De Luján de Cuyo al mundo para develar los secretos del espacio exterior
Marcos Bruno (26) ya fue convocado dos veces para experimentar cómo sería estar en la Luna y en Marte. Es ingeniero mecatrónico egresado de UNCuyo y emprendió en 2020 una exitosa compañía que tiene llegada internacional. Su nombre está en un satélite pronto a orbitar alrededor de la Tierra.
Cada vez que vuelve la mirada al pasado, Marcos Bruno (26) no deja de asombrarse. Encuentra entre millones de recuerdos a ese niño que se ensimismaba para conocer los secretos de cada una de las cosas que lo rodeaban. Interesado por descubrir los porqué de todo; en ir siempre un poco más allá. Un juguete, no era un juguete en sí mismo, era más bien, un objeto con un fin y con muchas cualidades por descubrir. Su mirada analítica; entremezclada con una capacidad innata para la ciencia y la técnica fueron los condimentos que lo llevaron por caminos por los que -asegura- jamás pensó que podrían abrirse para él: "un chico de Luján de Cuyo, que no es tan inteligente como todos piensan; sino más bien, que tiene voluntad y ganas de cumplir un objetivo cuando así se lo propone", tal como se describe.
Ahora, su interés está puesto en el cielo; en ir por su sueño de ser astronauta. Ese que de a pasos agigantados, va cumpliendo algo así como la antesala de un gran futuro que se abre con cada oportunidad que toma para seguir creciendo. Justamente, en muy poco tiempo, el satélite que lleva su nombre (entre el de otros jóvenes argentinos) será puesto en órbita por la empresa nacional dedicada a la creación de nanosatélites Satellogic.
Pisando "tierra marciana"
Para comprender el motivo por el cual con solo 26 años el mendocino ha logrado transformarse en un referente a la hora de vivenciar los posibles escenarios que existen en la Luna y en planetas como Marte, es necesario remitirse a su historia. Marcos es ingeniero mecatrónico egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Cuyo y ya fue convocado en dos oportunidades por la Mars Society junto a otros jóvenes de América Latina para vivenciar y permitir reconstruir espacios de simulación para futuros astronautas. Allí, a miles de kilómetros de su Mendoza natal, en las áridas tierras del sur de Texas, Estados Unidos, Marcos fue en 2021 a experimentar cómo es llevar puesto un verdadero equipo de astronauta. En medio de una reconstrucción analógica de ese planeta por explorar, fue Marcos. Asegura que en esos instantes sintió por que realmente estaba a miles de años de luz de la Tierra.
La experiencia sirvió de base para simular cómo es la permanencia al pisar territorio marciano. Cuenta que fueron segundos en los que supo que parte de sus ansias por estar en el espacio comenzaron a ser cumplidas. Ahora su objetivo es prepararse lo suficiente como para llegar a ser parte de una tripulación con destino a otros mundos. Marcos comparte que ese fue uno de los momentos más importantes de su vida.
Pero no el único. Dos años antes, se había puesto la escafandra y el traje de astronauta, para pasar dos semanas de inmersión total en el Hábitat Inflable Lunar-Marte (ILMH). Hoy, una parte de esos equipos evaluados por la NASA en esa fase experimental de reconstrucción, son utilizados fuera de la estratósfera. Una gratificación para el mendocino, que hasta hoy, no tiene descripción posible. Su agradecimiento hoy va a todas aquellas personas que en su camino hicieron posible vivir estas experiencias; pero también a su familia, que asegura, siempre se ocupó de fomentar su curiosidad, de acompañar cada etapa de su desarrollo intelectual.
Cinco minutos que cambiaron su vida para siempre
Hay una fecha que Marcos recuerda como un antes y un después en su vida. Fue el 6 de noviembre de 2014 cuando su interés por los temas del cosmos lo llevaron a asistir a una presentación que brindaba nada menos que un astronauta de la NASA, Ellen Baker. Dice que fueron unos cinco minutos en que toda su atención se concentró en esa persona que estaba frente a él representando todo lo que desde entonces quería ser.
"Desde ese momento me di cuenta de que podía soñar con eso", dice a MDZ Marcos, mientras se prepara para una presentación en Nueva México (Estados Unidos), donde está desde el viernes representando a la empresa de recopilación y análisis de datos de la cual es co-fundador, Merovigian Data.
Inteligencia artificial para mejorar proyectos
Esta vez, el motivo que lo mantiene lejos de Luján de Cuyo, tiene que ver con los negocios. Justamente, la compañía que Marcos creó junto a dos amigos en 2020 es una de las elegidas de América Latina para ampliar los proyectos en relación al uso de datos de las organizaciones por medio de la inteligencia artificial. El objetivo central de su organización es nada menos, que avanzar en la creación de nuevas oportunidades para las organizaciones públicas y privadas. "En el actual contexto el manejo de los sistemas de datos será lo que marcará la diferencia entre el éxito o el fracaso de una organización", dice el mendocino que ya se destaca a nivel mundial.
La necesidad de democratizar la información y el acceso a la ciencia y la tecnología es el hilo conductor que une todos los proyectos de Marcos. Justamente por eso, en su trayectoria como estudiante primero y como investigador y ejecutor de uno de los emprendimientos de inteligencia artificial más exitosos el mendocino comparte charlas en todo espacio que puede. Quiere llegar a lo más jóvenes con su mensaje: "He tenido la oportunidad de conocer a gente increíble; la verdad es que nunca me hubiese imaginado estar donde estoy en la actualidad", dice Marcos del otro lado del teléfono y a 8 mil kilómetros y medio de distancia de Mendoza.
Reflexiona al decir que "yo estoy muy lejos de ser un chico muy inteligente, pero sí soy alguien que se esfuerza mucho por cumplir sus objetivos". Por eso, quiere destacar que en realidad no hay imposibles; que en realidad a veces las propias personas son las que se ponen sus propias limitaciones para avanzar en el cumplimiento de un gran anhelo. "Dejemos que el mundo sea el que nos diga que no podemos. Que el no, no esté de entrada en nuestra cabeza. Yo fui de los que en algún momento pensó en que no iba a poder y cuando cambié mi perspectiva, las puertas se fueron abriendo. Y aquí estoy, representando a Argentina y a mi empresa", concluye minutos antes de continuar con la inserción de su compañía en el exterior.