Ramiro Marra y Vanina Biasi se declararon la guerra ante la confianza de Jorge Macri y el pacifismo de Leandro Santoro
Los candidatos de JxC y UxP lograron explicar más ideas en menos tiempo. El libertario y la izquierdista protagonizaron los cruces más fuertes de la noche. El factor Milei pasó inadvertido.
El debate porteño desnudó inquietudes, temores, esperanza y pocas plataformas electorales explicadas. Los nervios y la falta de experiencia en el debate se hicieron presentes en distintos momentos. La imposibilidad de debatir e interactuar de forma genuina obturó algunos momentos que hubieran sido imperdibles, pero se logró el objetivo, cada candidato logró dejar en claro la lógica amigo-enemigo que será imperante de cara al día de la elección. Jorge Macri de Juntos por el Cambio, Leandro Santoro por Unión por la Patria, Ramiro Marra de la Libertad Avanza, y Vanina Biasi, del Frente de Izquierda debatieron juntos.
Jorge Macri debatió con la calma de la experiencia en el rubro. Su mujer, Belén Ludueña, que iba casi repitiendo en voz baja cada discurso con visible tensión, lo miró sentada en primera fila con el diputado kirchnerista Eduardo Valdés sentado a su derecha. Macri logró evitar la tensión, casi no hubo fursios ni dudas salvo al final, pero logró que su experiencia en la intendencia de Vicente López se ubique en la "O" de su FODA personal. Lejos de tomarlo como debilidad, logró que su gestión sea oportunidad y explicó sus plataformas con lo hecho en el distrito vecino de la Capital.
Los roles fueron trajes a medida. Jorge Macri sostuvo el estoicismo propio del que ya debatió y va primero en las encuestas. Su única obsesión sigue siendo ganar en primera vuelta, a pesar de que los números públicos y privados le son favorables. Un dato: no hay aún un sondeo propio o ajeno a Juntos por el Cambio que tenga un mínimo indicio de que Macri no gane en octubre. El debate es la brecha que genere segunda vuelta o dé por terminada la elección porteña. Riesgosa jugada que pone en jaque la conducción nacional de la UCR.

Macri evitó la controversia, la sintonía con Marra fue absoluta porque el liberal necesita votos amarillos y Santoro fue contundente: "Acá hay que elegir, una Ciudad de los negociados o sensible y humanista", así fue. Al cierre, una estocada final que es peligrosa, le pidió el voto a los que eligieron a Martín Losuteau. El temor de una parte del macrismo es que los vínculos entre un sector radical y el kirchnerismo se dinamicen de cara a las elecciones para perjudicar a Macri. Hasta ahora no se refleja en las encuestas, pero es el objetivo de Santoro y lo dejó en claro.
A la salida del debate, Ludueña habló con MDZ: "Lo vi tranquilo, conforme, hizo muy bien en explicar las ideas". Se encontró con Macri en el salón de prensa, hubo beso, abrazo y felicitaciones. Antonio, el hijo de Jorge los acompañó en todo momento, estuvo sentado en la primera fila. Jorge Macri habló con este medio y explicó su calma frente a la tensión del resto. "Creo que pude hacer lo que quería hacer, cada uno con sus maneras, pero me voy súper conforme", se despidió.
Leandro Santoro logró un buen golpe inicial al recordarle a Marra la condena que tuvo en la justicia extranjera por no tener la matrícula habilitante para su actividad financiera, lo que sacó automáticamente de eje al dueño de “Bull Market". "¿En serio me estás diciendo eso? Es evidente que querés salir tercero", chicaneo Marra. Y añadió: "Me persiguieron políticamente a siete días de haber asumido, son una vergüenza, por eso lo defendés, porque sos kirchnerista", sentenció el candidato de la Libertad Avanza.

Ramiro Marra hizo un buen primer debate dirigido netamente a su base votante, sin lograr evitar el nerviosismo ni la descalificación que tomó como formato discursivo, el candidato que representa las ideas de Javier Milei logró generar risas en las tribuna, colmada de periodistas, asesores y familiares. Marra se trenzó sin pausa con Vanina Biasi, cuando su rival a vencer era quien quedó segundo, Leandro Santoro, el candidato de Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández.
Marra condenó los piquetes y se apareció la primera escena de tensión. Las mujeres amamantando hijos en protestas sociales fueron objeto de observación del excandidato a senador, lo que enervó a Biasi que lo cortó: "Y a vos, ¿qué carajo te importa que están haciendo?". La acusación violó el reglamento del debate, donde no se podía interrumpir ni interactuar.
Los dardos fueron los clásicos, la actividad de real state porteña que fue señalada por Santoro desde el comienzo de la jornada, la Educación Sexual Integral que milita el kirchnerismo junto con la izquierda y se aplica en tierras macristas pero son condenadas por el liberalismo. La falta de debate en la Legislatura, el pasado peronista de Marra, de intendente de Macri, nada quedó por decirse. La candidata de la izquierda fue contundente, aportó su mirada docente y no soportó las críticas liberales, en especial sobre temas de vivienda, algo que quiere desregular al máximo Marra.
La noche se apagó a las 21.55 tal lo anticipado. Los candidatos se reunieron de nuevo con dirigentes, familiares y amigos. El debate exhibió las tensiones que seguirán intactas hasta que se termine el proceso eleccionario.

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