La reina de Lavalle fue dada de alta y presentó a su bebé
Feliz, súper sonriente y acompañada de familiares, personal del Municipio y médicos del hospital obstétrico “Virgen de la Misericordia”, Evelin Ramírez fue dada de alta junto a su bebé.
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La primera en recibir a la prensa fue la directora del hospital, Dra. María Susana Bresca, quien explicó que “el parto es una situación fisiológica, y Evelin tuvo la recuperación normal esperada, como cualquier mujer normal. Por supuesto, tiene que retomar sus actividades de a poco, pero la recuperación es rapidísima. En unos 20 días la vida debería ser absolutamente normal. El parto se produjo el martes a última hora –en realidad, miércoles a la madrugada- y hasta ahora el tiempo de internación ha servido para hacerle todos los controles necesarios al bebé”.
“La verdad es que en este hospital no hay privilegios. No hay sala VIP, sino que todas las pacientes tienen las mismas características. Nos llamó mucho la atención cuando empezaron a llamar los medios, y tanto al personal como a otras internas, se nos presentó una situación atípica. ¡Fue una verdadera revolución! Las otras mamás se asomaban a ver quién era la protagonista de tanto alboroto. Siempre es una alegría tener a alguien llamativo o conocido: a las enfermeras les encanta. Pero en cuanto a la atención, no hay diferencias”, comentó la médica.
Evelin, por su parte, llegó en silla de ruedas –pese a que ella quería bajar caminando, la normativa del hospital requirió que reciba a la prensa en esa condición-, y absolutamente sonriente, respondió las preguntas de los comunicadores presentes.
“Este es el mejor momento de mi vida”, fue la frase que utilizó la soberana lavallina para describir su estado. “El parto estuvo bien. Se complicó al principio porque el bebé tenía la mano hacia arriba, pegada a la cabeza. Nació saludando, como la madre”, comentó entre risas.
“Su nombre es Ian Lucas, y pesó tres kilos trescientos sesenta gramos. La verdad es que valió la pena el esfuerzo que hice, los dolores de parto… después de verlo, entendí que cualquier cosa era válida para poder estar con él. Es un sentimiento único: lo miro, y no puedo creer que lo tengo en mis brazos. Le costó un poco agarrar el pecho, pero con una tetina nos ayudamos”.
“La verdad es que el momento del parto me produjo ansiedad: ¡ya quería tenerlo! Es un bebé muy tranquilo, un verdadero amor. Duerme muchísimo, los doctores se quedan admirados de su paz. He recibido muchísimos regalos de mi familia, y además fue divertido ver la sorpresa de las otras madres internadas, porque no podían creer la cantidad de llamados por teléfono”, siguió la joven.
“Recibí la visita de toda mi familia, y del Intendente Roberto Righi. En cuanto a reinas, solo me visitaron mis compañeras distritales. La Reina acional, la Vireina y las de los otros departamentos no han venido”.
Con respecto a la polémica que se desató al conocerse su estado de gravidez, y que dividió las aguas entre los que pedían su renuncia y los que la defendían en su decisión, Evelin sostuvo que no le preocupaba tanto esa discusión, sino que estaba centrada en su embarazo. “Yo lo que queria era tener bien a mi bebé. Si persistían los problemas, hubiera renunciado sin dudarlo. La vida de mi hijo estaba primero”.
Al preguntársele si siente que entra en la historia vendimial con este gran cambio en la costumbre y el reglamento, la bella morocha dijo que “si es así, en buena hora. Yo siempre tuve en claro que lo que me pasaba estaba primero. Nunca fue mi propósito probar a los demás para ver hasta donde me iban a acompañar. Si tenía que renunciar, lo hacía… pero encontré personas comprensivas que me apoyaron y pude seguir. Igualmente, con esto queda claro que las reinas tenemos vida, y el reglamento debe concordar con ello. El apoyo del intendente y del departamento se sintió desde el primer momento”.
“Ahora comienzan las fiestas distritales en Lavalle, así es que el gordito me va a acompañar a todas. Lo mismo sucederá en la fiesta departamental”, anunció.

