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Mirá los laboratorios donde se analiza la calidad de los alimentos que consumís

En el INTI Mendoza un grupo de especialistas analiza diversos productos, desde panificados, aceites, conservas, vinos hasta agua, para saber si cumplen con las normas establecidas por el Código Alimentario Argentino. En la sede, ubicada en Luján de Cuyo, está el único laboratorio del oeste del país que estudia el nivel de gluten en los alimentos destinados a celíacos.
En los laboratorios del INTI se analiza una gran variedad de productos. Foto: Alf Ponce / MDZ
En los laboratorios del INTI se analiza una gran variedad de productos. Foto: Alf Ponce / MDZ

En Twitter @vgordillo2011

Comprobar que los alimentos producidos por la industria frutihortícola cumplan con los estándares de calidad establecidos en el Código Alimentario Argentino, así como desarrollar nuevos productos, son algunas de las tareas que realizan los especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), sede Mendoza.

Paula Fernández realiza el análisis de gluten a los alimentos destinados a celíacos.

El INTI forma parte del Sistema Científico Tecnológico, depende del Ministerio de Industria y aunque no tiene poder de policía cuenta con laboratorios donde se comprueba que los alimentos de consumo diario cumplan con las normas establecidas. Esta es una de las tareas que se realiza en la sede del organismo en Mendoza, ubicada en Luján de Cuyo, a pedido de organismos públicos y de empresas, que buscan comprobar y acreditar la calidad de sus productos.

El director del INTI Mendoza, Juan Carlos Najul, destacó que la sede tiene una larga tradición en la asistencia a la industria de base frutihortícola, como la conservera, la olivícola y vitivinícola y destacó el trabajo que se realiza con las empresas para mejorar la calidad de los productos.

Najul destacó la importancia de brindar información al consumidor.

En los laboratorios con que cuenta el instituto en Mendoza se analizan desde alimentos para celíacos, los estándares que deben cumplir productos como el aceite de oliva para la exportación, hasta la determinación de la presencia de plaguicidas en frutas frescas y alimentos elaborados.

Najul destacó la importancia de brindar información al consumir. Por esto pusieron en marcha un programa que  analiza la calidad de productos de consumo masivo, respecto de lo establecido por el Código Alimentario Argentino.

La sede del Inti Mendoza está ubicada en Luján de Cuyo.

Este proyecto incluye el muestreo de unos doce productos en todo el país y actualmente se está analizando el aceite de oliva. Los resultados estarán listos en unos meses.

El trabajo en los laboratorios

En la sede del INTI en Mendoza funciona el único laboratorio del oeste del país que comprueba que los productos para celíacos cumplan con los estándares determinados en las normas de calidad. Los resultados son enviados al Ministerio de Salud de la provincia, que es quien otorga la aprobación para la comercialización.

En el Laboratorio de Ensayos Inmunológicos, que se puso en marcha en noviembre del año pasado, Paula Fernández analiza por mes unos 30 productos destinados a consumidores celíacos.

La licenciada en Bromatología comprueba que los niveles de gluten no estén por encima de los establecidos en las normas vigentes.

Algunos de los productos alimenticios que son analizados por los especialistas.

El laboratorio validó un método denominado Elisa (Ensayo por Inmunoabsorción ligado a Enzimas), obteniendo un límite de 1,5 miligramo de gluten por kilo de alimento. Por sobre ese nivel, el informe sobre ese producto sería negativo.

En otros de los laboratorios, las licencias en Química, Mirta Pedrani y en Bromatología, Analía Santi, comprueban que la información que aparece en el etiquetado nutricional de distintos productos, como panificados, aceite de oliva, conservas, embutidos y pastas frescas estén presentes en los alimentos en los niveles establecidos en el Código Alimentario Argentino.

Además de los análisis, los investigadores brindan asesoramiento a las firmas.

Las especialistas explicaron que no son un laboratorio de fiscalización, sino que son las firmas quienes piden que analicen los productos, ya que esto les permitirá certificar calidad o poder ingresar a un nuevo mercado.

En el laboratorio trabajan cuatro especialistas y en los últimos meses estuvieron abocadas al control de calidad del aceite de oliva para exportación, que debe cumplir con estándares estrictos para ser comercializado en el exterior.

Los estudios suelen demorarse unos días, aunque depende del tipo de producto, por ejemplo los análisis de alimentos con mayor contenido de grasa o aceites, suelen ser más dificultosos de realizar.

Omar Funes es el responsable del área apícola, donde se realizan análisis físicos, químicos, sensoriales y microbiológicos a productos como miel, polen, jalea real y propóleo.

Los laboratorios cuentan con tecnología de punta.

Además del análisis de los productos y de la capacitación brindada en diversos aspectos productivos, Funes explicó que trabajan en un proyecto para caracterizar las mieles. La hipótesis es saber si en Mendoza existe un producto mono floral, es decir que corresponda a una única especie botánica, estudio que finalizará en 2014.

En el laboratorio de Microbiología se realiza la detección de patógenos.

Otro de los laboratorios que funciona en el INTI Mendoza es el de Microbiología, donde se realiza la detección de patógenos en distintos alimentos desde panificados hasta conservas y vinos, pasando por agua y los efluentes.

Cecilia Espejo, a cargo del sector, explicó que realizan unos 300 ensayos mensuales a pedido de empresas, comunas y otros organismos oficiales.

Uno de los especialistas del laboratorio de Migrobiología, en plena tarea.

La licenciada en Bromatología señaló que la tarea no se ciñe al análisis de los productos, sino que cuando se detecta alguna anomalía, se brinda asesoramiento a las empresas para solucionar la falencia.

Otro de los laboratorios que funciona en el instituto es el de Residuos de Plaguicidas, donde se analizan muestras de frutas y hortalizas y otros productos industrializados para detectar si cumplan con los límites máximos de estos residuos, estipulados por el Senasa.

El área de Gestión de Calidad, controla que se cumplan las medidas de seguridad.

María del Valle Bertolo, licenciada en Bromatología,  explicó que cuando algún producto supera los límites máximos establecidos trabajan con las empresas para lograr que, a través de buenas prácticas, puedan bajar esos niveles.

Gestión de Calidad es otra de las áreas del organismo. El responsable, Sergio Flores, explicó que asesoran a organizaciones y empresas en la implementación de buenas prácticas de manufacturas y protocolos internacionales, entre otros aspectos.

Flores señaló que asesoran a conserveras y en especial a las bodegas, para quienes se elabora un plan de acción que tiene como objetivo el cumplimiento de las normas establecidas, por ejemplo para ingresar en un mercado internacional.

El proyecto integral incluye desde las exigencias edilicias, hasta las prácticas de producción y de higiene, entre otras.

Flores señaló que lo más difícil suele ser lograr un cambio cultural, ya que muchas veces las normas de seguridad o de higiene implican cambiar la forma en que se hizo una tarea durante mucho tiempo.