Una joven enfermera realizó un parto en un micro en la montaña
Una joven estudiante de Enfermería de 19 años ayudó a la esposa de un gendarme a dar a luz durante un viaje en colectivo en alta montaña.
Una joven estudiante de 19 años ayudó a la esposa de un gendarme a dar a luz durante un viaje en colectivo en alta montaña.
Ocurrió ayer a la tarde en un micro de media distancia que hacía la ruta Uspallata - Mendoza, en el cual viajaba Celeste Alemany, una joven de 19 años que se dirigía a la capital provincial para iniciar sus estudios de segundo año de la carrera Enfermería Profesional que cursa en el Idicsa.
Cuando el colectivo había pasado Potrerillos, Celeste notó que el micro frenaba cada tanto o bajaba la velocidad, hasta que vió al chofer acercarse a una pasajera embarazada que estaba algunos asientos detrás suyo para preguntarle si estaba bien, dado que la mujer se mostraba adolorida e incómoda.
Debido a la situación, la estudiante y otra mujer que adujo conocer primeros auxilios asistieron a la embarazada. “Le pedimos a la señora que se relajara y respirara tranquila, mientras ella se ventilaba con una hoja porque tenía calor. Además la mujer que estaba conmigo le tomaba la mano y acariciaba la panza para tranquilizarla, porque necesitábamos que la embarazada inhalara y exhalara aire para que le llegara oxígeno al bebé”, relató Celeste a MDZ.
Para calmarla, Celeste comenzó a charlar con la embarazada y ahí se enteró que era esposa de un gendarme, que estaba a su lado. “Nos contó que ambos eran oriundos de Formosa, que estaban en Uspallata por el traslado del gendarme y que viajaban a Mendoza para ella internarse en un hospital, porque tenía fecha programada de parto para el miércoles”, recordó la joven. Mientras tanto, uno de los pasajeros guiaba al chofer hacia un centro sanitario en Luján y el marido de la parturienta llamaba al servicio de emergencias.
Si bien al principio sudaba y tenía pequeñas contracciones, alrededor de las 17 la mujer comenzó a sentir dolores más intensos. “Ví en mi celular que el reloj marcaba 17.08, y justo en ese momento tuvo una contracción, que se repetían cada cinco minutos”, repasó la estudiante. Unos diez minutos más tarde, la embarazada ya no aguantó más, y tanto Celeste como la otra mujer tuvieron que sacarle parte de sus ropas.
“Al abrirle las piernas noté que ya estaba asomada la cabecita del bebé. A esa altura lo único que quedaba era sacarlo. La mujer pujó una vez y terminó de salir la cabeza del niño, a la segunda puja quedó afuera la mitad del cuerpo, entonces lo agarré y terminé de extraer. El nacimiento fue a las 17.25”, narró Celeste.
Mientras cubría al recién nacido y le pedía a la madre que lo tuviera de costado para que terminara de expulsar la mucosidad que aún obstruía las vías respiratorias, Celeste notó que en el momento del parto se había cortado el cordón umbilical: “No le podíamos hacer un nudo al cordón hasta que me acordé que tenía puesto un colín, por lo que me lo saqué y lo puse en el extremo para terminar de anudarlo”.
Pocos minutos después el colectivo llegó a un centro sanitario en Luján de Cuyo, donde personal de enfermería y una médica asistieron al bebé y la madre para estabilizarlos y controlar que su salud estuviera bien, dado que se trató de un parto antiséptico.
Afortunadamente, tanto la madre como el niño, que se llama Gianfranco, se encuentran en buen estado de salud.