Soledad Cedro, CEO de CPAC: "El movimiento conservador está cobrando mucha importancia en Argentina"
La Ciudad de Buenos Aires recibirá por primera vez a la conferencia conservadora más importante de los Estados Unidos, en un momento clave para la relación entre ambos países.
El presidente Javier Milei se prepara para encabezar el próximo 4 de diciembre la primera edición argentina de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), donde se reunirán algunas de las figuras de peso de la derecha global. La lista de invitados contará con nombres como el del expresidente de Brasil Jair Bolsonaro, el líder de la ultraderecha española, Santiago Abascal, y muchos más. Incluso se espera algún mensaje del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y su gran aliado Elon Musk.
En ese marco, la CEO de CPAC Argentina, Soledad Cedro, aseguró que "buena parte del mundo Trump se está trasladando" al país para el evento y enfatizó que "la relación entre Argentina y Estados Unidos está en un punto de inflexión" debido al rol estratégico que podría cumplir el Gobierno libertario en una región "sumida en las políticas fallidas de izquierda".
- Si tuvieras que explicarle a un recién llegado, ¿qué es la CPAC?
- Es la gran conferencia política conservadora histórica de los Estados Unidos. Desde 1972 se hace de manera ininterrumpida en Washington y es un foro de debate de ideas políticas conservadoras-libertarias. Siempre fue extremadamente importante y respetada, pero en 2015, cuando aparece Donald Trump en el mundo político, pasa de ser un refugio de nicho a ser algo sumamente popular. Entonces empezó a resonar en otros lugares del mundo donde también hay movimientos conservadores y libertarios, como Japón, Corea y Hungría, y nos pareció que ahora Argentina era el lugar ideal para que hubiese una versión de CPAC, que va a ser el 3 y el 4 de diciembre en la Ciudad de Buenos Aires.
- ¿Qué tipo de ideas se discuten en estos foros?
- La idea básica de CPAC y en general del movimiento conservador-libertario es la defensa de las libertades individuales, la posibilidad de que haya un gobierno pequeño, poco intrusivo y eficiente donde haya pocos impuestos y la mayor parte del dinero que genera tanto el trabajador como las empresas quede en su bolsillo y no en las arcas públicas. Después, por supuesto, hay debate de ideas, no todo el mundo está de acuerdo 100% en todo. Hay cuestiones que tienen que ver más con lo social, por ejemplo, el aborto. Es parte de la gracia que no todos estemos de acuerdo, que cada uno presente su propia opinión y pueda argumentarla en una base de respeto y de intercambio de ideas.
- El movimiento conservador suele estar asociado a ideas como cierto rechazo a la diversidad sexual o al aborto, o incluso ahora a elementos vinculados a la Agenda 2030, como puede ser la discusión sobre el cambio climático. ¿Eso no es necesariamente así?
- En todos los movimientos en el mundo hay matices. Se tiende a generalizar que como una persona tiene ideas conservadoras tiene que ser antiaborto o anti diversidad sexual. Es una generalización que no viene al caso y que no es la realidad. La base común tiene que ver más que nada con ideas como la apertura económica, gobiernos pequeños y qué se hace y cómo se trata el tema de impuestos, más allá de temas sociales que después pueden ir variando también. Hay muchas diferencias que tienen que ver con lo regional y lo local, pero que no son la base del movimiento.
- ¿Por qué la llegada de CPAC a la Argentina?
- Tener al primer presidente libertario electo en el mundo hace que el movimiento conservador en Argentina esté cobrando mucha importancia, pero también es relevante por una cuestión regional. Lamentablemente, Latinoamérica está sumida en su gran mayoría en dictaduras o cuasi dictaduras socialistas. Arrancamos con el cáncer comunista cubano, que es la dictadura más cruel y más larga en la historia de Occidente con más de 60 años donde hay fusilamientos y presos políticos. Se fue expandiendo y lo hemos visto llegar a Venezuela y Nicaragua, y hoy por hoy la mayor parte de los gobiernos de la región son gobiernos de tendencia más de izquierda, que estamos convencidos que son ideas que no funcionan y a las pruebas me remito. Eso hace que Argentina cobre otro peso. Ver un país que al menos está intentando hacer algo distinto dentro de una región donde se ven tantas políticas fallidas de izquierda lo convierte en el lugar ideal para que traigamos este tipo de conferencias.
- ¿Por qué triunfan esas ideas que calificás como fallidas en la región?
- En la mayor parte de nuestros países no se ha terminado de llevar a cabo políticas públicas que de verdad mejoren la calidad de vida del votante, tanto desde la derecha como de la izquierda, entonces terminamos muchas veces en una pendularidad donde vamos de un gobierno hacia el otro y nunca nada se resuelve. Por eso creo a veces que los foros de debate de ideas son tan importantes, porque esté quien esté en el gobierno es importante que las cosas se puedan pensar y que se escuchen opiniones diferentes. Ojalá los políticos tengan suficientemente abierta su cabeza para poder escuchar nuevas opciones y después el pueblo elegirá y bienvenido sea, en los lugares donde sí se elige, porque sabemos que en muchos lugares de la región lo que hay es fantochada.
- Hace diez años o menos, que un candidato se presentara a sí mismo como conservador podía llegar a ser un suicidio electoral. Hoy Javier Milei es presidente. ¿Qué cambió desde entonces?
- Tuvimos 20 años de un populismo que nos hundió absolutamente. En definitiva la gente termina votando con el bolsillo, y lo digo en el sentido más amplio de la palabra, no solamente por temas de dinero. Si la gente está contenta con cómo va su vida y se siente segura, que puede trabajar y que con su trabajo le alcanza para mantener el estilo de vida, no va a buscar un cambio. Pero si la gente viene de 20 años en los que cada vez se siente más insegura, el dinero le alcanza cada vez menos y el nivel de corrupción está disparado absolutamente, la gente se harta y busca un cambio. Javier Milei es un exponente clarísimo de una sociedad que dijo 'no quiero más'. No solamente al kirchnerismo, sino al político tradicional. En eso es muy similar a lo que pasó con Donald Trump. Llegó un momento de hartazgo en la sociedad americana con los políticos tradicionales y ahí es donde surge este fenómeno, que al principio la gente literalmente se reía cuando lanzó su candidatura y ahora acaba de ganar por segunda vez la presidencia de Estados Unidos.
- ¿Ese vínculo entre Javier Milei y Donald Trump puede traducirse en políticas concretas?
- La relación Argentina-Estados Unidos está en un punto de inflexión. Argentina tiene una posibilidad histórica de convertirse en un aliado estratégico para Estados Unidos en una región con tantos gobiernos de izquierda, que sabemos que un gobierno como el de Donald Trump no va a apoyar. Hay que ver qué es lo que va a pasar, pero después de muchos años Estados Unidos va a tener una política exterior hacia Latinoamérica por lo menos interesada. Al haber elegido a Marco Rubio como secretario de Estado, que lleva 20 años trabajando con Latinoamérica, Trump está mandando una señal. En ese contexto y viendo qué está pasando en el resto de la región, creo que hay mucha posibilidad de colaboración entre Argentina y Estados Unidos.
- ¿Podemos esperar algún mensaje desde el gobierno Estados Unidos en la Conferencia?
- Buena parte del mundo Trump se está trasladando acá. Desde el principal pensador conservador de los Estados Unidos, que es Ben Shapiro, Lara Trump, que no solamente es la nuera del presidente Donald Trump sino que es la presidenta del Comité Nacional Republicano, Kari Lake, que fue candidata al Senado en Arizona y se sabe que va a tener un rol clave en las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos. La sinergia está creada, se han encontrado ya funcionarios del gobierno argentino con funcionarios del estadounidense. Si tu pregunta es si podemos esperar algo de Donald Trump, obviamente no va a venir en persona a la conferencia por una cuestión lógica de que el día 20 de enero asume y está absolutamente abocado a preparar ese nuevo gobierno y no hacer viajes al exterior en este momento, pero seguramente podemos esperar algún tipo de mensaje suyo para la conferencia.
- ¿Qué otros referentes de la derecha internacional van a participar?
- Tenemos confirmados a Santiago Abascal, de Vox en España; Jair Bolsonaro y su hijo Eduardo Bolsonaro, de Brasil; el presidente de Hungría, Viktor Orbán, no puede venir por una cuestión de agenda pero vienen su vicepresidenta y el titular del Senado húngaro; viene el alcalde de Lima, Rafael López, la persona que está llevando en Perú la lucha por este movimiento; Pablo Viana, que es el líder del Bloque Conservador de Diputados en Uruguay; Eduardo Verástegui, que es la cara del movimiento conservador en México. Va a haber muchísimas figuras internacional reunidas en Buenos Aires, va a estar muy interesante.
- ¿La presencia de Bolsonaro podría complicarse debido al proceso judicial que enfrenta en Brasil por su presunta participación en el intento de golpe de Estado contra Lula da Silva?
- Su presencia en el foro está absolutamente confirmada. Lo que no sabemos es si le van a dar pasaporte. Según lo que está alegando Bolsonaro en este momento, el gobierno de Lula da Silva lo está reteniendo en Brasil y no le quieren dar un pasaporte. Hubo concretamente un pedido especial de recibir ese pasaporte para poder venir a CPAC Argentina. Está legalmente hecho ese pedido y estamos a la espera de que el gobierno brasileño responda. Ojalá se lo den.
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