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San Ramón, la falla geológica que amenaza con sacudir a Santiago de Chile

Un estudio de geólogos chilenos concluye que podría provocar un sismo de magnitud 6 o 7 en la escala de Richter a sólo 10 kilómetros de profundidad, lo que podría provocar severos daños. ¿Qué consecuencia podría tener para Mendoza? Leé la nota y enterate que responde un sismólogo local.
El terremoto de 2010, en Chile, se produjo a 30.1 kilómetros de profundidad. Foto: EFE
El terremoto de 2010, en Chile, se produjo a 30.1 kilómetros de profundidad. Foto: EFE

En Twitter: @GemaGallardo

Los medios chilenos dieron a conocer esta semana un informe donde geólogos chilenos alertan peligro en la Falla de San Ramón. La investigación será dada a conocer oficialmente el 10 de julio pero ya ha causado un gran revuelo en el vecino país.

Las conclusiones de los expertos, que fueron publicadas por el diario Las Últimas Noticias,  dicen que la grieta geológica de 25 kilómetros que cruza las comunas del sector Oriente de Santiago representa un potencial peligro sísmico para la capital chilena.

Según los geólogos la energía acumulada podría producir un sismo de magnitud 6 o 7 en Richter a 10 kilómetros de profundidad, lo que produciría un fuerte impacto en los edificios de esos sectores. Pero, además, en la comuna de La Reina, que está atravesada por la falla se encuentra uno de los dos reactores nucleares que tiene Santiago.

El estudio lo encargó la Seremi y fue realizado por la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, el Instituto Física Globo de París y una consultora privada. Según los profesionales la falla no solamente es capaz de producir sismos sino que puede producir una ruptura en la superficie con desplazamiento de hasta cinco metros.

El chileno Gabriel Vargas.

El geólogo Gabriel Vargas es uno de los integrantes del equipo que lleva más de 10 años estudiando la Falla San Ramón y explicó a Las Últimas Noticias que "estas fallas producen grandes terremotos en forma independiente, es decir, por ellas mismas. Son diferentes a los movimientos de subducción que conocemos, como el terremoto del 27 de febrero. Primero, por el lapso de tiempo para acumular energía, que son cientos de años en subducción versus miles de años en el caso de la falla", aclaró.

Según Vargas la "señal sísmica en torno a la falla es bien diferente. Se ha visto en otras partes del mundo que la frecuencia de los movimientos es muy alta y concentrada en el tiempo. Puede durar poco, pero el remezón será de gran intensidad".

Con respecto al  reactor en el Centro de Estudios Nucleares de La Reina dijo que "desde el punto de vista geológico se debería conocer si el diseño se hace cargo de sismos en la falla y, eventualmente, reevaluar su ubicación, pero nosotros en el estudio hacemos recomendaciones al Plan Regulador Metropolitano de Santiago. La autoridad es la que decide. No importa si el fenómeno ocurre en cinco minutos o en mil años, hay que estar preparados".

¿Cómo afectaría a Mendoza?

El sismólogo Miguel Castro.

Ante la información difundida en Chile, MDZ consultó al sismólogo mendocino Miguel Castro sobre la veracidad de la misma y las posibles consecuencias que puede implicar para nuestra provincia: "Estaba al tanto de la realización de este informe y que tenga muy poca actividad la falla es un signo malo porque puede prestarse a producir un gran movimiento. Lo que hay que tener presente es que los cálculos realizados en la investigación son relativos y el temblor puede producirse o no cercano en el tiempo", aclaró Castro, quien tuvo a su cargo el Servicio Sismológico de Mendoza hasta principios de este año y luego se jubiló, pero sin embargo sigue haciendo estudios a nivel privado.

"Según el estudio el sismo que podría producirse sería de poca profundidad y eso puede ser peligroso. Por ejemplo, en Santiago del Estero puede ocurrir un movimiento de magnitud 7 en Ritcher a 700 kilómetros de profundidad y las consecuencias en la superficie pueden ser nulas. Pero a menor profundidad los daños son más grandes", destacó el sismólogo, pero inmediatamente tranquilizó agregando que "en caso de producirse un movimiento en San Ramón la gente en nuestra provincia lo va a sentir. Inclusive lo pueden llegar a percibir en Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires, pero tenemos una salvación: la cordillera de los Andes que actúa como amortiguador".

Castro aseguró que los mendocinos tenemos que estar prevenidos porque vivimos en la zona más sísmica del país: "Mendoza tuvo mucha actividad hasta el terremoto del 26 de enero de 1985. Desde entonces la periodicidad de los mismos se ha ido perdiendo. Tenemos movimientos sólo perceptibles para los instrumentos que los miden", finalizó.