Femicidios

¿Y ella qué hizo para que la mataran?

Con el paso de los años, la mirada hacia la violencia de género ha ido cambiando. Sin embargo, no se modifica el número de femicidios ni tampoco la sospecha social sobre el accionar previo de la víctima. Es necesario poner el foco en la responsabilidad de los 3 poderes del Estado en la prevención.

Laura Fiochetta
Laura Fiochetta jueves, 7 de julio de 2022 · 21:21 hs
¿Y ella qué hizo para que la mataran?
Foto: TELAM

Hace más de una década, en Argentina, los medios de comunicación y la sociedad llamaban crímenes pasionales a los femicidios. Como muchos de los asesinatos eran cometidos por maridos, novios, ex, padres, amigos se los llamaba así. Pero la violencia hacia las mujeres nunca puede ser un ataque de pasión. Con el paso de los años, la mirada sobre la violencia hacia las mujeres ha ido cambiando hacia una postura con perspectiva de género y de derechos humanos. Sin embargo, no se modifica el número de muertas ni tampoco la sospecha social, tantas veces presente, sobre qué hizo la víctima para terminar en manos de un femicida. 

El femicidio es el último eslabón de la violencia. Lo que empieza con un desprecio, sigue con un golpe y termina en muchísimas ocasiones en la muerte. Sin embargo, no siempre un femicidio ocurre con un recorrido de violencia previa, muchas veces el desenlace letal ocurre de inmediato.

Desde el 1 de enero al 30 de junio de 2022, se produjeron 143 femicidios en el país, 3 trans/travesticidios y 9 femicidios vinculados de varones (los mataron por tener alguna relación con la víctima), según un nuevo informe del Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano” que dirige La Casa del Encuentro.  
Entre los datos que arrojó el informe semestral consta que 162 niños, niñas y adolescentes se quedaron sin madre, el 66 % son menores de edad; el 58 % de los agresores eran parejas o exparejas. El lugar más inseguro para una mujer en situación de violencia continúa siendo su vivienda o la vivienda compartida con el agresor (62 % fueron asesinadas en su hogar). Y en términos absolutos, Buenos Aires sigue siendo la provincia con más casos, seguida por Santa Fe, Córdoba, y Santiago del Estero.

Si comparamos estos datos con los de la misma organización no gubernamental pero de hace diez años atrás, podemos decir que la situación no han mejorado. Las estadísticas anuales de 2012 arrojaban 255 femicidios, es decir un poco menos que ahora. Aunque la recolección de datos ha mejorado con el pasar de los años, además de que se ha ido aplicando la ley 26.485 (de protección integral de violencia hacia las mujeres en todos los ámbitos donde desarrollen sus relaciones interpersonales) que obligó al Estado a generar sus propias estadísticas.

Esta norma que fue reglamentada en 2009 , más la incorporación de los temas de género en la agenda pública y en la sociedad - en especial entre las infancias y la juventud- han ocasionado cambios.

Sin embargo no bajan los femicidios y tampoco las sospechas sobre el accionar de las víctimas previo a su asesinato. El ex jefe de la policía local, Roberto Munives, cuando en diciembre del 2020 fue asesinada la joven Florencia Romano, advirtió; "Quisiera resaltar a toda la comunidad que hechos como estos son evitables a través de la educación, a través del cuidado, del seguimiento que debemos tener los padres sobre nuestros hijos y que este tipo de hechos no se deben repetir, no se deben producir precisamente porque debemos tener, ante todo, dentro del seno familiar un diálogo y apertura",

¿La responsabilidad de que una adolescente muera en manos de un femicida es de su familia o de la propia víctima? ¿No deberíamos preguntarnos- a la luz de las normas vigentes- tiene que ver el Estado con que no garantiza que las niñas y mujeres podamos circular libremente sin el peligro de ser asesinadas? Ejemplos sobran: en 2014 Melina Romero asistió a un boliche en el partido de San Martín (Buenos Aires) y su cuerpo de 17 años fue encontrado en un predio cercano al CEAMSE de José León Suárez. Los ojos estuvieron puestos en la costumbre de ir a los boliches de Melina.

Cuando las chicas desaparecen, y luego aparecen vivas, aún sobrevuela la crítica social de por qué el Estado gastó recursos en buscarlas si en realidad estaban "con un novio" o "pasándola bien", en vez de resaltar que no fueron asesinadas y que además, hubo un sistema estatal que fue eficaz en la búsqueda.

Agostina Trigo fue asesinada en los últimos días en San Martín, Mendoza ¿Por qué fue tan tarde a buscar trabajo?, Porque necesitaba trabajar para alimentar a su hijo. La pregunta que deberíamos volver a hacer es: ¿Qué hacen todos los poderes del Estado, qué hacemos como sociedad para poner fin a una problemática que no para? 

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