El sillón caliente: las dudas que comienzan a sembrar los herederos de Cornejo

“Tanto pelear por ese sillón…”, decía Alfredo Cornejo. Apenas habían pasado algunos meses de asumir en un cargo por el que se había preparado por años. Lo decía con algo de angustia por la tarea que tenía por delante. Sabía que no era una gestión para lucirse. Ahora, a pocos meses de dejar el poder, el Gobernador tiene un suspiro similar. Siente que cumplió el plan que tenía en la cabeza de reformar el Estado según su mirada, pero que aun así no alcanza. El contexto nacional, la incertidumbre económica y su consecuente imprevisibilidad política condiciona el futuro del proyecto político que construyó.

El sillón de San Martín quema. Es probable que José de San Martín no tuviera un sillón para gobernar en Mendoza y también que la figura retórica elegida para ilustrar el cargo de gobernador de Mendoza sea una hipérbole; una exageración. O una expresión de deseo. En poco más de un mes se elegirá el próximo gobernador o gobernadora de la Provincia. Por eso comienza a transferirse la responsabilidad hacia quienes aspiran a ser. El 29 de septiembre habrá un mandatario electo en un contexto que, seguramente, condicionará sus 4 años de gestión. “La clave es tener equipo y un plan”, repite ahora Cornejo cuando le preguntan sobre el futuro de quien lo suceda.

Los candidatos tienen algunas carencias. Son dirigentes más “en formación”, que políticos consolidados. No tiene que ver, incluso, con su edad o su trayectoria. Sino con el recorrido con el que llegaron a ser competitivos para ganar una elección. Suarez es el único que gestiona desde un Ejecutivo de los cuatro que compiten.

Tras las PASO hay cuatro candidatos. Pero Anabel Fernández Sagasti y Rodolfo Suarez son los que tienen el potencial electoral para ganar.

El karma de ser heredero

Suarez es el favorito por el resultado de las primarias, se mantiene arriba en las encuestas y tiene la tracción que genera ser oficialismo. Ese también es un peso para. Tiene el karma de haber sido el “heredero” del poder en la Municipalidad de Capital y ahora también lleva la carga de ser el elegido de Cornejo. Suarez ha tenido algunas definiciones en la campaña (como su posición sobre la minería), pero sigue opacado detrás de la figura el Gobernador. Incluso se especula con que su equipo tendrá, en caso de ganar, mucho de herencia también.

Por eso, por ejemplo, el actual intendente de Capital está en contacto con muchos ministros que lo nutren de datos para planificar una hipotética gestión. Cornejo le dejó las puertas de Casa de Gobierno abiertas para que se maneje con libertad en ese sentido. Suarez nunca escondió la simpatía por el Gobierno nacional y mucho menos por Cornejo, con quien se conoce desde niño. Tiene un temperamento muy distinto al del Gobernador y en la UCR le exigen salir más.

Camporista edulcorada

Fernández Sagasti apuesta al efecto inercia; al exitismo continuado. Ganó las PASO, se subió al caballo triunfador de Alberto Fernández y puede tener otro pequeño impulso el 1 de septiembre en las elecciones departamentales donde el PJ es gobierno. Anabel ha comenzado a construir una imagen alejada de los estereotipos del kirchnerismo. Con algo de maldad hay quienes la llaman la “Mariú Vidal” de La Cámpora. “Se vienen otros tipos de liderazgo”, asegura ella cada vez que dialoga. Y explica que cree en una conducción más horizontal y que esa mirada sí tiene que ver con algo generacional. Habla con Cristina frecuentemente y tratará de sumar a Alberto a su campaña. La Senadora nacional avanzó en un plan de poder que le salió mejor de lo esperado. Su espacio político volvió a encarar una interna para pelearle el poder a los intendentes del PJ. Esta vez, con una estrategia amplia que incluyó sumar dirigentes que están lejos de ser renovadores. Carlos Ciurca como operador, Guillermo Amstutz como candidato en Las Heras, Celso Jaque en Malargüe. La apuesta de mínima era “duplicar” los espacios de poder en los concejos deliberantes y la legislatura. Pero ganaron las PASO y Anabel quedó como candidata, aunque está en proceso de construir un liderazgo detrás de ese resultado. Fernández Sagasti no lo dirá, pero su plan es a más largo plazo. Aunque, claro, tiene un gen peronista: si puede llegar al poder, hará todo por ello. Aunque comenzó a formar su equipo propio desde hace algunos años, sobre todo en temas económicos, la asesoran informalmente en temas de gestión algunos dirigentes que ya pasaron por las gestiones de Paco Pérez, Celso Jaque y también otros gobiernos peronistas.

El primer debate

En el primer encuentro público donde se vieron los 4 candidatos, organizado por la Universidad Maza y diario Los Andes, las respuestas fueron, casi todas, previsibles. Ninguno de los 4 candidatos habló del equipo que tiene para Gobernar ni se arriesgó demasiado. Sí hubo algunas señales, tibias, de Sagasti y Suarez que se salieron mínimamente del molde. Pero todas las respuestas y discursos eran de laboratorio. Poco del qué, menos del cómo y nada de “con quiénes”.

En realidad no se trata de armar panfletos verbales sobre las buenas intenciones. Es mucho más complejo: cómo en un contexto hipercondicionado podrán mantener la provincia a flote y, como gran desafío, hacerla crecer. “Tanto pelear por ese sillón…”, diría Cornejo.