Insólito: tres intendentes también son diputados en la provincia de Buenos Aires
Ir a las diferentes legislaturas es descubrir un mundo paralelo. Como si no tomaran en cuenta que la gente les reclamó un cambio profundo, algunos fingen demencia y hacen que no escuchan nada.
La pelea en la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires, provocada en buena parte por la discusión aún no zanjada sobre los alcances y pormenores del caso “Chocolate”, obligan a las autoridades legislativas a extremar la creatividad a la hora de contemplar las necesidades de sus miembros para que el funcionamiento no se transforme en una queja permanente o el quórum sea algo de costosísimo esfuerzo, tanto material como personal.
Sin embargo, lo que sorprende que el año que empezó, luego de haber sufrido un fortísimo desprestigio producto de la causa abierta y que tiene en prisión a Claudio Albini, exdirector de Personal, su hijo Facundo, concejal reelecto de La Plata, ambos de UP con pertenencia al Frente Renovador, y del recaudador de primera instancia, Julio “Chocolate” Rigau, es que sus miembros sigan creyendo que la gente no los ve, algo que puede ser relativamente cierto, y que sus miembros pueden hacer y deshacer a su antojo.
En esta primera sesión del año, en la que los diputados del Frente Renovador faltaron abruptamente y sin aviso, producto de las presiones que había en las internas de las dos alianzas mayoritarias, Unión por la Patria y Juntos por el Cambio aprobaron una increíble modificación del reglamento interno por el cual se permite a diputados provinciales electos tener licencias hasta de un año de duración, con posibilidades de ser renovadas en cuantas ocasiones lo soliciten, para condicionar la labor de sus reemplazantes inmediatos en sus respectivas listas.
Entre las modificaciones se incorpora, en el inciso e, el Permiso Especial, por el cual cualquier integrante de la Cámara electo puede tomar licencia pero volver cuando él mismo lo disponga, dejando a su reemplazante en vilo y a tiro de ser desplazado. En este caso, aceptaron tomar este atajo legal los intendentes Federico Otermín, Mariano Cascallares y Santiago Passaglia, quienes no declinaron a su cargo a pesar de haber sido electos intendentes de Lomas de Zamora, Almirante Brown y San Nicolás, respectivamente.
El primero era el presidente de la Cámara hasta el año pasado, cuando tomó estado público lo que venía sucediendo desde hacía muchos años y que la propia interna de Unión por la Patria hizo detonar. Cascallares volvió a la intendencia luego de haber tomado licencia cuando estaba inhabilitado por la ley que impedía ser reelecto por tercera vez hasta que esa norma se modificó en el inicio de 2022. Ambos representan al peronismo. Passaglia es el tercer intendente que sucedió al padre y a su hermano en San Nicolás, donde gobiernan desde hace más de 20 años.
Las cuestiones para retener “por las dudas” sus cargos legislativos a pesar que tener la obligación de custodiar el dinero público de sus respectivos vecinos es más que menor, pero remarca las distancias internas que tienen con sus aliados frentistas, tanto kirchneristas como, en el caso del nicolense, con los de Juntos por el Cambio.
De origen peronista, la familia Passaglia se incorporó al PRO cuando asumió María Eugenia Vidal y luego permaneció en Juntos por el Cambio. Pero como la reemplazante de Santiago es una radical, María Belén Malaisi, de Evolución Radical. Hizo todo lo posible para que Malaisi no asumiera y si lo hiciera quien iba detrás de ella, bajo el concepto masculino del “cupo”. Al no prosperar, postergó eternamente su salida, inclusive cuando llegó a ser electo intendente.
En el caso de Cascallares, su lugar lo ocupa Facundo Tignanelli, de La Cámpora y mano derecha de Máximo Kirchner. Las relaciones entre el intendente de Almirante Brown y la agrupación del hijo de los dos presidentes venía más que tensa, y aprovechó la ocasión para dejar en claro que el actual presidente de bloque de Unión por la Patria está “porque no quiere asumir ni seguir, por ahora, como legislador.
Quien le sigue como segunda suplente a Tignanelli es Liliana Pintos, de La Matanza, que reemplaza a Otermín. Oriunda de La Matanza y con relación política con Fernando Espinoza, la rivalidad política con Lomas de Zamora hace que esa factura también quede pendiente de cobrar.
En la misma sesión de la Cámara, donde se debatieron los aspectos constitutivos arriba detallados, además se confeccionaron 45 comisiones de trabajo. Cada una tiene entre 8 y 15 legisladores máximo pero los presidentes de cada comisión tienen, además, la posibilidad de designar los asesores que son los sueldos de más alto rango. Por eso la importancia de presidir algo, ya sea siendo autoridad del cuerpo, Presidente, Vice primero, segundo o tercero, un bloque o la comisión de trabajo.
Una importante autoridad de Diputados aceptó lo extraño del procedimiento, realizado para "contener a las partes" pero, sostuvo que "el año que viene no la renovarán". Los mandatos de los tres intendentes - diputados vencen en 2025.

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