ellos es tan importante ser parte de estas votaciones. “Votar para nosotros significa ser parte de la Argentina y ser un ciudadano, el voto es obligatorio y además nos da la posibilidad de elegir”, cuenta Evangelina Lin.

Toda la familia siente un profundo cariño por el país que los acogió. “Nos gusta mucho el territorio argentino, lo elegimos para quedarnos. Acá tenemos familia y amigos”.

Los Lin continúan su caminata rumbo a su casa en la sexta sección, y nuevamente Wen Shen reitera la invitación a acompañarlos un día en su casa para conocer su país de origen. “¡Eso sí que es lindo para hablar y contar!”, expresa Wen desde lo lejos, quien finalmente deja descubrir que su español con acento oriental no era difícil de comprender cómo él creía.

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