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Lucrar con el clasificado del cuerpo ajeno

El informe de "Zona Dura" del portal Diario sobre Diarios se concentra hoy en un tema que MDZ viene trabajando desde hace tiempo: la responsabilidad de los medios al publicar avisos clasificados.
Foto: Diario sobre Diarios
Foto: Diario sobre Diarios

La publicación de avisos clasificados sobre servicios sexuales en los diarios papel empieza a ser cosa del pasado. Algo pacatos, los editores de los grandes matutinos argentinos no se animan a dar el debate de cara a sus lectores. Pero los propietarios tienen que responder ante la Justicia. Es el mismo debate que se dio -y se extiende aún- en varios países del mundo. Por ejemplo, en España tomó tal voltaje que hasta se manifestó el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, quien afirmó que “deben eliminarse”.

Según diversas organizaciones que trabajan sobre la temática y especialistas, detrás de esas publicidades se pueden esconder redes de trata de personas y delitos como la esclavitud sexual. Además de incurrir en una agresión al género femenino, en la banalización de la prostitución y en el aliento a posibles delitos sexuales, al promocionar supuestas “bebotas”, “nenitas” o “colegialas”.

Recientemente en nuestro país, dos matutinos y un semanario decidieron no publicar más ese tipo de anuncios. Fueron La Arena de La Pampa, La Mañana de Neuquén y El Tiempo de la localidad bonaerense de Pergamino (de aparición semanal). El diario patagónico hizo pública la postura editorial, mientras que los otros dos tomaron la medida pero sin comunicarlo en sus páginas. Diario sobre Diarios (DsD) pudo corroborar mediante fuentes periodísticas tales decisiones.

El Foro del Periodismo Argentino (Fopea) difundió un comunicado  condenando a las empresas periodísticas que publican ese tipo de avisos aunque sin mencionarlas explicitamente, tal como hace habitualmente.

“Fopea observa como, cuanto menos, contradictoria la conducta de medios de comunicación que, en su definición editorial y su construcción noticiosa, colaboran con la denuncia de estas formas modernas de sometimiento pero, al mismo tiempo, favorecen desde sus páginas de publicidad la expansión del negocio de la prostitución y la trata de personas publicando avisos clasificados de proxenetismo y explotación sexual o ligados a evidentes fines de reclutar a menores o personas socialmente vulnerables. Un dato adicional es la creciente naturalización de estos avisos entre las ofertas comerciales de automotores, viviendas, electrodomésticos y búsqueda de personal, como si fueran parte de una oferta lícita.

En razón de todas estas observaciones, Fopea hace un llamado de atención a la opinión pública en general y a las empresas periodísticas en particular -en especial a los medios gráficos, en los cuales este tipo de anuncios adquiere mayor preeminencia- solicitándoles que revisen sus criterios de publicación de avisos, a fin de no ser cómplices de un delito aberrante”, fueron algunos de sus tramos.

Entre los principales diarios que se editan en la ciudad de Buenos Aires, los que publican avisos de prostitución son: Clarín, La Nación, Ámbito, Crónica y Diario Popular. Mientras que los que no lo hacen son Página/12 y El Cronista.

Una periodista de Página/12, Mariana Carbajal, fue quien más se ocupó de este tema en las páginas del matutino. En el 2009, comentó el fuerte debate que se da en España por este tema y trazó un panorama, con buena cantidad de información, sobre lo que ocurre en nuestro país.

El debate es complejo. Abarca desde posturas éticas (a la hora de decidir publicar o no ese tipo de avisos), hasta económicas (cuánto le reporta a una empresa periodística ese rubro).

También hay quienes consideran que tanto la trata de personas como la esclavitud sexual y otros delitos que podrían esconderse detrás de los avisos, son temas “policiales” que el Estado debe perseguir y castigar. Y que los diarios se limitan sólo a publicitar contactos para adultos, lo cual es legal en tanto y en cuanto también es legal la prostitución.

Por ejemplo, es la posición del director del diario El Mundo de Madrid, el siempre polémico Pedro J. Ramírez: “Es hipócrita decir que detrás de esos anuncios hay mafias de explotación de personas. Si se investiga y se demuestra que hay tramas, estas desaparecerán y también sus anuncios” afirmó.

El artículo completo, si hacés clic aquí.