Tras el concierto, Daniel Barenboim abogó "por la paz entre Israel y Palestina"
El músico argentino-israelí opinó que "los palestinos debieran declarar unilateralmente el estado palestino para que sea reconocido y pueda negociar en un estado de igualdad con Israel.

Más de 40.000 personas ovacionaron hoy al músico y director argentino-israelí Daniel Barenboim, quien abogó por la creación unilateral de un Estado Palestino luego de ofrecer un concierto público y al aire libre con en el Obelisco de la ciudad de Buenos Aires como telón de
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Al término del concierto en que dirigió a la Orquesta West-Eastern Divan, que está integrada por 43 músicos israelíes, 16 españoles y otros 36 instrumentistas de Palestina, Jordania, Líbano y Egipto, Barenboim opinó que "los palestinos debieran declarar unilateralmente el Estado Palestino para que sea reconocido y pueda negociar en un grado de igualdad con Israel”.
Barenboim, quien esta semana cumplió 60 años desde su debut como pianista en Buenos Aires, conformó la West-Eastern Divan junto al escritor palestino Edward Said para reunir a jóvenes árabes e israelíes y así impulsar, desde el arte, la unión y la paz entre esos pueblos de Medio Oriente.
En declaraciones a la prensa luego del concierto, Barenboim dijo que la declaración unilateral del Estado Palestino "permitirá alcanzar la paz” en la región y recordó: "Llevamos 20 años de negociaciones, pero el fin no pueden ser las negociaciones sino la paz”.
En ese sentido, el músico y director agregó que "este no es un conflicto bélico ni político, sino humano”, y señaló que "esta orquesta prueba que se puede vivir sin estar de acuerdo. No tenemos un consenso aquí, pero los músicos han aprendido a vivir escuchando al otro y cuando tocan son uno”.
Barenboim y su orquesta de cuerdas, vientos y timbales abrieron el concierto a las 15.20 con la "Obertura Leonora III", pieza de Ludwig Van Beethoven con la que la misma formación había inaugurado el último miércoles en el Teatro Colón una serie de conciertos que seguirán esta semana en el teatro Gran Rex y en el máximo coliseo argentino.
La orquesta árabe-israelí conducida por Barenboim interpretó además la Quinta Sinfonía de Beethoven, considerada una de las composiciones más populares y conocidas de la música clásica y una de las sinfonías más interpretadas, con cuatro movimientos que van desde la tensa construcción a la apoteosis con un crescendo de 50 compases.
Consultado acerca de la experiencia de este recital popular al aire libre, el pianista y director aseguró que "fue una inyección de felicidad para todos y los músicos están encantados” y sostuvo que "hoy tocamos aquí porque Argentina es un país libre”.
Con todo, Barenboim aseguró que "este proyecto alcanzará su dimensión total cuando la orquesta pueda tocar en todos los países. Tiene que tocar en Tel Aviv (Israel), en Beirut (Líbano) y en Damasco (Siria)” para cumplir sus objetivos de convivencia pacífica entre los pueblos.
Momentos antes de que la West-Eastern Divan subiera al escenario, el público disfrutó de la música de la Orquesta Típica El Porvenir, un conjunto porteño integrado por sesenta músicos provenientes de zonas carenciadas de los barrios de Flores, Villa Lugano y Retiro, que interpretó los tangos "Gallo ciego", "Libertango" y "La trampera".
El público fue llegando a la zona desde temprano para ir ocupando las 8.000 sillas dispuestas frente al escenario, pero muchas personas y familias enteras optaron por llevar consigo sus propias sillas, para acomodarse cómodamente en plena avenida 9 de Julio, sobre las primeras tres cuadras que van desde el Obelisco hacia la avenida de Mayo.
Entre las personalidades que también asistieron al concierto estuvieron el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, el ex vocero del ex presidente Fernando De la Rúa, Darío Lopérfido, y varios artistas como el pintor Luis Felipe Noé, el bailarín Iñaki Urlezaga y el cantante Kevin Johansen.
De traje oscuro, camisa blanca y corbata al tono, el músico argentino-israelí fue ovacionado después del concierto y recordó que "este proyecto no es fácil, pero si puedo seguir haciendo lo que hago es por los años que pasé de niño en Argentina, donde se podía ser judío y argentino; musulmán y argentino, católico y argentino”.
En 1999 Daniel Barenboim y el intelectual palestino Edward Said, fallecido en 2003, establecieron un taller para jóvenes músicos de Israel, los territorios palestinos y otros países árabes de Medio Oriente con el objetivo de difundir la convivencia y el diálogo intercultural.
Barenboim volverá esta noche en el Teatro Colón para ofrecer las "Sinfonías 5 y 6” de Beethoven, y mañana domingo, a las 17, abordará las "Sinfonías 7 y 8”, mientras que el martes próximo, a las 13, ofrecerá un concierto gratuito en el Gran Rex, donde ejecutará obras de Pierre Boulez, Arnodl Schönberg y Alban Berg.
De regreso al máximo coliseo argentino, el miércoles 25, a las 20.30, abordará la "Sinfonía 9” de Beethoven, mientras que el lunes 30 y el martes 31, a las 20.30, cerrará en el Colón su serie de conciertos porteños junto al Coro y Orquesta del Teatro Alla Scala de Milán, con la "Misa de Réquiem” y "Aida”, de Verdi.
Barenboim y su orquesta de cuerdas, vientos y timbales abrieron el concierto a las 15.20 con la "Obertura Leonora III", pieza de Ludwig Van Beethoven con la que la misma formación había inaugurado el último miércoles en el Teatro Colón una serie de conciertos que seguirán esta semana en el teatro Gran Rex y en el máximo coliseo argentino.
La orquesta árabe-israelí conducida por Barenboim interpretó además la Quinta Sinfonía de Beethoven, considerada una de las composiciones más populares y conocidas de la música clásica y una de las sinfonías más interpretadas, con cuatro movimientos que van desde la tensa construcción a la apoteosis con un crescendo de 50 compases.
Consultado acerca de la experiencia de este recital popular al aire libre, el pianista y director aseguró que "fue una inyección de felicidad para todos y los músicos están encantados” y sostuvo que "hoy tocamos aquí porque Argentina es un país libre”.
Con todo, Barenboim aseguró que "este proyecto alcanzará su dimensión total cuando la orquesta pueda tocar en todos los países. Tiene que tocar en Tel Aviv (Israel), en Beirut (Líbano) y en Damasco (Siria)” para cumplir sus objetivos de convivencia pacífica entre los pueblos.
Momentos antes de que la West-Eastern Divan subiera al escenario, el público disfrutó de la música de la Orquesta Típica El Porvenir, un conjunto porteño integrado por sesenta músicos provenientes de zonas carenciadas de los barrios de Flores, Villa Lugano y Retiro, que interpretó los tangos "Gallo ciego", "Libertango" y "La trampera".
El público fue llegando a la zona desde temprano para ir ocupando las 8.000 sillas dispuestas frente al escenario, pero muchas personas y familias enteras optaron por llevar consigo sus propias sillas, para acomodarse cómodamente en plena avenida 9 de Julio, sobre las primeras tres cuadras que van desde el Obelisco hacia la avenida de Mayo.
Entre las personalidades que también asistieron al concierto estuvieron el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, el ministro de Cultura porteño, Hernán Lombardi, el ex vocero del ex presidente Fernando De la Rúa, Darío Lopérfido, y varios artistas como el pintor Luis Felipe Noé, el bailarín Iñaki Urlezaga y el cantante Kevin Johansen.
De traje oscuro, camisa blanca y corbata al tono, el músico argentino-israelí fue ovacionado después del concierto y recordó que "este proyecto no es fácil, pero si puedo seguir haciendo lo que hago es por los años que pasé de niño en Argentina, donde se podía ser judío y argentino; musulmán y argentino, católico y argentino”.
En 1999 Daniel Barenboim y el intelectual palestino Edward Said, fallecido en 2003, establecieron un taller para jóvenes músicos de Israel, los territorios palestinos y otros países árabes de Medio Oriente con el objetivo de difundir la convivencia y el diálogo intercultural.
Barenboim volverá esta noche en el Teatro Colón para ofrecer las "Sinfonías 5 y 6” de Beethoven, y mañana domingo, a las 17, abordará las "Sinfonías 7 y 8”, mientras que el martes próximo, a las 13, ofrecerá un concierto gratuito en el Gran Rex, donde ejecutará obras de Pierre Boulez, Arnodl Schönberg y Alban Berg.
De regreso al máximo coliseo argentino, el miércoles 25, a las 20.30, abordará la "Sinfonía 9” de Beethoven, mientras que el lunes 30 y el martes 31, a las 20.30, cerrará en el Colón su serie de conciertos porteños junto al Coro y Orquesta del Teatro Alla Scala de Milán, con la "Misa de Réquiem” y "Aida”, de Verdi.