Elecciones 2023

Juan Schiaretti, el cordobés que apuesta al federalismo y al voto antigrieta

Tras la visibilidad que le dio el debate, Schiaretti busca instalar que el apoyo a sus propuestas es un “voto útil” y que hay opciones más allá de los tres candidatos con mejor performance en las PASO.

Gabriela Yalangozian
Gabriela Yalangozian sábado, 21 de octubre de 2023 · 21:12 hs
Juan Schiaretti, el cordobés que apuesta al federalismo y al voto antigrieta
Schiaretti, el Gobernador cordobés que promete federalismo e insta al voto antigrieta Foto: Télam

Pocas horas faltan para que el electorado opte entre los cinco candidatos que se presentan en las unas este domingo 22 de octubre para suceder a Alberto Fernández en el sillón de Rivadavia el 10 de diciembre. Uno de ellos es el justicialista Juan Schiaretti, que logró salir bien parado de los dos debates prelectorales, sin grandes confrontaciones y con una popularidad que alcanzó con su acento provinciano arrastrado y la mención a su Córdoba natal una y otra vez.

“La república de Córdoba” con la broma incluida de sacar el pasaporte para ir a ese “otro país” que describía Schiaretti. La alusión a la provincia que administró en tres oportunidades -finaliza su tercera gobernación el próximo 10 de diciembre- lo dejó expuesto con propuestas que le funcionaron en su tierra natal y que pretende extender a todo el territorio nacional.

De sus contrincantes solo menciona a los tres con más chances de llegar a una segunda vuelta, en el caso de que la haya. No tiene en cuenta al FIT para su estrategia electoral en el final de su campaña.

Para el gobernador solo dos candidatos se encuentran por fuera de la “grieta” que “tanto mal le hizo a los argentinos”: Javier Milei con sus ideas que considera impracticables y él mismo con su mirada en el federalismo. Del otro lado está “la grieta” con sus dos polos, a los que considera igual de fracasados.

Por un lado, está la alianza de sello kirchnerista con la que se presenta el ministro-candidato Sergio Massa, bajo el nombre ahora de Unión por la Patria. Nunca habrá un apoyo de Schiaretti a cualquier candidato que esté alineado a Cristina Fernández de Kirchner, a quien los cordobeses no le perdonan haber librado a su suerte a la provincia las 48 horas en que las fuerzas policiales provinciales se relevaron, la delincuencia tomó las calles y el teléfono de Casa Rosada llamaba y llamaba, pero nunca nadie respondió.

Schiaretti rodeado por su candidato a vice, Florencio Randazzo, y su sucesor el gobernador electo Martín Llaryora. Foto: Hacemos por nuestro país

A Massa, específicamente, no le perdona sus idas y vueltas, su acercamiento en el 2015 y el arreglo con la lista del Frente de Todos a último momento en 2019, a espaldas de Lavagna y Urtubey, con quien había realizado una conferencia de prensa e ideaba un frente antigrieta. “Massa tiene que explicar por qué dijo que iba a meter presa a Cristina y echar a los ñoquis de La Cámpora y luego se alió a ellos”, dijo Schiaretti en alguna oportunidad a este medio.

Para el cordobés, Massa fracasó como ministro y no podrá lidiar con una futura presidencia porque sus ideas profundizaron la recesión, devaluaron la moneda argentina y ampliaron la cantidad de pobres en el país.

En las antípodas está Juntos por el Cambio, de quien Schiaretti aún le factura adeudarle el pago de obras públicas y compromisos firmados y asumidos para el interior y que no fueron cumplidos por Mauricio Macri. También apunta contra la candidata presidencial Patricia Bullrich y su paso por el gobierno de De la Rúa y el propio Macri. La acusa de fomentar la grieta, de sacar rédito del antikirchnerismo y de ser parte del fracaso de la administración de Cambiemos.

Y sobre su principal contrincante, Javier Milei, quien le ganó por un escaso margen en su propia provincia en las elecciones Primarias del 13 de agosto, asegura no tener nada personal. Pero también enfatiza que la gente lo votó por bronca, por buscar algo nuevo, distinto a lo que se probó hasta el momento y por fuera del modelo kirchnerista-antikirchnerista.

Eso sí, advierte que sus ideas nunca fueron aplicadas en ningún lugar en el mundo, que sus propuestas son alocadas y pueden llevar a los argentinos a dar un salto al abismo.

Es en esa disyuntiva que se filtra su candidatura. Se muestra como un gestor, alguien en el que los productores argentinos y los empresarios industriales pueden confiar, en quien puede crear planes de trabajo no a base de subsidios. “El que sabe y hace”, lo presentan en cada uno de sus actos políticos.

El debate le dio popularidad a Schiaretti, pero también dejó expuesto su localismo como administrador de su propia provincia. Foto: Télam

Schiaretti llega a las elecciones envalentonado, apostando al voto del interior, aquel que ve las inequidades entre el AMBA y el resto del país. Insiste en que los presidentes hasta ahora gobernaron para Buenos Aires y no para las provincias. Y aclara que no busca perjudicar a los bonaerenses, sino que el resto de los provincianos tengan acceso a los mismos beneficios que los porteños.

Se muestra como un candidato serio, quizás sin carisma político ni efusividad –esto último sí tiene su sucesor Martín Llaryora, quien instaló la frase contra los “pituquitos de Recoleta”- pero sí con experiencia como administrador, con la mirada puesta en la clase productiva que puede traer los dólares que tanto necesita el país para revalidar su moneda. Y, un detalle no menor, como justicialista, no se muestra con los viejos 'popes' del PJ ni muestra ningún guiño con líderes del sindicalismo.

Le juega en contra tanto localismo. La mala experiencia de los caudillismos provincianos. El pintar una provincia idealizada, que tiene sus problemas de seguridad, de pobreza, de ministros investigados por la justicia, de una Policía cuestionada por los casos de gatillo fácil, y de sus gremios siempre en pie de lucha, peleando por mejor salario en las calles.

Córdoba no es otro país. Y aunque tiene proyectos que funcionaron y fueron disruptivos, habrá que ver si su espacio Hacemos por nuestro país, que no logró elaborar una estructura en todas las provincias -algo que sí pudo construir La Libertad Avanza-, son suficientes para darle un mejor desempeño que en las PASO.

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