Quejas por la espera y la atención de los médicos en la guardia del Notti
En la tarde de este sábado, la sala de emergencias del hospital infantil colapsó. Faltaban médicos y administrativos. Los padres se quejan por el largo tiempo de espera, por la mala atención de los doctores y hasta por los remedios.
Cada tanto el cartel que indica los números suena en dos lacónicos tonos y todas las cabezas se dan vuelta para ver si finalmente es el turno. La sala de guardia está saturada por madres con niños muy pequeños en su mayoría. Algunos de estos niños lloran pero ya muchos se han quedado dormidos mientras los padres buscan acomodarse de alguna u otra manera en el incómodo asiento.
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El largo tiempo de espera, la calidad de atención y hasta porque los remedios genéricos que dan en el nosocomio no mejoran la salud de los enfermos, son algunas quejas que suelen escucharse en la sala de emergencia del Hospital Humberto Notti.
En la tarde de este sábado, la principal sala de guardia pública que atiende a niños colapsó de pacientes e impacientes. Los padres se agolpaban frente al mostrador y, según contaron varios, el único administrativo no daba abasto para atender y distribuir los números. En días así, las quejas afloran como los machucones, los mocos y las vendas en los ojos por algún accidente doméstico. Pero de acuerdo con lo que relatan los principales usuarios del nosocomio, el panorama no es distinto de otros días.
La espera
La principal queja es el tiempo de espera, aunque se trate de una urgencia. Frente a la recepción, una madre confiaba a MDZ que esperaba atención desde hacía más de tres horas. Su hijo está en tratamiento contra el neumococo y se quejaba porque son atenciones que suelen realizarse aparte. Media hora más tarde, un empleado se asomó por la puerta con una libretita en la mano y empezó a llamar para ver quién requería tratarse por este agente que provoca, entre otras enfermedades, la neumonía.
La principal queja es el tiempo de espera, aunque se trate de una urgencia. Frente a la recepción, una madre confiaba a MDZ que esperaba atención desde hacía más de tres horas. Su hijo está en tratamiento contra el neumococo y se quejaba porque son atenciones que suelen realizarse aparte. Media hora más tarde, un empleado se asomó por la puerta con una libretita en la mano y empezó a llamar para ver quién requería tratarse por este agente que provoca, entre otras enfermedades, la neumonía.
“Lo que más molesta es que se trata de niños”, sintetizó Cecilia, esperando que la puerta que da acceso a los consultorios se abra.
“Los médicos deben estar cansados de atender, pero nosotras estamos cansadas de estar con los chicos en los brazos”, enfatizó de manera puntual otra señora.
La calidad de la atención
La segunda queja es por la calidad de la atención del sistema público. “Para darte un número tardan muchísimo y eso que no te toman muchos datos. Nada más te preguntan qué le pasó al chico para saber dónde tienen que derivarlo”, explicó Flavia, otra joven madre.
“Los médicos los ven así nomás y luego nos mandan a la casa”, señaló un padre. “Pero a las horas tenemos que volver porque los chicos tienen mucha fiebre. A veces, le escapan al diagnóstico”.
Los padres criticaron la atención de los médicos de la guardia, sobre todo de los residentes. Pero aquellos que han utilizado otros servicios del hospital, se encargaron de destacar que en el Notti hay excelentes especialistas y que la diferencia en el trato es muy distinta.
También es considerable que esta es una época propia de ciertas enfermedades respiratorias y que la guardia del Notti suele estar saturada. Sin embargo, otra madre que había visitado la sala de emergencias durante toda la semana, por afecciones de sus dos niños, contaba que, para ser atendida rápidamente, pues su hijo parecía tener neumonía y no un catarro como habían diagnosticado previamente, tuvo que quejarse en la Dirección del nosocomio por el maltrato de un médico.
“Vine como a las 11, porque estaba agitado”, explicó Paula, también de 30 años y en este caso con el menor de sus dos chicos, de apenas 4 años. “El médico me dijo que volviera a las 14, pero yo me negué porque lo veía mal y le pedí que lo atendiera en ese momento. De muy mal modo me contestó que el médico era él. Ahí nos pusimos a tratar mal. Luego de la queja en la Dirección, me derivaron rápido”, relató Paula. Y, a sabiendas de cómo son las cosas en el Notti, agregó que “las madres que son quedadas, acá pierden”.
Por último, cada vez que la puerta se abre y un médico se asoma para preguntar quién es el siguiente, también suele asomarse un policía que custodia la guardia. Sabido es que en algunas ocasiones los padres se exasperan por la atención, sobre todo si se trata de una emergencia. Y que por situaciones de violencia en estos efectores públicos, el Ministerio de Salud ha solicitado la presencia de uniformados al Ministerio de Seguridad.
No obstante, también se criticó sobre esta presencia que “mandan al policía a intimidarte y no es así como deben atendernos”, subrayó Cecilia.
“Es lo malo de no tener una obra social”, sintetizó una mujer junto a sus hijos, mientras otros padres asentían a su lado y el empleado administrativo del otro lado del vidrio miraba la escena con gesto abúlico.

