Harán 400 km de Mendoza a Chile por María

"Revivir el camino realizado por el ejército libertador, por María" es la consigna de 150 jóvenes varones que se preparan para caminar 400 km durante 15 días, subir 4200 metros de altura, dormir a la intemperie y pasar del frío al calor extremo.

Se trata de vivir una aventura, pero no sólo turística, es una "Cruzada por María", es el "hacer lío" al que llamó el Papa Francisco en Río de Janeiro, lo que convocará a jóvenes de todo el mundo en una caminata que unirá Mendoza con Santiago de Chile.

La propuesta parte del Movimiento de Schoenstatt de ambos países la organizan mendocinos, chilenos y cordobeces cada tres años. Esta vez participarán jóvenes de Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Estados Unidos, Brasil, Alemania, entre otros.

La peregrinación comenzará el 15 de enero de 2014 en Mendoza desde el santuario de Schoenstatt en Godoy Cruz -Ugarte 5005- y finalizará en la sede schoestattiana de Santiago de Chile en Bellavista.

"Por amor a María, por la unidad de nuestros países y del mundo, por nuestro crecimiento espiritual, y para dejar en nuestra memoria un recuerdo imborrable del que nos acordemos por el resto nuestra vida", aseguró Juan Manuel Cattaneo un integrante del movimiento que organiza la cruzada.

"¡Van a ser 15 días duros, pero valen la pena!", agregó.

E invitó a todos los interesados a que se comuniquen con el grupo: [email protected] o facebook.com/CruzadadeMaria2014

Las peregrinaciones comenzaron en 1999 por iniciativa del sacerdote de Schoenstatt, Claudio Martínez, y siempre se optó por el mismo camino que recorrieron San Martín y O'Higgins para lograr la independencia de los pueblos chileno y argentino.

Matías Moy, un estudiante universitario oriundo de Ushuaia que participó de la Cruzada contó al diario Clarín: "Me enteré de la peregrinación en el 2005 mientras hacíamos una misión en Mendoza y me entusiasmó mucho la idea de cruzar los Andes caminando. Si bien no iba con expectativas la experiencia fue hermosa. En medio de la Cordillera, mirando alrededor la naturaleza es imposible no encontrarse con Dios y con María".

Claro que no todo es fácil,  "ya los primeros días te duelen las piernas, el cuerpo, estás cansado de dormir en el suelo, te salen ampollas y los almuerzos son siempre iguales: un pan, una papa, un tomate y un huevo", aclaró el joven.