El Gobierno reiteró que expulsará a los iraníes si la justicia los libera

El titular de la Dirección de Migraciones, Horacio García, consideró hoy que los dos iraníes que ingresaron al país con documentación falsa "deben ser expulsados del país apenas los libere la justicia".

Asimismo, evaluó que hubo "una falla humana" porque no se cumplió la cadena de supervisión, y defendió el sistema de controles tras rechazar la idea de que los funcionarios cesanteados estén vinculados a un grupo terrorista.

García expresó en declaraciones a Infobae que "la Argentina ha cumplido con todas las normas internacionales de detección de extranjeros" y que no quiere que "permanezcan más de un minuto (en el país), por lo que si la justicia los libera serán expulsados automáticamente".

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Frente a la pregunta de por qué no se los iraníes en Ezeiza cuando ingresaron con pasaportes falsos, el funcionario explicó que "se cumplieron todas las normas de control para que el incidente esté resuelto".

"En la consulta con Interpol se determinó que los pasaportes eran robados y el sistema de alerta de pasajeros anticipada determinó que había inconsistencia en las fechas de ingresos y de la remisión de documentos", dijo García, al tiempo que evaluó que "hubo una falla humana".

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"Hubo una falla humana porque todos los sistemas de control funcionaron", alegó el funcionario y explicó que "no se respetó la cadena de mando de consultas", por lo que esos funcionarios "serán investigados y cesanteados".

Asimismo indicó que "no tenemos duda de que no están involucrados en ningún tipo de grupo terrorista".

Los dos detenidos iraníes que ingresaron con documentación falsa lo hicieron el 12 de marzo pasado desde España y fueron detenidos el sábado en un hotel del barrio del Abasto.

Ambos están acusados de falsedad ideológica por haber ingresado al país con documentos falsos y son investigados por el juez federal Luis Rodríguez y el fiscal Jorge Di Lello.

Los sospechosos, un hombre y una mujer que dicen ser iraníes, ingresaron a la Argentina la semana pasada tras llegar al aeropuerto internacional de Ezeiza en un vuelo de Air Europa proveniente de España.

Para ingresar al país utilizaron pasaportes a nombre de los ciudadanos israelíes Netanel Toledano y Rivka Toledano, que estaban denunciados como perdidos o robados, según surgió del alerta que recibieron los empleados de migraciones que, de todas formas, los dejaron pasar.

Tras ingresar al país quedaron bajo seguimiento de distintos organismos de seguridad y, una vez que Interpol confirmó que la documentación que utilizaron había sido denunciada, fueron detenidos.

Fuentes judiciales sostuvieron que los acusados no utilizaron específicamente los pasaportes denunciados sino que portaban documentos falsos con las identidades de las personas cuyos pasaportes habían sido perdidos o robados.

Además de detenerlos, la Justicia les secuestró al menos dos teléfonos celulares: en uno de ellos figuraban las fotos de sus supuestos verdaderos pasaportes; algo que la Justicia está intentando constatar.