En primera persona: el crudo relato de un cura argentino en la Franja de Gaza
Por su ministerio, el sacerdote argentino se encuentra trabajando en la única iglesia católica de Gaza.
El estallido de la guerra en Israel tras los ataques terroristas del grupo fundamentalista islámico Hamás logró que el pánico reine en Medio Oriente. Tanto en Franja de Gaza como en Israel, los muertos ya superaron las centenas y entre ellos se lamentó la vida de argentinos que residían en la zona afectada. Mientras miles compatriotas buscan la salida del país israelita, en Gaza continuará Gabriel Romanelli, párroco argentino que lleva a cabo su ministerio en medio del conflicto.
Aunque el cristianismo es una religión minoritaria en la región y, principalmente, en los territorios musulmanes, la Iglesia tiene presencia en casi todos los lugares donde hay fieles. En la hoy bloqueada Franja de Gaza por el ataque que busca terminar con Hamás, el párroco es el presbítero argentino Gabriel Romanelli, que administra la parroquia católica Sagrada Familia.
El propio sacerdote, que ahora se encuentra varado en Belén, Cisjordania, y espera volver a su comunidad, habló con la prensa vaticana y contó la realidad de su feligresía: "En la parroquia de Gaza se encuentran unas 150 personas que han perdido sus hogares o que buscan un lugar seguro tras los bombardeos, aunque las redadas afectan a toda la Franja, pero por ahora sin muertes ni daños en la comunidad cristiana".
El propio Romanelli relató que la comunidad "está haciendo lo mejor que puede en esta situación. Hasta el momento -y esperemos que nunca suceda-, no ha habido ninguna muerte. Tenemos muchos refugiados. En la parroquia están acogidos algo menos de 150 y luego tenemos otra familia en otro centro, y en el colegio Sagrada Familia también acogemos a varios vecinos que vinieron a refugiarse. Muchos han abandonado sus casas, buscando refugio en casa de algún familiar o amigo, en un lugar un poco más tranquilo; pero en estos tres días toda la Franja de Gaza ha sido bombardeada y, por tanto, nadie puede decir dónde están más seguros”.
El relato de Romanelli desde Belén
Marcó también la realidad que viven los católicos en la Franja de Gaza, donde podría suponerse, a priori, que los cristianos se encuentran en la mira dl islamismo: “Gracias a Dios, las estructuras de la Iglesia Católica siempre han sido respetadas, sabiendo que no entramos en ninguna cuestión política o militar y que la nuestra es una misión de paz, una misión humanitaria, donde tenemos nuestros feligreses, donde tenemos niños discapacitados y personas que necesitan ayuda o están abandonadas, a los que asistimos con las hermanas de la Madre Teresa y los padres del Verbo Encarnado. Nuestras escuelas siempre fueron lugares de acogida donde damos la bienvenida a las personas”, dijo.
Luego del comunicado del Patriarcado Latino de Jerusalén, diócesis de la Iglesia Católica en la región, sobre la gravedad de la situación, Romanelli agregó: "Nos dio indicaciones concretas por parte del Ejército de Defensa de Israel para evacuar algunos barrios que podrían ser atacados. No soy analista político y no entiendo mucho de esto, pero sé que esta realidad sería terrible”, sobre un posible avance por tierra de las fuerzas israelíes. Además, contó que el Papa Francisco se comunicó en dos oportunidades con él para "expresar su cercanía a la comunidad parroquial y a todas las personas que están siendo refugiadas en la parroquia".