La pelea del peronismo trasciende los compromisos preexistentes y nadie la detiene
Como si no alcanzara con el escándalo fraude de la Cámara de Diputados bonaerense, ahora se le agregó la saga del Senado. Posibles pases de factura entre Insaurralde y Espinoza agravan la interna.
El peronismo sigue viviendo bajo el estado de sospecha continua. La aparición de la noticia sobre una posible investigación al Senado de la provincia de Buenos Aires por la verificación de un sistema similar al que realizaban en la Cámara de Diputados a través de Julio “Chocolate” Rigau fue considerada un “pase de factura” de la Cámara Baja hacia la Alta por la guerra que mantiene Lomas de Zamora con La Matanza a través de sus representes políticos Martín Insaurralde y Fernando Espinoza.
La fiscal Betina Lacki, a través de sus funcionarios de extrema confianza, mientras ella estaba de vacaciones, deslizó que a través de las grabaciones suministradas por el Banco Provincia de su sucursal Plaza San Martín de La Plata se habían encontrado una serie de operaciones sospechosas con la extracción de dinero por parte de varias personas con tarjetas de débito que no le pertenecían pero a cuentas vinculadas con el Senado que conduce Verónica Maggario.
La coincidencia o modus operandi se confirmaba con el conocimiento que los que utilizaban los plásticos ajenos tenían con “Chocolate”, a quienes saludaban cada vez que se cruzaban cometiendo el fraude por el cual están presos, además de Rigau, Claudio y Facundo Albini.
Rigau, sobre quien la fiscalía está analizando el beneficio de la detención domiciliaria para la próxima semana aduciendo problemas de salud, expuso la actividad de otros “chocolates” haciendo lo mismo, pero ahora dependiendo de la otra cámara legislativa bonaerense.
Un legislador que no tiene nada que ver con esta operatoria, uno de los pocos, y que conoce como muy bien la manera en que se disputa el poder en el peronismo bonaerense, deslizó que la situación conocida hace quince días se difundió por un “pase de factura de Insaurralde a Espinosa”, aunque nadie pueda jamás corroborarlo.
Uno de los funcionarios que siguen de cerca la causa aceptó, ante una consulta de MDZ, que “todo esto es político y son sucesivos pases de factura”. El primero fue el de Sergio Berni contra el exintendente de Lomas y por entonces jefe de Gabinete de Axel Kicillof, con el que también tenía una seria disputa de poder. Nadie paró la investigación ni trató de contener los daños en primera instancia, cuando aún nada se sabía y Rigau dormía en la Comisaría 1ra. de La Plata.
La Cámara de Diputados era manejada por Federico Otermín, sucesor en la intendencia de Insaurralde, aunque los detenidos dependen todos del Frente Renovador, incluido el supuesto cabecilla de la asociación ilícita, Claudio Albini, acusado como el “organizador”, y su hijo Facundo, quien no pudo asumir como concejal luego de haber sido reelecto para el cargo.
El rol de Insaurralde como articulador de los diferentes intendentes de la provincia de Buenos Aires, siempre fue puesto en tela de juicio por Espinoza, que se desenvuelve como un ser independiente, inclusive del gobernador Kicillof. Sin embargo, tras su traumática caída, nadie puede reemplazarlo.
Su trabajo casi artesanal, abrazando en un proyecto común y casi una cofradía a personalidades de diferentes orígenes e ideas, desapareció con él. “Es como si hubiera sido un trabajo de autor… corrido Martín, nadie tiene ni su capacidad ni su escucha. Era jefe sin tener que decirlo todos los días”.
En este concepto lo diferencian con Sergio Massa, quien más se aproximaría en cuanto a formas y proyectos al del corrido Insaurralde. Sin embargo, el excandidato presidencial es “tan jefe” que el sistema se modifica, ya que pasaría a ser una mesa amplia a una cabecera indiscutible.
Axel Kicillof no quiere ni puede suplir personalmente ni a través de su socio político y mano derecha Carlos “Carli” Bianco la cobertura que daba el lomense inclusive para que no tuviera que discutir personalmente con Máximo Kirchner.
La sombra del escándalo de la Legislatura bonaerense no desaparecerá rápidamente y cada mínimo avance judicial los pone a todos en guardia, aunque los legisladores, de todas las bancadas, hagan como si nada estuviese pasando, se sigan asignando comisiones, vicepresidencias y presidencias de la misma manera que previo al descubrimiento formal de la utilización de presta nombres para embolsar plata para las estructuras políticas, desde donde luego se financiaban otro tipo de actividades, inclusive, casas de cambio, caminos gastronómicos, hoteles y todo tipo de emprendimientos donde el dinero físico es muy común.
Sin embargo, a pesar de las múltiples versiones sobre continuidad de la investigación sobre el caso “chocolate”, que debería reconfigurarse como el “de la Cámara de Diputados o Legislatura bonaerense”, nada está previsto que suceda salvo la vuelta a su casa de Julio Rigau, que seguirá detenido, pero fuera de prisión. ¿A cuánto estará que suceda lo mismo con los Albini? Es cuestión de tiempo.
“Algunos piensan que se pueden quebrar y delatar a sus superiores, a los verdaderos “consumidores finales” de su recaudación fraudulenta”, que ascendería a $800 millones de pesos sólo en el procedimiento encarado por “Chocolate”, a quien los avaros jefes le daban, simplemente, $200.000 pesos mensuales por recorrer los cajeros platenses. “No va haber delación. Por este tema que pueden salir en un par de meses o un año, después, siguen como si nada y su familia, como dice la tradición, seguirá bien cuidada.