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Habló el profesor acusado de abuso: "Soy inocente"

En una entrevista con Hernán Gutiérrez, el docente aseguró que la acusación le cayó como "un baldazo de agua fría". También dijo que los directivos del colegio le recomendaron que renunciara y que se escapara para preservar su vida, pero él no quiso hacerlo. Desde su casa, donde cumple prisión domiciliaria, aclaró que tiene fe en que se hará justicia.

 

El profesor acusado de abuso de menores, Hernán Gutiérrez, aseguró que es “inocente” y que las denuncias en su contra le “cayeron como un baldazo de agua fría”. Aunque los directivos del colegio le aconsejaron que renunciara y se escapara para preservar su vida, el docente sólo renunció porque confía que se hará justicia.

Gutiérrez fue acusado de abuso de menores por los padres del Instituto San Pablo, ubicado en la localidad de Drummond, en Luján de Cuyo. Un grupo de padres pusieron la denuncia luego de que sus hijos mencionaran que habían sido manoseados por su profesor de gimnasia.

El martes 14 de agosto, el docente fue a dictar clases al colegio. Antes de retirarse, según contó en esta nota, lo llamó el Hermano Juan, director de Polimodal, y le explicó lo sucedido. El religioso le pidió la renuncia y le dio un consejó: “que me escapara porque los padres habían jurado matarme; él me lo decía preocupado por mi salud... pero yo quería hablar con los ellos para que me explicaran qué había pasado”.

“Jamás he tenido acusaciones”, asegura el hombre, y aclara: “he realizado suplencias, voluntariados, y he trabajado con niños y grandes y nunca tuve problemas. Espero que se haga la voluntad de Dios. Tengo fe en que la Justicia actúe bien”

Gutiérrez trabajaba en el Instituto San Pablo desde abril del 2005, cuando entró como profesor de catequesis, puesto que desempeñaba en 4º, 9º y Polimodal hasta la semana pasada. “Para no hacerle ningún daño al colegio presenté la renuncia y me busqué un abogado para asesorarme”, señala el docente, quién también dictaba clases de Educación Física en el nivel inicial.

Desde que le comunicaron la noticia, los directivos del colegio privado no se volvieron a poner en contacto con él. “Los entiendo como directivos, quizás han actuado bien. Pero, como cristiano, no considero que haya sido así. Éramos amigos, tal vez me deberían haber acompañado o apoyado”, cuenta Gutiérrez.

“También tengo una escuela de verano y manejo profesores. Si alguien viene con una acusación, no echo al profesor. Averiguamos, charlamos, pregunto y después, si es verdad, se tomará una decisión. Pero si viene un padre y automáticamente le creen, no creo que sea el procedimiento adecuado”. Sin embargo, el acusado asegura “que no está enojado e, incluso, reza por ellos”.

El docente tenía la intención de hablar con los padres para saber qué es lo que habían dicho los niños,  y así poder dar una explicación y defenderse. Sin embargo, no pudo ser. Por eso, Gutiérrez aprovecha la oportunidad para hablar: “Soy inocente, jamás en mi vida se me cruzaría por la cabeza un acto de ese tipo. A los niños los he tratado como un padre; los he querido y los he cuidado. He tratado de dar lo mejor de mí como profesional y como cristiano”.

El profesor tiene 28 años y está casado hace seis meses. Los integrantes de su familia “están dolidos, con bronca por esta situación injusta”. La fiscal de Luján, Susana Muscianisi, dispuso la prisión domiciliaria desde el miércoles.

El imputado no presentó alteraciones psícológicas en las primeras pericias. Además, no tenía antecedentes y la encuesta ambiental de la zona en que reside resultó favorable.

“Espero que se haga la voluntad de Dios. Tengo fe en que la Justicia actúe bien”, finalizó Gutiérrez.