Autos a escala: la fascinación de "niños adultos" que no sabe de crisis
Los autitos de colección, en su gran mayoría importados, pueden representar una importante inversión hasta en dólares para sus fanáticos. "A veces nuestras mujeres no tienen que enterarse de todo", se escuchó este sábado en la exposición que se presenta en La Barraca Mall
Dedicación, pasión y, por sobre todas las cosas, fascinación, son algunas de las motivaciones con las que uno se encuentra cuando se acerca al universo de los coleccionistas y, por supuesto, el submundo de quienes coleccionan autos a escala no es la excepción.
Son adultos, sí, pero pareciera que nunca dejaron de ser niños al verlos como tratan a esa réplica de un vehículo que tal vez vieron en alguna película, en alguna competencia automovilística o quizás sus padres o sus abuelos tuvieron el mismo en tamaño real.
A una gran parte de mendocinos que comparten esta 'locura' por los autos a escala se los puede encontrar en el DCM (Diecast Club Mendoza) y, particularmente este sábado y domingo, presentan una exposición imperdible en la Sala de Arte de La Barraca Mall en Guaymallén.
Autos, motos, camiones, maquinaria pesada, vehículos de guerra y un sinfín de subdivisiones según la fama, la época o la trascendencia de cada uno, son las piezas que engalanan esta nueva muestra del DCM que cuenta con expositores de San Rafael, San Juan y varias provincias más.
"Nosotros siempre decimos que estos no son autos para jugar, más allá de que la mayoría empezamos con los Hot Wheels, los Matchbox o los Bubys", afirmó a MDZ, Fernando Ortuvia, el presidente del Diecast Club Mendoza.
El postulado del presidente del DCM se comprende cuando, preguntando entre los coleccionistas, se conoce que gran parte de los modelos son importados o se consiguen en Buenos Aires y los valores promedian entre los $700 hasta US$200 en algunos casos.
Sin dudas que es un hobby que, como todos, requiere cierta inversión, pero además de que cada quien conoce los límites de sus ingresos o del dinero que puede destinar para ello, entre los miembros del DCM existen los intercambios y el trueque de piezas.
Los coleccionistas se autodefinen adictos a un "vicio sano", pero que puede llegar a representar un desembolso importante de dinero que "las mujeres no deben enterarse del todo", como se le escuchó decir a uno de ellos en la Sala de Arte de La Barraca.
Para quienes gusten de los autos, de los juguetes o simplemente quieran conectar con su infancia o llevar a sus hijos en el comienzo de las vacaciones de invierno, una parte de la exposición está dedicada a la venta de piezas y se pueden encontrar modelos que van desde los $130 a los $1200.