Tras el anuncio del gobierno

Jóvenes y bares: lo que se esconde detrás de la prohibición por 15 días

¿Son los miembros de la comunidad juvenil y los bares realmente protagonistas de la curva de contagios reciente?

Diego Gubinelli lunes, 3 de agosto de 2020 · 16:00 hs
Jóvenes y bares: lo que se esconde detrás de la prohibición por 15 días
Foto: ALF PONCE / MDZ

Tal como fue adelantado por MDZ durante el fin de semana, el gobierno provincial decidió frenar la actividad nocturna realizada en bares. Durante el anuncio fue exhibida la evidencia estadística que los lleva a optar por la presente restricción. No obstante, el cierre de bares –sin incluir restaurante y cafés- puede desembocar en mayores problemas entre la juventud señalada.

Lo cierto es que los bares permiten un control un tanto mas estricto a la hora de establecer reuniones sociales.  Es claro que, en base a las nuevas restricciones impuestas durante 15 días, la estrategia puede resultar completamente al revés: la gente comenzará a juntarse de manera clandestina y los posibles brotes de casos no tendrán nexo alguno o, en la mayoría de estos, los involucrados no querrán otorgar información al respecto por miedo a represalias.

Los bares, así como constituyen un foco de numerosas personas interactuando, pueden también ser la mejor opción para mantener en equilibrio la triada que constituye salud-economía-interacción social. Este ultimo punto mencionado es fundamental, considerando que una cuarentena de más de 100 días condiciona factores psicológicos. No significa que se subestime la letalidad del virus o se deje de creer en el, sino que la población considere apegarse a la convivencia responsable con la Covid-19 hasta que exista una vacuna que logre regresar progresivamente a la normalidad.

Una de las quejas mediante redes sociales por parte de la juventud es que, en la mayoría de los casos, son ellos los que respetan normas básicas (como el uso de barbijo o tapabocas). Mientras que, paradójicamente, muchos adultos –considerados grupo de riesgo- no obedecen esta mínima y simple reglamentación. Lo cual no significa que un grupo sea más o menos responsable que el otro, pero que el "peso del estigma" no debe caer sobre ellos.

El gobernador Rodolfo Suarez explicó en conferencia de prensa que el 50% de los casos corresponde a jóvenes (gente que oscila entre los 15 y 39 años). Es completamente lógico que, ante mayor asistencia de gente a locales gastronómicos, más probabilidades de contagio haya. Sin embargo, ¿cuál es la diferencia entre cafés, restaurantes y bares? En teoría, el seguimiento de protocolos es el mismo. Además, los mismos jóvenes pueden mudar sus actividades recreativas y sociales a estos, lo cual podría generar colapsos de reservas debido a que son los únicos sitios donde son permitidas las reuniones entre amigos o familiares. Y volviendo a lo dicho anteriormente, esto puede desembocar en mayor número de juntadas clandestinas y menos explicaciones a la hora de dar información al ministerio de salud.

Por otro lado, algunos emprendimientos que principalmente desempeñan su trabajo en relación a la utilización de un local en formato bar, sin la viabilidad de operar como café o local gastronómico; enfrentarán un nuevo derrumbe económico que, más allá de ser durante 15 días, se acentúa considerando lo ocurrido en los últimos meses.

“Es difícil determinar la cantidad de contagiados en un lugar. No solamente se producen en bares. Detectamos que arman juntadas en casas y vamos a hacer uno monitoreo de redes”, fueron las palabras del mandatario mendocino. A pesar de la voluntad del ente gubernamental, parece totalmente utópico pensar en un buen grado de efectividad para controlar juntadas no permitidas. Mediante bares, el monitoreo es mas efectivo porque los establecimientos se encuentran expuestos y con el riesgo de percibir grandes sanciones económicas. 

Los focos de contagios más preocupantes son aquellos que incluyen a personal de salud, siendo estos los trabajadores de primera línea que ponen en riesgo su vida y la de sus familias al estar expuestos ante un virus sumamente contagioso y sin el material sanitario correspondiente. Esto trasciende lo que pueda o no suceder en un local gastronómico y quizás debió ser atendido con mayor responsabilidad desde un principio.

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