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Según el Gobierno, EDEMSA cobra pero no paga: qué hizo con más de $1.600 millones

La auditoría realizada a la principal distribuidora determinó que EDEMSA tiene los recursos para pagar sus deudas, pero los usó para otros fines. 

viernes, 22 de noviembre de 2019 · 15:23 hs

Los usuarios pagan la tarifa de la luz al distribuidor. Pero ese dinero tiene destinos diversos que se “acumulan” en la misma boleta, como el pago al mayorista de la energía, a quien la genera y a quien la transporta, además de los impuestos. La misma distribuidora debe seguir la cadena de pagos. El problema es cuando se corta esa sinergia financiera.

Es lo que, según detectó el Ente Regulador Eléctrico de Mendoza, ocurrió en Mendoza con EDEMSA. La empresa dejó de pagarle al mayorista de la electricidad, es decir su principal proveedor, a pesar de que recaudaba en tiempo y forma el aporte de los usuarios y tenía la tarifa que correspondía. Y, así, la recaudación, la deuda que se acumulaba y el destino de los fondos iban por caminos separados.

La recaudación aumentaba, pero la deuda con CAMMESA, el mayorista de la electricidad, crecía aún más. Y en paralelo se generaba un excedente que fue a parar a inversiones financieras, lejos del objeto social de la empresa. Ese mecanismo fue descripto en la auditoría que realizó el EPRE sobre la empresa distribuidora donde se analizaron los estados financieros, la prestación del servicio y hasta la forma de contratación que tiene la empresa. La auditoría fue lapidaria en el análisis, pero tenue en cuanto a las consecuencias.

El Gobierno obligó a dar de baja a los contratos “tóxicos” y que tenían como destinatarios empresas relacionadas a los propios accionistas y además se aplicaron multas por incumplimientos. Pero el principal dato que surgió es que EDEMSA tiene los recursos para pagarle a CAMMESA, pero los desvió a otro destino.

En detalle

En la última década hubo tensiones y litigios cruzados entre las empresas eléctricas y los estados nacional y provincial. Desde el 2016 comenzaron a zanjarse los problemas con varios acuerdos que le dieron tarifa plena a las empresas y se limaron asperezas judiciales.

Pero en el caso de EDEMSA hubo problemas que continuaron, principalmente la deuda que acumulaba con CAMMESA. Se trata de una empresa manejada por el Estado nacional que funciona como mayorista de la electricidad en todo el país. Es decir es el que le “vende” la luz a las distribuidoras.

Según la auditoría, entre 2012 y 2018 EDEMSA nunca canceló la totalidad de la facturación de CAMMESA” y por eso fue considerado moroso crónico. CAMMESA le pidió informes a la provincia y allí se detonó la auditoría. Al 31 de diciembre del año pasado esa deuda era de $2.223 millones. Pero en febrero creció a $3.356 millones. La cuenta es enorme y equivalía a la recaudación de un año completo del Valor Agregado de Distribución de la empresa, es decir al dinero del que puede disponer. “Al 10 de julio de 2019 esa deuda alcanzó los $3.594 millones”, indica la auditoría.

En vez de pagar, la distribuidora usó los recursos para invertir en bonos, fondos de inversión y otros instrumentos financieros. Al menos $1.390 millones fueron a ese destino solo en 2018.

A pesar de esas irregularidades, la gestión de la empresa en la concesión se mantiene y está prorrogada de hecho. La empresa está a cargo de Andina Energía, que es controlada por José Luis Manzano, pero tiene una larga lista de empresas detrás.

Más problemas

Las otras irregularidades que hallaron tienen ver con el sistema de contratación de proveedores. Por un lado, no había criterios objetivos para hacerlo. Y además se cargaban obras que le correspondían a la empresa, sobre las facturas de las empresas contratadas. "En ciertas oportunidades se les pide a los RT que agreguen obras complementarias que no hacen al objeto del proyecto, pero que son utilizadas por EDEMSA para atender el servicio en la zona; vii. Se ha constatado que cuando se deben realizar obras en dominio público, se les ha pedido a los RT contemplar el reemplazo de instalaciones obsoletas por nuevas, las que deberían haber sido realizadas por la propia Distribuidora", explica la auditoría. Sumado a ello, la distribuidora tenía, al cierre de la auditoría, un retraso en el plan de obras. "En relación a la inversión ejecutada respecto a la inversión estimada al mes de junio, se observa un retraso del 46%, y en términos económicos la inversión ejecutada alcanza el 27,6%. Por ello, el Plan presenta un importante atraso, que de mantenerse, no permitiría cumplir el inicialmente previsto", concluye el trabajo.