Fingir demencia, la nueva estrategia de Unión por la Patria
Los intendentes y la dirigencia de la provincia de Buenos Aires, ahora con Axel Kicillof como único abanderado, creen que el ataque que reciben es porque la oposición quiere bajar al gobernador.
"Está clara que la estrategia de la oposición de Juntos por el Cambio es embarrar a todos los intendentes para que nosotros bajemos en nuestro territorio y a su vez arrastremos hacia abajo a Axel Kicillof" explicaba este viernes, convencido, un jefe comunal del Gran Buenos Aires que, igualmente, asumió que esa creencia es "muy personal" y "no implica que banque lo que algunos compañeros hacen".
Más temprano, un dirigente que había participado de la reunión en la que, el martes pasado, un grupo peronista pidió que se votara por la "lista de Unión por la Patria completa", a la que confluyeron funcionarios y concejales que hasta hace dos años no podían ni siquiera saludarse, había dicho algo parecido. "Esto es para que Axel pierda la provincia. Insaurralde, ahora el Tano (Menéndez) y seguro el finde aparecerán otros", sentenció.
En ese encuentro, del que participaron, entre otros, Santiago Cafiero y Agustín Rossi, también se discutió, y mucho, cómo continuará el peronismo kirchnerista en los distintos escenarios después de las elecciones de octubre. La idea de la "boleta completa", casi una obviedad en un partido que pretende representar un proyecto nacional, había sido puesta en crisis por la decisión de la mayoría de los intendentes de militar el tramo local por temor a lo que podía suceder en los escalones superiores de la propuesta de Unión por la Patria.
El escándalo de Martín Insaurralde, que confirmó la idea generalizada que tenía la sociedad sobre el divorcio de la dirigencia política con sus necesidades cotidianas, se sumó al bizarro y descriptivo movimiento realizado por Julio "Chocolate" Rigau al retirar, con casi medio centenar de tarjetas de débito, dinero de los cajeros automáticos de La Plata para luego ser ditribuido en los diferentes bloques legislativos de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires.
El intendente en uso de licencia de Lomas de Zamora, además de haber sido eyectado de la jefatura de Gabinete de ministros bonaerense, puso patas para arriba toda la estructura provincial, esa misma que él mantenía conectada. Las denuncias e investigaciones, que se abrieron por haber sido encontrado en el yate de Marbella junto con Sofía Clerici, fueron como un Exocet (misil antibuque) en el acorazado de Unión por la Patria, que había podido reacomodarse y tomar la iniciativa tras las cataratas de anuncios realizados por Sergio Massa con posterioridad a las PASO de agosto.
Figuras que tienen poco o nada en común, y se celan entre sí, como gobernadores, candidatos e intendentes, tomaron conciencia que si seguían haciendo todo por su cuenta el resultado iba a ser peor. Pero el golpe al corazón de la UTE de intendentes y dirigentes provinciales, que siempre valoraban la híperactividad de Insaurralde, ahora quedaron huérfanos y temerosos que alguna frase inapropiada de Sergio Massa o Axel Kicillof active una reacción contraria.
"Si lo siguen zamarreando a Martín puede haber quilombo. Ninguno de nosotros tiene amor ni por Axel ni por Máximo. El que mínimamente nos tenía conectados era él", confesó un importantísimo referente de Unión por la Patria que agregó: "Imagínate que muchos van a volver a trabajar como en una interna, llevando la gente a votar con autos. Ahí el dirigente le dará la boleta que le convenga al amigo de Martín, pero quizás eso no sea lo que le convenga al resto".
Traducción. Si se percibe que dejarán caer en el ostracismo al "primus inter pares" solamente para salvarse en sus respectivas candidaturas, los amigos de Insaurralde tomarán la misma decisión, pero en sentido exactamente contrario. Es decir, salvándose ellos y dejando sin efecto la promesa de votar "boleta entera".
Que en el transcurso de este viernes haya trascendido una denuncia penal contra Gustavo Menéndez, por supuestos abusos en la utilización de los fondos públicos y por reiterados viajes al exterior, tampoco ayuda. El intendente de Merlo en uso de licencia, era uno de los aliados estratégicos del lomense y es funcionario de Axel Kicillof, el que pocas veces sabe qué hacen sus ministros en el Grupo Banco Provincia.
Mientras todo esto sucede, desde el Ministerio de Seguridad que conduce Sergio Berni, otro que lleva tiempo callado, se conoció el rumor de que funcionarios de ese área quisieron "colaborar" para que Rigau fuese encontrado en el delito de manera in fraganti. No fuera tan ingenuo de declarar lo que estaba haciendo y habrían pedido a la fiscal Betina Lacky que hiciera como que no pasaba nada.
Según TN y La Nación, Javier Alonso, uno de los efectivos policiales más cercanos a Berni, habría estado detrás de este ruego de "no seguir averiguando" y dicen que habrían solicitado que fuera alojado en otra comisaría más alejada a la céntrica 1ª de La Plata. No sólo no sucedió, sino que también su celular, ese cuya pericia ya se inició, jamás le fue devuelto.
Mal pensados, en el peronismo bonaerense creen que esta es una "nueva ficción" en toda esta trama. En este caso, no estaría armada por "Juntos por el Cambio sino por el propio Berni, quien quiere expulsarse de habernos expuestos a todos" por no haber hecho demasiado esfuerzo cuando, luego de recibir la denuncia de la policía municipal de La Plata, detuvieron a "Chocolate" y siguieron con el proceso como si nada.
La desconfianza entre Insaurralde y el resto de los intendentes con Berni viene de larga data y esta situación en particular profundizó la distancia. De hecho, el ministro soportó varios intentos de remoción y pedidos de renuncias masivas expresadas por verdaderos pesos pesados de la política peronista bonaerense como Fernando Espinoza, Insaurralde o el propio Mario Ishii. Axel Kicillof jamás encontró alguien que lo quiera reemplazar, por eso aún hoy se mantiene en el cargo.