Muerte, sexo y escándalo en el Perú fujimorista

Mario Vargas Llosa lanza renovadas críticas al régimen de Fujimori y el periodismo sensacionalista en su última novela "Cinco esquinas".

Nicolás Munilla martes, 29 de marzo de 2016 · 19:56 hs
Muerte, sexo y escándalo en el Perú fujimorista

Perú es un país que, al igual que el resto de los Estados de América Latina, pasó por épocas oscuras. Actualmente existe consenso de que uno de esos tiempos fue la extensa presidencia de Alberto Fujimori, entre 1990 y 2000, cuando la corrupción, el crimen organizado, el terrorismo (estatal y guerrillero) y la decadencia económica azotaron a la sociedad peruana.

Ese es el contexto elegido por el célebre escritor Mario Vargas Llosa para su última novela policíaca Cinco esquinas (Alfaguara), en la cual, además, emite una aguda crítica al periodismo sensacionalista o ‘amarillista’ y dimensiona las desigualdades y contradicciones sociales y morales de una sociedad sumida en el autoritarismo.

La novela narra diversas situaciones que ocurren en Lima: una relación lésbica entre Marisa y Chabela, dos grandes amigas que descubren juntas nuevos horizontes en sus sexualidades; un chantaje sufrido por el empresario Enrique Cárdenas a manos del periodista sensacionalista Rolando Garro; la decadencia finalde un veterano artista apodado Juan Peinetas; y las ambiciones de supervivencia de una colaboradora de Garro, la periodista Julieta Leguizamón, alias La Retaquita, siendo una figura que se tornará central a lo largo de la obra. En medio ocurrirá un crimen de tinte mafioso que será la punta del ovillo de un conjunto de historias atravesado por los desmanejos de un régimen autoritario.

Cinco esquinas, que debe su nombre a un emblemático punto de Lima, ubicado en Barrios Altos y es parte de algunos escenarios del texto, desglosa la oscura política de Fujimori, quien le ganó, en segunda vuelva, al propio Vargas Llosa en 1990. El"villano" de la novela es ‘El Doctor’, el verdadero apodo del exjefe de Inteligencia peruano Vladimiro Montesinos (cuyo nombre real no es mencionado en el texto), y Vargas Llosa locaratula como "el amo y señor del Perú". Así representa la cumbre de la tiranía fujimorista y sus consecuencias catastróficas: asesinatos, secuestros, toque de queda, fuga de capitales, cortes de energía y masificación de la pobreza.

En ese marco, el autor revela el accionar mediático que implementaba ese régimen para callar a sus opositores: el periodismo amarillista. En ese sentido, Vargas Llosa pone en tela de juicio cómo se mueven algunos resortes en este tipo de trabajos, que se basa en el escrache y los escándalos tanto de la farándula como de la clase política. Sin embargo, el escritor también realiza, ya casi en las postrimerías del texto, una suerte de reivindicación de esa profesión y su misión: la defensa de la libertad.

Más allá de estos pilares, Cinco esquinas también refleja los distintos aspectos de la sociedad peruana de fines del siglo XX y que, con algunos matices, aún se mantienen. En ese sentido, hay un especial apoyo explicativo en los diferentes sectores de la ciudad de Lima, que se convierte nuevamente en el escenario literario de Vargas Llosa.

Con una mezcla de thriller y erotismo, unos recursos narrativos correctos (especialmente una intercalación de diálogos dispares en un capítulo, que reluce la calidad literata del autor), un manejo eficaz del tiempo y espacio y una apropiada contextualización histórica, e incluso aunque pueda ser considerada levemente edulcorada, Cinco esquinas es un reflejo ficcionado de una época autoritaria y contradictoria.

Nicolás Munilla.