Crisis económica

No hay plata: mientras se ajustan, algunos municipios preparan la resistencia

Los intendentes de la provincia de Buenos Aires están a punto de declararse en estado de emergencia. General Pueyrredón tuvo que pedir un descubierto para pagar los salarios y otros aumentaron 400%.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare jueves, 11 de enero de 2024 · 21:44 hs
No hay plata: mientras se ajustan, algunos municipios preparan la resistencia
Foto: Prensa UTEP

El gobernador Axel Kicillof intentará, por todos los medios, mantener su iniciativa de ser el contraste perfecto entre el "ajuste salvaje" del gobierno de Javier Milei y pretende no detener ninguna obra. Pero, en la cotidianeidad, eso choca con las propias reservas de sus funcionarios y de los intendentes que saben que todo lo que le llega es para acumular para lo que se viene. 

Marcos Pisano, el intendente de Bolívar, puede explicar los motivos por los cuales los vecinos y los propietarios que tributan en su localidad recibieron una factura por tasas municipales que oscilan entre el 200% y el 350% de aumento. “Siempre estuvo sujeto al índice de inflación de las naftas y la carne”, explicó el intendente que, igualmente, reconoce que "el sacudón es muy fuerte".

“Quienes tienen deuda y atrasos de más de un año, a ellos se le recargará significativamente el valor, mientras que los que estén al día tendrán un descuento del 30%. La deuda general por tasas que tenemos supera los $1000 millones de pesos”, siguió con su explicación Pisano, que ya viene alertando sobre los gastos médicos del hospital municipal, que ya exceden todos los presupuestos.

En Moreno, durante un encuentro realizado en la tarde de hoy, Roberto Baradel y la intendenta local Mariel Fernández reunieron a la militancia de la economía popular junto al ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, anunciaron el inicio de una campaña de resistencia ante el ajuste que hasta ahora había evitado el Movimiento Evita, organización en la que se referencia la jefa comunal.

Guillermo Montenegro, intendente de General Pueyrredón, cuya cabecera es Mar del Plata, acepta en privado que buena parte de la falta de respaldo económico tanto de él como de otros jefes comunales fue la excesiva presencia en los gastos municipales en la campaña que terminó en octubre. Sin embargo, a diferencia de sus colegas de las ciudades más importantes, el alcalde cambiemista tuvo que pedir un descubierto al Banco Provincia por $4500 millones de pesos para hacer frente a la nómina salarial del mes pasado.

Kicillof con los intendentes

El intendente de Tigre, Julio Zamora, también expuso su preocupación, no por su situación actual, sino por la proyección declinante de sus ingresos debido a la abrupta caída de los fondos coparticipables debido a la caída de la recaudación de los impuestos nacionales. El “no hay plata” ya es un lema casi nacional, en la que también empiezan a ser revisados gastos corrientes que habitualmente subsistían las revisiones de otros tiempos.

“No hay más fiestas de nada. Tampoco pauta. Y si todo se corta, también nosotros estamos obligados a hacerlo. Hace un mes le dimos un aumento del 50% a los trabajadores municipales pero seguimos lejos, y con los aumentos, lejísimos”, admitió un intendente municipal del conurbano que también aceptó que muchos quedaron “debiendo plata porque la campaña fue a todo o nada”.

La distribución de la coparticipación pasó a ser fundamental para muchos distritos, pero es vital para los que tienen un sistema de salud municipal. Hasta hace unos años, lo recibido por las localidades que tenían hospitales bajo su comando era sideralmente mayor a los que no, porque el reparto de “la copa” era por camas. Al modificarse, eso mermó pero seguía sosteniendo al sistema y sobraba para otras prestaciones.

“Ya el año pasado nos costó, entre las trabas que teníamos con las importaciones y los aumentos en dólares de los insumos para el área de Salud, todo se hizo cuesta arriba. Ahora, ni te cuento”, comentó otro jefe comunal que recibió un complejo sanitario impactante, armado en las épocas donde cada cama duplicaba su valor en términos coparticipables.

La resistencia ya empezó

Oportunamente, Axel Kicillof puso en crisis a la mayoría de los jefes comunales cuando, en medio de la crisis de la pandemia, cuando le reclamaban fondos especiales sin devolución para paliar la emergencia, les dijo que si tenían plata en los plazos fijos, lo utilizaran.

Finalmente, esa contingencia se saldó con un monto fijo por municipios teniendo en cuenta la distribución coparticipable habitual con una devolución prevista al año siguiente, que ahora se postergó para el 2024. Pero la deuda con el gobierno provincial está. Pero ahora visualizan que ni el aumento del 200% aprobado hace quince días para todos los impuestos provinciales pueden quedar atrasados con respecto de la inflación anual.

En este marco, varios ministros del gobierno de Axel Kicillof reconocen que lo que tendrán para administrar es “tristeza”. “Si no recibimos los fondos especiales de Nación, tal como parece que será, y baja la actividad, solo dependemos de que nos restituyan el impuesto a las Ganancias para mejorar un poquito los ingresos. Pero este año será muy difícil de atravesar”, le comentó días atrás un importante ministro bonaerense a los intendentes que se juntaron, antes, con Kicillof durante la semana que mañana termina.

Más acá en el tiempo, en agosto, con posterioridad a las PASO, en su rol de candidato presidencial, les reclamó a los intendentes que le den una suma fija a los empleados municipales luego que él decretara una devaluación de más del 20% que produjo un ajuste de todos los productos de la canasta básica de alimentos. La mayoría se opuso a tal imposición, aunque luego, resignados, cada uno armonizó su presupuesto para darle una mano al proyecto presidencial que sobrevivió a octubre y sucumbió en noviembre.

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