Interna caliente

La alianza generacional que hace crujir al viejo Cambiemos

Facundo Manes y Martín Lousteau iniciarán este martes un camino que puede significar una reconfiguración integral, no sólo del radicalismo, sino, también en la relación con el PRO. Modernos y alejados de la política tradicional, trazan una mirada generacional.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare domingo, 25 de septiembre de 2022 · 09:00 hs
La alianza generacional que hace crujir al viejo Cambiemos

Hace dos años, los dos se miraban con mucha desconfianza. Desde la llegada de Facundo Manes al mundo radical, Martín Lousteau vio claramente que tenía una competencia directa en la convocatoria a un nuevo partido, moderno y con expectativas presidenciales.

Sin embargo, el transcurrir del tiempo, el derribo de viejos preconceptos mutuos y hasta la comprensión que ambos eran dos individualidades en un complejo partidario de estructuras preexistente en años, los hizo ir acercándose más rápido de lo que muchos suponían.

Por eso, no llamó la atención la confirmación, a través de las redes sociales, de su primera aparición pública luego del cierre de la campaña de las PASO del año pasado, donde el choque de puños entre ambos parecía mucho más de compromiso que por afecto y confianza. 

La convocatoria será el próximo martes, a las 18, horario radical, es decir, un rato más tarde, en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA con el pretexto de poner a "las universidades como motor para el desarrollo del país". Llamó la atención, no obstante, los colores elegidos para el banner de presentación. La foto de ambos sobre un fondo blanco y el título en celeste. El rojo radical ausente sin aviso.

Manes y Lousteau empezaron a tener puentes en común apenas terminó la feroz interna bonaerense de 2020, donde ambos disputaban su precandidatura presidencial, o el intento de quedar como referente único por parte de los dos, a través de Maxi Abad y Gustavo Posse en la Provincia de Buenos Aires. El primero, con el apoyo de Manes y de todos los intendentes del interior, ganó en una ajustadísima elección que el intendente de San Isidro inmediatamente judicializó porque suponía que le habían robado en el conteo de los votos. Sin embargo, en ese planteo no estuvieron ni Lousteau ni su gente de la Provincia, también representada en Evolución.

El máximo referente de ese espacio en la Provincia es Pablo Dominichini, electo diputado provincial por la Tercera Sección Electoral en representación de Almirante Brown, donde conduce la Universidad Guillermo Brown, beneficiada en el último reparto de fondos para casas de altos estudios del Gran Buenos Aires. Dominichini, a su vez, siempre tuvo una relación personal y de amistad con Abad, que luego de la interna se reconfiguró como los viejos tiempos. 

Esto provocó la pelea de Posse con Lousteau y Evolución y graficó, también, la incipiente división de aguas entre el jefe político de todos ellos, Enrique "Coti" Nosiglia con su principal referencia y armador, Emiliano Yacobiti. Hoy el diputado nacional mantiene un muy buen vínculo no sólo con Lousteau sino, también, con Abad y los hermanos Manes, ya que además de Facundo, su hermano Gastón tiene la representación partidaria de la familia al presidir la Convención Nacional. 

"Fijate cómo se va reconfigurando todo en una cuestión hasta generacional. Abad, Lousteau, Manes, Dominichini, Yacobiti, De Loredo, y otros, por un lado, y Morales (Gerardo), Posse, Nosiglia (padre e hijo) y Daniel Salvador por el otro", insinuó días atrás un experimentado operador radical de la Zona Norte que analizaba con MDZ la posible próxima interna radical bonaerense a realizarse en noviembre de este año, en pleno mundial de Qatar. 

En la encarnizada elección de 2020, Morales, Salvador, Abad y los hermanos Manes jugaron en el mismo equipo contra Posse y Evolución. Las necesidades de cara al 2023 fueron cambiando y la ratificación de Lousteau de que será candidato a suceder a Horacio Rodríguez Larreta en la administración porteña, en representación del radicalismo, hizo todo más fácil. Facundo Manes, entonces, quedó como candidato presidencial de ambos. 

La relación entre Yacobiti y Morales no puede encajar por más intentos que se hayan hecho. Todavía está muy vivo el vaso con agua que le lanzó a Lousteau en el Comité Nacional, a fines del año pasado, el gobernador de Jujuy cuando apenas ya se visualizaba su conducción partidaria nacional. No le llegó ni a rozar, pero el escándalo de aquella discusión todavía no se acalló y ni siquiera pudieron unificar el bloque parlamentario nacional. 

Desde que asumió como presidente de la UCR, Morales consolidó su conducción y si hoy tuviesen que convocar a una convención, es más que probable que consiga más adherentes que hace un año. Sin embargo, las desconfianzas que suscita su figura, por celos o por ideas políticas, hace que siempre se vea en la necesidad de explicar y contener. Con los mendocinos, conducidos por Alfredo Cornejo, ya casi que ni habla mientras que con el otro gobernador, el correntino Gustavo Valdez, siempre tiene que haber un llamado para descomprimir la tensión. 

Entonces, todo parece que Manes y Lousteau configuraron un acuerdo político, o van camino a eso, para imponer otras condiciones partidarias y mostrar otro camino interno que ponga en jaque a la conducción de Morales, aunque en las cercanías del neurocientífico juran, y recontra juran, que la relación con el jujeño es "muy buena" y que Abad y Salvador desmientan, a todo instante e interlocutor que le consulte, que haya habido una ruptura entre ambos. 

En noviembre próximo, mientras la población mire el mundial de Qatar y siga de cerca la performance de Argentina en el torneo, los radicales bonaerenses se prestarán a lo que más le gusta, la interna partidaria.

"Esto deja a las claras que somos unos marcianos, por más que Leopoldo (Moreau) se haya ido del partido", ironizó un joven afiliado. En esta nueva puja aún no se sabe si habrá o no lista única en un acuerdo entre los intendentes, Morales, Abad, Evolución y Posse. Si es así, el intendente de San Isidro pedirá solo una cosa, casi un imposible: que tenga una lapicera entre los apoderados partidarios que determinan las listas de candidatos de 2023. 

Archivado en