Tensión social

La crisis está por estallar, mientras todos siguen con su juego de rol

Alberto Fernández se mostró de nuevo con los movimientos sociales. Sergio Massa, consensuando todo lo que puede con los propios y la oposición. Martín Guzmán compartió una actividad con empresarios y Daniel Scioli. Ninguno amigo de CFK, quien mañana dirá lo suyo. Pero el Conurbano explota.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare jueves, 5 de mayo de 2022 · 22:01 hs
La crisis está por estallar, mientras todos siguen con su juego de rol
Foto: Prensa Senado

Lo que sucedió esta semana en el barrio Las Flores, a la vera de la ruta 23, en Moreno, casi en el límite con San Miguel, en los antiguos despoblados de Villa Trujuy, cuando la Policía desalojó terrenos fiscales en el que funcionaba desde hace casi dos décadas una precaria feria polirubro, desnudó que la situación social está a punto de ebullición.

Nacida de las entrañas del antiguo trueque, que volvió con una fuerza brutal hace dos años, la represión con la que se sacó a los irregulares feriantes volvió a exponer la extrema fragilidad social que tiene el corazón social del kirchnerismo peronista, el Gran Buenos Aires. 

Todas las semanas, las principales rutas del Conurbano, tanto en el Camino de Cintura, ahora Ruta 4, como en el corredor Sur, desde la periferia del Riachuelo hasta la antigua Salada, hoy mucho más precaria desde que se desarticularon las antiguas ferias que provocaban viajes desde todo el país hasta ese lugar, confirma que no sobra nada en el humor social

Precisamente en Moreno nacieron los primeros indicios de descomposición social el 2001, que terminó en la gran explosión de aquel momento. 

Si bien el kirchnerismo intenso, representado en La Cámpora, se reivindica la representación de ese estrato social, esta localidad fue el primer ejemplo gráfico de algo que viene observando Máximo Kirchner desde hace un tiempo, y de ahí su desconfianza y desprecio para el Movimiento Evita. "Cuanto más 'trabajadores informales de la economía popular' haya, más votantes tendrán". 

Detrás de este diseño estaría, según la mirada de varios camporistas, Emilio Pérsico, de quien dependerían, según el Instituto Patria, todos los movimientos sociales, entre los que cuentan también a Juan Grabois y Esteban "Gringo" Castro, el ex esposo de la intendenta de Moreno, Mariel Fernández, a quien ahora acusan de mandar a reprimir a esta feria "tradicional" en la que en los últimos tiempos se empezaron a ver, además, cientos de productos de discutida procedencia.

Las tensiones que se vienen observando en el seno del Frente de Todos ya sobrepasan el tema de lo personal. El temor a la derrota es crucial y provoca todas las discusiones públicas que inicia Andrés "El Cuervo" Larroque pero luego siguen todos los seguidores de Cristina Fernández de Kirchner

"Así perdemos", es la frase más escuchada. Faltaría la conclusión de la idea con la frase "lo pusimos a este b.... y nos rompió la calesita". Pero ese es el máximo temor. Perder las elecciones, no hacer las cosas más o menos bien, bajar la angustia y ayudar a enderezar la economía sin tanto fuego amigo. 

El problema nace de lo que piensan unos y otros como solución. Los que íntimamente piensan que Rusia invadió Ucrania, es decir, la mirada capitalista justicialista, y la otra, casi marxista peronista. 

Las fotos de hoy fueron muy gráficas. Mientras que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, se presentó con los que critica el Instituto Patria y su plan de empresas recuperadas; el ministro de Economía, Martín Guzmán, a quien le pegan para no pedir directamente la renuncia presidencial, se fotografió y se intercambió halagos con el embajador en Brasil, Daniel Scioli, la nueva esperanza del nonato albertismo para una próxima PASO. 

Scioli, como todos saben, padeció la estrategia de Cristina Fernández no sólo cuando le frenaba la asistencia económica que siempre necesitaba la Provincia de Buenos Aires. También lo acusan de haber filtrado a la prensa el apodo del mamífero de mar que recibió Aníbal Fernández en la campaña 2019. Su suerte electoral terminó cuando Carlos Zannini se sumó a su candidatura como vice. 

Mientras tanto, la política discutió un tema que le preocupa: la manera de elegirse a sí misma. La Boleta Única en Papel es imprescindible, pero también debe ser acompañada por otras reformas como la ficha limpia y la eliminación de las PASO, por ejemplo. 

Y es en este campo, el legislativo, donde más cómodo se siente Sergio Tomás Massa. Y así lo expresan los referentes de todas las bancadas. A cada uno le da un proyecto por el cual pelear y eso también provoca grietas en la oposición,como sucedió con el proyecto de ley que permite un blanqueo fiscal para ser utilizado en la actividad de la construcción. Por este tema tuvo que dar varias explicaciones Cristian Ritondo, del PRO. Habitualmente es el gobernador Gerardo Morales también tiene que fundamentar por qué lo sigue en más de una oportunidad al presidente de la Cámara.

¿Mauricio Macri también le recriminará a Ritondo de la misma manera que lo hizo con Morales en la reunión de la semana pasada? Nadie lo sabe. 

Massa es el referente del Frente de Todos más confiable para "el círculo rojo". A diferencia de los atributos negativos que le colocan algunos sondeos de opinión, y el "sanbenito" de "ventajita" con el que lo descalificó para siempre el expresidente Macri, lo cierto es que Massa termina siendo el eje de mucho de lo que pasa en el seno del oficialismo y en las cercanías de la oposición.

Su diálogo directo y descontracturado con la mayoría de los referentes opositores más la confianza que ya tenía en buena parte del peronismo, al cual le sumó la de Máximo Kirchner, le permite quedar por encima de la pelea ya personal entre la vicepresidenta y el presidente. Si es por cariño, Alberto Fernández puede sacar una ventaja. Si es por la actualidad y lo que él presume que pasará de ahora en más, con Cristina Fernández de Kirchner se entiende mucho mejor. 

La última no gestión de ayer, primero con ella y luego con él, le habría confirmado, según unos pocos que se enteraron de lo que pasó fehacientemente, que lo peor está por venir. Massa se quedó con un mal presagio. Y sus conocidos ruegan que eso no lo haga tomar una drástica decisión. Ya en su momento se fue de la jefatura de Gabinete harto del "doble" comando entre la presidenta y su antecesor, nada más ni nada menos que un tal Néstor Kirchner. 

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