Defensa

De la "Tormenta del desierto" en Irak a conducir la política militar argentina

El contraalmirante retirado Máximo Pérez León Barreto fue designado hoy como nuevo subsecretario de Planeamiento Estratégico y Política Militar dependiente de la Secretaría de Estrategia y Asuntos Militares del Ministerio de Defensa. Sus antecedentes como enviado argentino al Golfo Pérsico para participar de la Guerra contra Irak de Saddam Hussein. Quién es.

miércoles, 26 de junio de 2019 · 15:10 hs

Desde octubre de 1990 a enero de 1991, Argentina, por instrucciones del presidente Carlos Menem, participó de la primera guerra contra Irak tras su invasión a Kuwait, como parte de las naciones aliadas a los Estados Unidos. Al frente del denominado Operativo Alfil, el rol que le tocó a la Argentina fue el bloqueo naval. La conducción corrió por cuenta del contraalmirante Máximo Pérez León Barretto cuya tropa realizó unas 900 intercepciones y perdió un helicóptero, pero no fue una baja de guerra precisamente, sino que está registrado como un accidente. El militar -ahora retirado- acaba de ser designado hoy como subsecretario de Planeamiento Estratégico y Política Militar dependiente de la Secretaría de Estrategia y Asuntos Militares del Ministerio de Defensa

Fueron cuatro las oportunidades en que se dio orden de "fuego" contra el enemigo en una guerra que había iniciado en forma espectacular y con transmisiones en vivo de CNN que pasaron a la historia.

Pérez León Barretto quedó muy bien parado tras la culminación triunfal del conflicto. Eso lo llevó a ser invitado por el Pentágono y la Casa Blanca a desfilar por las calles de Nueva York junto a todos los aliados que le posibilitaron a Estados Unidos retomar el control del petróleo en Kuwait. Era la época en que se amasaba la idea de las "relaciones carnales" con el país del norte, frase que fuera acuñada por el fallecido canciller de Menem, el excéntrico Guido Di Tella.

Medio millar de militares en dos corbetas, un destructor, un buque de carga, dos aviones de transporte y tres helicópteros fueron el aporte de aquella gestión a la primera de las batallas contra lo que luego George Bush calificara como "eje del mal".

Pérez Barreto no solo fue un héroe afuera, sino para las tropas y el poder político argentino, ya que no solo enfrentó a Saddam Hussein -siendo parte del éxito- sino a la inmensa oposición dentro del país a esa misión. Los datos de la época dan cuenta que nada menos que el 95% de la gente rechazaba enviar fuerzas militares al Golfo Pérsico, e igual el Poder Ejecutivo lo decidió. Allí surgió la figura de un opositor de entonces, Luis Zamora, que se embanderó en contra y una frase que todavía sirve de excusa para muchas cosas en cualquier gobierno: Domingo Cavallo, por entonces ministro de Defensa,  dijo que había que ir porque eso "atraerá inversiones extranjeras".

El porvenir de Barreto

Pérez León Barreto.

El ahora subsecretario de Mauricio Macri, fue ascendido a capitán de fragata en 2007, en 2010 asumió como nuevo comandante de la División de Destructores de la Flota de mar argentina; ocupó el cargo de agregado naval en la embajada argentina en Chile con Ginés González García al frente de la representación diplomática en Santiago y en 2014 ascendió a contraalmirante. Fue director de la Escuela de Guerra Naval (ESGN) desde 2014 al 2016.