El pedófilo detenido daba cursos sobre maltrato infantil en Mendoza
"Si no hay marcas, no hay delito, no hay enfermedad, y por lo tanto nadie les cree a las víctimas y después vienen las consecuencias psicológicas, físicas y hasta la muerte". Estas palabras las pronunció el psicólogo acusado de pedofilia, Jorge Corsi, durante un seminario realizado por el Ministerio de Seguridad en 2003.
La detención del destacado psicólogo Jorge Corsi, acusado de encabezar una red de pedófilos causó conmoción en ámbitos especializados de Mendoza. Jueces de familia, funcionarios judiciales y ejecutivos, profesionales de la salud y del derecho como asimismo miembros de organizaciones no gubernamentales se sorprendieron por el hecho y, sin salir del estupor luego de conocer la noticia, evitaron referirse al tema públicamente, pero optaron por comunicarse con sus pares para compartir la novedad.
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Es que el profesional era un invitado habitual a los congresos, seminarios y talleres que, sobre violencia familiar, se realizaran en la provincia. En 1989 –según consta en su propio sitio web- Corsi fue designado por el Ministerio de Bienestar Social del gobierno de Mendoza como “coordinador de la Jornada Provincial de Prevención de la Violencia Familiar”.
Paradojalmente, uno de sus artículos fue titulado "¿Por qué es más fácil creerle al victimario que a la víctima?", un texto que seguramente tendrán muy en cuenta en el ámbito tribunalicio.
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Un dato estremecedor es que en 1990 el psicólogo porteño fue designado miembro del Comité Organizador de las Jornadas Interdisciplinarias sobre el Niño Maltratado, de la Asociación Latinoamericana contra el Maltrato en la Infancia. A partir de ese hecho, adquirió relevancia internacional y analizó en cuanto panel alcanzó a integrar, irónicamente, la vulnerabilidad de la niñez en nuestros países.
Corsi es autor de numerosos libros científicos en la materia y dirigía la carrera de Especialización en Violencia de la Universidad de Buenos Aires desde 1989. El análisis de las causas y consecuencias de la violencia en el seno de la familia lo llevó a ofrecer conferencias en todo el país, España, Cuba, Brasil, Polonia, Estados Unidos, Nicaragua, Canadá, Panamá, Alemania, República Dominicana, México, Colombia y Uruguay.
Fue funcionario público: asesor del Comité Nacional de Políticas de Familia y de los programas de violencia de la provincia de Neuquén.
En 2003 presentó uno de sus libros en Mendoza durante unas jornadas de trabajo organizadas por el Ministerio de Seguridad en el centro de Congresos y Exposiciones. Unas 500 personas se inscribieron para participar del encuentro.
Allí, Corsi –quien aun gozaba de un prestigio sin cuestionamientos- dijo que Corsi habló de la “ausencia de la salud en la prevención de la violencia”, desde el momento en que “no mira a la persona sino al cuerpo”. En este punto, señaló la complicidad de otros organismos públicos y privados: “Si no hay marcas –dijo– no hay delito, no hay enfermedad y por lo tanto nadie les cree a las víctimas y después vienen las consecuencias psicológicas, físicas y hasta la muerte, tal como se ha dicho en Mendoza”.
La Policía federal informó este jueves que Corsi quedó detenido después de los ocho allanamientos que se realizaron en Olivos, Belgrano, Flores y Barrio Norte, junto a otros dos integrantes de la organización que se dedicaba a reclutar menores, de entre 13 y 16 años, en ciber cafés de los barrios de Recoleta y Barrio Norte, filmarlos y subir los videos a sitios pornográficos en Internet. Se desconoce la cantidad de niños y jóvenes afectados.