MDZArte

Fernando Jereb, el artista detrás de las utopías

Hoy damos comienzo a un ciclo de arte que nació con la idea de ver al artista que se esconde detrás de una obra en: palabras, imágenes e ideas. ¿Cómo nace el arte? ¿Qué sentimientos atraviesa el interprete? ¿Cómo se inspira? ¿En qué sueña? Hoy nos responde: Fernando Jereb. 

jueves, 11 de abril de 2019 · 09:16 hs

Profundo, cálido, coherente y presente, Fernando Jereb fue el elegido para arrancar este ciclo artístico: MDZ Arte.  El mismo nace bajo el concepto de  mostrar cada una de las ideas, utopías, sensaciones, emociones, palabras y sueños que esconde una obra de arte. 

De Fernando hemos visto “corchos casa”, paisajes... Actualmente, el mismo, hoy se encuentra trabajando en utopías de una sociedad civilizada.

Conocelo más en este mano a mano:

-Nombre y apellido:

-Fernando Jereb. Soy artista plástico, visual, pintor. Me dedico a la pintura pero también he trabajado en algunas intervenciones con objetos, esculturas y materiales reciclados.

-Te dicen:

-Tengo varios apodos según mis diferentes grupos de amigos y estos amigos según la época en los cuales los he conocido. Algunos me dicen “Turco”, “Turquito”, “Cabeza”, “Cabezón”, “Maestro”, también. Los que están muy metidos en el mundo del arte lo decimos con ironía o también con uno tono afectivo, reconociendo mi participación en el mundo del arte. Y “Turco” por mi apellido que no es turco pero si esloveno y “Cabeza” será por el tamaño de mi cráneo calculo.

-Autodidacta o estudiado:

-Estudié. Comencé con arquitectura más precisamente dos años en la universidad pero me costaba muchísimo, no era lo mío aunque me sigue fascinando la arquitectura. Así me metí en la facultad de Arte. Hice 5 años en la misma y en 5to año abandoné siendo escolta. Tenía un promedio buenísimo: 9.37, pero me casé, empecé a trabajar mucho, con hijos y tuve que dejar el estudio. Pero a mi me parece que en este rubro uno sigue estudiando permanentemente y durante toda la vida, además uno también es autodidacta durante toda la vida. Hacemos esto de de jugar a la prueba y error y en estas épocas uno estudia y es autodidacta. Va de la mano.

-¿Qué es el arte para vos?

-Es increíble como a mi me cuestan las definiciones y más pensando en la palabra arte que es tan amplia, pero si tendría que ser concreto y buscar algo conceptual diría que es una metáfora sobre la vida: el hombre, su momento presente, su historia y su entorno.

Fernando Jereb

-¿Qué expresa?

-Yo tengo una especie de idea con el arte. Pienso genera una especie de trilogía de triangulo amoroso, porque yo a veces como artista o hacedor soy más espectador que hacedor, tengo esa doble vida. Me parece que uno cuando se para frente a una obra entra en una especie de juego y tiene como la obligación de mirar qué es lo que ha querido expresar el artista en la obra. En ese juego, en esa trilogía, que se genera entre el artista la obra y el espectador y lo que ha querido expresar el artista, uno va descubriendo temores, sus propios miedos, sus propias alegrías y parece que el artista que está dentro de la obra deja un montón de vida, experiencias vividas y la obra hace de filtro de la misma. Del otro lado, el espectador tiene la tarea de descubrir en la obra: los miedos, deseos y expresiones del artista y también los propios. Son como tres planos. Un espacio místico donde la obra queda en el medio del artista y el espectador.

-¿Cómo nació esta necesidad de expresarte a través del arte?

-Yo siempre escucho: “Yo pintaba desde chico”. En realidad todos nos expresamos de chicos y tenemos esa necesidad de mover el lápiz, jugar con los colores y las texturas, cuando somos pequeños. Me empecé a expresar con la pintura en mi adolescencia a eso de los 15, 16 años con dibujos muy oscuros onda Pink Floyd que eran árboles, grietas, mundos, ojos con algunos escritos tipos poesías y esas fueron las primeras imágenes en las cuales yo me expresaba y expresaba este momento de crisis en la adolescencia y después empecé la carrera de Arquitectura, pero cuando arranqué Arte a los 20, 21 hice la primera muestra y me animé a presentar obras en una muestra grupal.

-¿Qué sentís cuando pintás?

-Es extraño decirlo en mi caso en particular, porque yo estoy todo el tiempo con el deseo de pintar y no siempre es un deseo grato. A mi me gustaría pintar desconectado, pero habitan en mí todos los personajes que han estado viviendo mi día, los mismos personajes que uno lleva adentro: los del pasado, del presente y los personajes que van salir en un futuro. No siempre está el hacedor y el pintor solo pintando. Está el padre de familia, el hijo, el hermano, el que le gusta la joda, el laburante, todos estos personajes conviven mientras uno pinta. Todos aliados y la sensación es hermosa cuando se pinta, pero muchas veces la cabeza se dispersa y no todo está alineado para pintar.

Es rara la sensación de alineación. Es similar a la libertad a entrar en un mundo mágico, el que uno crea. Es esa metáfora del cual uno es una especie de hacedor de un mundo nuevo. Yo ahora estoy trabajando en una serie de utopías entonces generar esos micro mundos me genera a mí una cierta sensación de libertad: el poder habitarlos y generarlos.

-¿Cómo te enfrentás a un lienzo blanco?

-Es rarisímo, todo me parece rarisímo. Es loco esto de dedicarse a la pintura. Es como una especie de lucha: un tire y afloja. En mi caso en particular hay momentos de dudas, inquietudes, silencios...

Fernando Jereb

Viviendo en España me sentí muy identificado con un pintor que decía: "Que era como tener muchísimo hambre, encontrarse con un montón de elementos, para cocinar y no saber cocinar". En cuanto uno arranca no hay quien te detenga, no existe el tiempo.  Es impresionante y técnicamente en mis últimas obras empiezo con manchas. Genero una figura abstracta, imágenes sucesivas con transparencias y la mancha me va pidiendo que saque las imágenes que tengo guardadas. 

Todo es como una sensación extraña. 

-Cuando mirás cuadros viejos tuyos, ¿te encontrás o ya no?

-No me encuentro yo en este momento, pero si me traslada en el tiempo y me hace sentir identificado con un momento vivido que llevamos en el ADN. Cada obra es un pedacito de recuerdo que queda grabado en una tela. Es un pedazo de presente, como una metáfora: un pedacito de tela es un recuerdo que queda guardada en el tiempo. 

Me reconozco en una parte de la obra. Siempre estoy presente. 

-¿Cuándo te propusiste vivir del arte?

-Vivir del arte nunca fue una propuesta. Cuando empecé a estudiar en la facultad ya empecé a hacer exposiciones y me di cuenta que se podía vender y podía bancarme para viajes, muestras. Me podía dar el dinero suficiente para poder hacer lo que quería hacer en ese momento y poco a poco el arte me empezó a acompañar. Me fue generando los ingresos para vivir en poco. 

Cuando me dediqué full time a la pintura, con ayuda y alguien que confió en mí, empecé a generarme los ingresos suficientes para vivir. 

-¿Se puede?

-Sí se puede. Hay que trabajar, disfrutar mucho, amar lo que uno hace. 

Fernando Jereb

-¿Cuál es tu sueño

-Me parece que una de las cosas que más me gustaría, de hecho trabajo todo el tiempo en eso, es disfrutar al máximo el momento presente. No sé si lo logro pero es una clave en la vida que me ayuda a trabajar a vivir intensamente a disfrutar de mis hijos, de mi familia. 

Hay un montón de cosas que soy antes de ser artista. 

-¿Te gusta mostrar lo qué hacés? ¿Cómo te llevás con el marketing?

Sí me parece una parte importante mostrar lo que uno hace. No estoy de acuerdo que la obra termine escondida en el taller. Yo disfruto mucho cuando la obra se termina y es con la mirada del otro. Me genera adrenalina, duda, nervios... Es importante poder comunicar con lo que uno hace. 

Expresarse en la obra por expresarse sin compartir con el otro no tiene mucho sentido. 

-¿Qué te inspira?

-Uno puede elegir temáticas. Me parece que hay temas que me movilizan: ruptura de límites entre la tierra, el agua, el aire y el fuego. Tiene que ver con la ruptura de muros en la humanidad. Tengo una mirada utópica sobre una civilización nueva. La inspiración, después de varias horas de trabajo diario, va a apareciendo día a día. 

-¿Qué sentís cuando terminás un cuadro? 

-Me obligo a darlo por terminado, porque siempre quiero seguir haciéndole algo: incorporando cosas, dándole detalles, trabajándolo. Sigo sintiendo dudas y siempre siento que tengo que seguir metiendole unos detallitos más. Cuando termino una obra me dan ganas de seguir otra. 

-¿Cómo le ponés un valor a tu obra?

-Yo tengo un precio promedio que voy manejando. Mantengo los precios, no los subo en plena crisis. No es bueno que la gente no pueda acceder a una obra. 

-¿Quién valora más tu arte el mendocino o el turista? ¿Y tiene que ver con el valor que le das vos?

-No. Es imposible decir que uno valora más que otro el arte. Yo veo que en general la gente disfruta mucho del arte. Yo participo de: "La obra del día" para que la gente que valora mi obra pueda acceder a ellas. Somos varios los artistas que participamos de ella. 

-¿Dónde soñás con ver un cuadro tuyo?

-Puede ser en una buena galería de Londres o New York, pero también disfruto mucho de obras que están colgadas en la casa de personas que quiero muchísimo. Lo disfruto más. 

-¿Qué pieza o cuadro quisieras tener en tu casa que no sea tuyo?

-Hay muchas obras de artistas de Mendoza, argentinos. Pero me gustaría tener: "El beso" de Klimt en algún rincón de mi casa, disfrutaría de verla..