La falta de estrategia obliga a Cristina Fernández de Kirchner a rearmar una nueva Unidad Ciudadana
El oficialismo no puede reunirse en ningún ámbito común. Todo son versiones, operaciones políticas y juntadas cuyas ideas terminan cayendo por miedo a que alguien se entere. La desconfianza es la regla y Cristina Fernández de Kirchner está obligada y urgida a decidir cómo seguir.

Juan Zabaleta venía alertando, desde hace mucho tiempo, antes de su programada salida del poder nacional para retomar su gestión de intendente municipal en Hurlingham sobre la inconsistencia del proyecto político que representaba el Frente de Todos y lo difícil que se hacía la convivencia cotidiana con funcionarios de diferentes procedencias y con tensiones entre sí.
Su mirada, a veces considerada apocalíptica, no era la única, pero si la más descarnada, expresada en los encuentros que participaba hasta que, un día, consideró que nada de lo que se hablaba en esas mesas tenía correlato con posterioridad.
“Yo te propongo que traigas a diez intendentes y a los gobernadores que vos quieras a esta mesa y te quedes un rato… Nadie habla. Nadie dice nada” reconoció, hace algunos meses, un funcionario, que debe lidiar con llamadas, proyectos y procesos administrativos de varios ministerios a la vez.
Estas impresiones también las tuvieron, y las mantienen, quienes participan de varias invitaciones a la vez. Según recordó días atrás un intendente que estuvo en la residencia del gobernador hace casi medio año, luego de la reaparición pública de Cristina Fernández de Kirchner tras el intento de asesinato que sufrió. “Nunca queda nada muy en claro. Es más, quien menos habla, mejor termina”, ironizó.
Este jefe comunal, que siempre prefiere mantener sus relaciones antes de exponerse, también recordó que en aquella noche, uno de ellos, siempre dispuesto a encontrar puntos de encuentros, estuvo toda la cena callado. Fue expuesto por la vicepresidenta para que hablase. Experto, no tenía mucho que decir y ratificó lo que dijeron quienes lo precedieron.
Los espacios políticos se han convertido, con el tiempo, en ámbitos donde el secretismo y el mano a mano preservan a sus dirigentes del “escarnio y castigo” al cual pueden ser sometidos si alguna “autoridad” se entera de que lo expresó y el periodista lo expuso públicamente. La política ha sido reemplazada por el secretismo.
Esta manera de filtrar información y de relacionarse con sus pares de espacio no es privativo del Frente de Todos. En la oposición también pasa lo mismo. Si no, preguntar por los actores más importantes de las estrategias de todos los principales candidatos. Quien habla está sujeto a revisión del pensamiento.
Néstor Kirchner siempre pretendía tener no solo la primicia, sino la potestad absoluta sobre los off, aunque no lo hiciera de manera oficial. Él utilizaba a los dirigentes de diferentes procedencias que terminaban discutiendo entre sí, como cuando le relataba una cosa a los radicales K y otra exactamente contraria a los del peronismo tradicional.
Hoy esa “picardía” no existe. La rigurosidad de Cristina y de Máximo Kirchner provoca que el secretismo sea la regla. Y las estrategias son seguidas por “señales, frases y gestos” que pueden tener múltiples interpretaciones. Por eso se puede inferir que la vicepresidenta está dispuesta a romper la “proscripción” sobre la que hizo base para sentirse una perseguida política, pero no condenada con tanta razonabilidad como argumentar exactamente lo contrario.
"La posibilidad que sea candidata a todo vuelve a estar en la mesa". ¿Estrategia? Le preguntó MDZ a uno de los más activos dirigentes del operativo clamor para que ella sea la próxima presidenta. ¡Nooo! No hay nada, Me parece demasiado pronto. Esto es una mesa de operaciones”, se sinceró.
Sin embargo, los tiempos se acortan. Todos los indicios económicos y políticos son negativos. Y no hay candidato que pueda soportar una campaña sin tomar como base el gobierno de Alberto Fernández. Para peor, tal cual sostuvo uno de los pocos no rozados con estos debates, “quien saque los pies del plato o no quiera pelear, por lo que viene al otro día no puede poner ni un consejero escolar”.
Unidad Ciudadana, el esquema absolutamente kirchnerista diseñado en 2017, vuelve con otro formato. Ya todos se están dando cuenta.

Libragate: los fundamentos de la denuncia por estafa realizada a Javier Milei

Por el Libragate también se entiende por qué los K y Cambiemos perdieron

Milei compartió hoy instrucciones para comprar $LIBRA y luego las borró

El Gobierno mejoró la oferta al SUTE, que la bajará a las bases para definir

"Lo verdaderamente importante": el festejo de Caputo en medio del escándalo

Escándalo por el Libragate: Donald Trump expresó su apoyo a Javier Milei

Mendoza ya tiene un diagnóstico del déficit de agua para armar su Plan Hídrico
