Superbarbijos

Así son los barbijos especiales diseñados y creados en Argentina

Los mismos cuentan con una triple capa antibacterial y antihongos. Fueron lanzados por el Conicet, la UBA y la UNSAM. Cada unidad cuesta $324.

Redacción MDZ
Redacción MDZ sábado, 8 de agosto de 2020 · 17:12 hs
Así son los barbijos especiales diseñados y creados en Argentina

Científicos del Conicet, de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) desarrollaron superbarbijos que contienen telas tratadas con activos antivirales, bactericidas y fungicidas. Fueron aprobados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Instituto de Virología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Hace unos días atrás se firmó la licencia para poder comercializar los superbarbijos. Se trata de una mascarilla con tiple capa de protección antibacterial, antiviral y antihongos. Su duración equivale a 15 barbijos descartables. La PyME textil Kovi S.R.L. puede crear 4 millones de barbijos por mes. 

Lucas Guz, uno de los integrantes del equipo de físicos, químicos y microbiólogos de la UBA y la UNSAM, habló con Infobae y explicó lo siguiente: “La experiencia fue vertiginosa. Apenas comenzó la pandemia, nos reunimos de manera virtual con un grupo de investigadores del 3iA y el IFIBA, con quienes llevamos mucho años trabajando juntos, y nos pusimos a pensar cómo ayudar desde la ciencia de los materiales para mitigar o disminuir los efectos de la enfermedad”.

Y agregó: “Pensando qué materiales generar para inactivar el virus o disminuir el riesgo de infección surgió la idea de armar barbijos con compuestos activos con efecto antibacterial y virucida”.

“En casos de emergencia extrema, es muy importante contar con recursos propios, tanto intelectuales como materiales. Poder generar ese tipo de desarrollos en el país es soberanía nacional”, sostuvo Guz. 

Belén Parodi, investigadora de Unsam, explicó: "La Argentina incorpora muchos productos que vienen de China y otros países porque, en muchos casos, son más económicos que los que se fabrican acá. El tema es que así van destruyéndose nichos. Necesitamos que el Estado apueste a proteger líneas estratégicas. Por ejemplo: la producción de barbijos. Un país no puede quedarse sin barbijos o materiales de primera necesidad que, en cuanto el mundo se cierra, faltan”.

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