Omar Perotti reconoce la derrota con los narcos y apuesta a la transición

Omar Perotti sabe que se va sin resolver el problema mayor de Santa Fe. Lo reconoció a puertas cerradas ayer en su mensaje de la Junta Provincial de Seguridad, en la que se reunió con dirigentes y especialistas para abordar la urgencia tras el atentado al supermercado de la familia política de Lionel Messi. "El mensaje fue de resignación y transición con el próximo Gobierno", contaron dos personas que estuvieron en la cumbre desde la tarde hasta la noche.
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La oposición y el propio gobernador quieren que Aníbal Fernández deje su cargo. "No soy yo quien le tiene que pedir la renuncia", reconoció ayer Perotti, quien mantiene un vínculo frio con el Gobierno nacional. Patricia Bullrich y otros precandidatos se expresaron directamente en contra de las declaraciones de Fernández y pidieron que renuncie.
La oposición le planteó una batería de medidas para lograr terminar el año con relativa normalidad y dar por iniciada la transformación en la provincia, que tiene tasas de homicidio más cercanas a la Colombia de Pablo Escobar que al resto del país. 22 muertos cada cien mil habitantes, siendo cuatro el promedio nacional, de ahí surgieron los "valores europeos" de los que habla Aníbal Fernández, el ministro de Seguridad que considera que en Rosario ganaron los narcos.
El paquete de medidas es económico pero de gestión: equipamiento policial, patrulleros, chalecos nuevos, equipos de investigaciones, aparatología e instrumentos, monitoreo de los 10.000 presos con libertad condicional o salidas transitorias, hay sólo 170 tobilleras otorgadas, piden triplicarlo para empezar.
Finalmente dos puntos: la urbanización de dos barrios concretamente señalados como productores y distribuidores de droga, y la aceleración del sistema de acusador para lograr celeridad en las causas como tienen las provincias de Salta y Jujuy.
Alberto Fernández habló ayer con Pablo Javkin, intendente de Rosario que no puede accionar contra el narco sin un trabajo mancomunado de la provincia y la Nación. Así entonces, la promesa del presidente, según supo MDZ, es darle más presencia policial y analizan mandar gendarmes.
La política da por perdido el año, el propio gobernador reconoce en voz baja que se va sin poder encauzarlo y que el propio ministro de Seguridad actual deberá encarar un plan de normalización para entregar el ministerio a su sucesor, a partir de diciembre.