Historias de vida

Mujeres que tras la adversidad iluminan con sus propias vidas

El periodista Alejandro Gorenstein presentó en Mendoza "Mujeres resilientes", que narra 17 historias que tienen en común el hecho de haber superado alguna situación traumática en un determinado momento de sus vidas.

domingo, 20 de octubre de 2019 · 14:06 hs

La adicción al paco llevó a Miriam Mac-Namara a abandonar a sus hijas, pero la vida le dio una segunda oportunidad. Verónica Nani sufrió la violencia de una madre alcohólica, pero logró perdonar y hoy disfruta del amor de sus hijos. Daniela Aza, pese a su discapacidad, descubrió que existen muchas formas de brillar; o el caso de Nicole Aberg Cobo, en el que según sus propias palabras, "la capacidad siempre es mayor a la discapacidad"; o bien, el de Aixa Di Salvo, que logró cumplir el sueño que tenía desde niña tras un accidente a los 12 años que la dejó en sillas de ruedas.

 Se trata de mujeres que le encontraron el sentido a la vida en los momentos más adversos y, en palabras de la psicóloga Tamara Rozansky, “han tenido la capacidad de poder hacer algo muy diferente con aquello que les sucedió porque han podido ponerles luz propia a sus vidas. Mujeres que gracias a su luz propia pudieron brillar con lo más propio de su ser, su fortaleza".

Estos, y otros casos, integran las 17 historias de vida de "Mujeres resilientes" de Alejandro Gorenstein , que presentó el sábado en el Gimnasio "Vitamina" del Barrio Mariano Moreno (Las Heras). Gorenstein es escritor y periodista, autor de "Resiliencia: médicos más allá de la adversidad", "Historias de corazón: chicos que le ganaron a la vida" y "Vidas que enseñan". Escribe para La Nación y Clarín. Y es conocido por el abordaje de las historias de vida. Y en el caso concreto de "Mujeres resilientes", tal como lo define Valeria Schwalb en su prólogo, por historias de vida que muestran que "siempre podemos elegir el camino a tomar, aún cuando no elegimos el hecho a transitar".

Gorenstein explica a MDZ el libro que viene a presentar y aborda detalles de la resiliencia (capacidad para elegir adaptarse positivamente a las situaciones adversas) en las mujeres.

¿De qué se trata "Mujeres Resilientes"?

Son 17 historias de mujeres de todas las edades que no se conocen entre sí, pero tienen en común el hecho de haber superado alguna situación traumática en un determinado momento de sus vidas.

¿Qué hay de diferente en una mujer respecto de un hombre en cuanto resiliencia?

Si bien considero que tanto los hombres como las mujeres somos potencialmente resilientes, me parece que en la mujer está mucho más resaltado el tema de las emociones, la sensibilidad y de expresar aquello que sienten. La mujer se anima a hablar más de lo que le pasa, a compartir sus experiencias. Por un lado, les sirve para hacer catarsis a raíz de lo sucedido y, por el otro, también son conscientes que con su experiencia pueden ayudar a otras personas_ 

Y agrega: 

Hay una frase que dice más o menos así: “La mujer tiene otro temple, otra fortaleza. En donde está el dolor siempre hay una mujer presente. Acompañando en una cama de hospital, recibiendo una mala noticia o despidiendo una vida”_

¿ Qué capacidad de resiliencia hay en una mujer adolescente respecto de una anciana o adulta?

No creo que la capacidad de resiliencia esté vinculada a un tema de edad. De hecho, del libro forman parte 17 mujeres resilientes de distintas edades. Desde una joven que padece parálisis cerebral y lupus (26) hasta una sobreviviente de Auschwitz (92). Y en el medio están las otras historias. Lo que sí creo es que si una persona fue resiliente desde chica, será un adulto resiliente. Ya sea hombre o mujer. Las experiencias adversas superadas generan que la persona tenga mayores herramientas a la hora de sobrellevar más traumas a lo largo del tiempo.

¿Qué otros factores ayudan a configurar un espíritu de resilencia?_

En primer lugar es importante poder reconocer que estamos atravesando esa situación y hacer una introspección sincera para no evadir aquello que nos pasa. La idea, luego de atravesar el duelo, es no quedarse estancado en el lugar de víctima (por qué a mí), sino cambiar el eje de la pregunta: ¿Por qué no a mí? o ¿Para qué a mí? De esta forma, podremos ir viendo el cómo para salir adelante.

Otro de los componentes, muy ligado al anterior, es la iniciativa, capacidad para hacerse cargo de los problemas y ejercer acciones positivas sobre ellos. Como resulta muy difícil poder superar en soledad un hecho de estas características, es muy importante que el entorno más cercano pueda estar presente en estos momentos que tanto angustian a ese ser querido. Por eso, es indispensable ubicar a una figura de sostén, denominado “tutor de resiliencia”, que puede ser una persona cercana del entorno, un amigo, un vecino, un lugar, un acontecimiento o una obra de arte que servirá de bastón y apoyo para ayudar a la persona a renacer tras abordar un trauma.

Un factor importante es el humor. Se trata de ser capaces de reírnos de nosotros mismos. “Al hacerlo nos permite generar una distancia emocional con el dolor que, aunque sea momentánea, genera alivio y bienestar. Si somos capaces de reír y reírnos aún en medio del dolor y aunque sea por instantes, estamos en el camino de la salud”, dice la psicóloga Margarita Rodríguez Suárez.

La creatividad en todas sus expresiones (pintura, literatura, escritura, danza, música, canto, etc) es muy importante a la hora de hacer catarsis, pero también sirve para darnos cuenta que somos mucho más que aquello que estamos atravesando.

La experiencia grupal para afrontar esos traumas es muy importante. Las investigaciones sostienen que cuanto más homogéneo es el grupo en relación a la pérdida sufrida, más se potencia el efecto transformador. La persona que perdió a algún ser querido, que padeció una enfermedad crónica severa o que su integridad física corrió peligro de muerte, se siente a gusto entre pares porque puede compartir sin prejuicios sus sentimientos y sus temores y esa identificación tiene un efecto transformador y potenciador.

También pueden ayudar la terapia tradicional y las alternativas (reiki, autoconocimiento, constelaciones familiares, registros akashicos y meditación, entre otras) y las creencias espirituales y religiosas.

Sin embargo, para mí algo fundamental es poder encontrar el sentido a la vida aún en los momentos más adversos. Se trata de poder encontrar una meta (en algunos casos puede ser el mismo instinto de supervivencia) y fijar nuestra atención en hacer todo lo posible para poder alcanzarla.

¿La resilencia "cae sola" o existe un "background" espiritual que predispone a la persona a esforzarse y apostar a sí mismo?_ 

En primer lugar es importante decir que todas las personas somos potencialmente resilientes. La resiliencia es un mecanismo subjetivo que surge justamente en los momentos en que nos enfrentamos a esas situaciones dolorosas. Por mi experiencia personal noto que estas personas desarrollan la actitud, aptitud, fortaleza, espíritu de lucha y sentimientos de esperanza, entre otras cosas, lo que posibilita que puedan hacerle frente a la adversidad. Son personas que más allá de los pozos que pueden encontrar en el camino tienen en mente ese horizonte al que quieren llegar. Además, se caracterizan por ser empáticos, sensibles y solidarios. Y muchos de ellos, con sus acciones, dejan huellas para mucha gente.

_ ¿Qué historias de vida, al reconstruirlas, encontraste un punto en que para vos "no se puede más", es decir, "hasta acá esta persona llega" y sin embargo te sentiste sorprendido porque finalmente pudo superarlo?_ 

_ Para mí, una de las historias más movilizantes es la de Miriam Mac-Namara. Ella es una mujer que la adicción al paco la hizo abandonar su casa, alejarse de sus hijas y de todos seres queridos. Vivió durante mucho tiempo en la calle, cirujeando, como ella misma dice. Hasta estuvo en una clínica de rehabilitación y volvió a consumir. Sin embargo, cuando su familia pensaba que estaba muerta la vida le dio una segunda oportunidad para recuperar todo lo que había perdido. O, mejor dicho, ella se dio brindo a sí misma la oportunidad de recuperarse, de volver a vivir para ella y para sus hijas. Hoy en día es operadora terapéutica y ayuda a un montón de personas que consumen droga.

¿Por qué  las historias de vida cada vez atraen más a la gente?_

Creo que estamos en un momento en que las personas necesitamos vernos o sentirnos identificados con gente común como nosotros a las que le pasa las mismas cosas, que sienten las mismas cosas y que deben atravesar las mismas o parecidas adversidades. La gente necesita otros modelos con los cuales identificarse. Se trata de buscar referentes, de encontrar aliados, respuestas y hasta ejemplos concretos de cómo encarar las cosas que nos suceden en lo cotidiano. Porque sentimos que si ellos pudieron salir adelante, nosotros también. Esas historias nos contagian fortaleza, empatía, solidaridad y esperanza. Y, principalmente, el legado de que se puede salir adelante por más difícil que resulte el problema.