Facundo Manes apuntó contra sus aliados radicales por irse con Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta

Facundo Manes se muestra decidido. Al menos no solo lo expresa a través de diferentes entrevistas brindadas en el transcurso de esta semana sino que, también, se lo dice a los dirigentes que estuvieron en las últimas horas representando la Primera Sección Electoral.

Esta sección es la que representa la región norte y noroeste del Gran Buenos Aires, en la que hay una clara figura convocante, Gustavo Posse, que hoy trabaja activamente con Gerardo Morales a pesar de que a principio de año lo había recibido en su distrito para recorrer empresas y dar una charla en la Universidad de San Isidro.

El otro referente, que no gestiona un municipio pero sí es importante por lo que significó en la recuperación del partido, es Daniel Salvador, ex vicegobernador provincial. Su hijo, el diputado nacional Sebastián Salvador, fue su representante en el encuentro.

Manes recibió a los referentes y concejales que lo apoyan en sus oficinas de Palermo. El diputado nacional avisó que está dispuesto a caminar para ser el representante de una lista que identifique al centenario partido. Pero, lo más importante que dejó para todos los que lo escucharon, fue que “no vine a la política para irme en dos años”. 

A diferencia del presidente de la UCR Nacional y gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, que tiene ya una organización mucho más armada y ejecutiva, con referentes en todas las provincias, la de Manes tiene base en un sector mayoritario de la Provincia de Buenos Aires a través de Maximiliano Abad, el presidente del partido.

El jujeño también lo aventaja en un detalle nada menor: en arropar a la militancia radical en cada encuentro que realiza, inclusive cuando visita a un dirigente que no representa a su partido. Manes aún no ha sabido subir al radicalismo a su histriónica y afable personalidad.

Ayer, Manes fue categórico en su deseo de ser parte del futuro partidario. Pero también fue muy crítico sobre la manera que tuvieron de relacionarse entre los dirigentes más importantes luego de la gran elección PASO de hace dos años. “Gerardo sólo acordó con Martín (Lousteau) y el resto no sentimos esa cercanía. Ni Alfredo Cornejo, ni Gustavo Valdés están con ellos, como muchos dirigentes y legisladores de todo el país”, explicó.

Nadie hizo mucho esfuerzo para unir a los radicales. De hecho, Morales y Lousteau casi se van a las manos en la primera reunión de autoridades del comité nacional. Y Manes era el aliado del gobernador e hizo campaña con Abad, enfrentaron a Evolución y a Posse y, finalmente, llegaron a designar a Gastón Manes como convencional partidario. Esas alianzas se trastocaron hasta dar un giro de 180 grados.

“Hay tres radicalismos. Los que quieren acordar con Patricia Bullrich, los que quieren ir directo con Horacio Rodríguez Larreta y yo, que quiero ser candidato a presidente y trabajar para el radicalismo”, dijo Manes en el encuentro palermitano.

Eso irritó a los radicales que militan en las proximidades de Morales. “Es innecesario seguir abriendo heridas”, exclamó uno de sus operadores.