Fue víctima de una ciberestafa y el banco deberá indemnizarlo por $600.000

La Justicia de Córdoba condenó al Banco BBVA de la localidad de San Francisco a indemnizar a un cliente que fue víctima de una estafa por medio de un ciberdelito. Esto se dio bajo la argumentación de que no se habían instrumentado los medios para proteger los datos del demandante, según ordenó el Poder Judicial cordobés.

El 28 de junio de 2021 Nicolás Urquía inició una demanda contra el banco antes nombrado en la sede San Francisco, para que se declare la nulidad o, en su defecto, la inexistencia de un préstamo personal que estaba a su nombre, pero el negaba haber gestionado. Urquía explicó que recibió un mail con un formato idéntico al utilizado por el banco, que tenía como supuesto objetivo la "actualización de datos personales" mediante un enlace que redirigía a una página web también muy parecida a la del home banking.

El damnificado completó sus datos sin miedo, ya que creía que estaba enviando estos al mismo banco en una operación legitima, sin saber que realmente estaba brindando su información a estafadores, como indica el fallo oficial que se dio a conocer "completó sus datos confidenciales, sin temor, en tanto desconocía que los estaba enviando a personas ajenas al banco".

A partir de ahí, los ladrones accedieron a su cuenta virtual, cambiaron el número del celular al que se enviaban las claves necesarias para acceder a los pagos y comenzaron a operar como si del titular se tratase. Luego de esto, aumentaron el límite máximo de las transferencias, solicitaron un préstamo personal de $300.000 que terminaron transfiriendo a una cuenta desconocida por el denunciante.

La sentencia final determina que Urquía fue victima de una ciberestafa por medio de la técnica denominada como phishing, que tiene como objetivo engañar a la victima para conseguir su información personal y acceder a sus cuentas. Carlos Viramonte, juez de la causa definió que el "deber de preservar la indemnidad de la persona y bienes de los consumidores y usuarios" es una "obligación" de la entidad bancaria.

El juez también sostiene que el banco deberá "adoptar medidas de prevención de riesgos, de manera tal que los bienes y servicios, usados en forma normal, sean seguros para el consumidor o usuario, y que no causen daños a su persona y sus bienes", respaldándose en el artículo 40 de la Ley 24.240 de Defensa al Consumidor. Se confirmó la condena al banco a que restituya las sumas debitadas al demandante, además de una indemnización de $200.000 por daño moral y otra de $400.000 por daño punitivo.