La muerte de un ídolo

Carlos Reutemann, un hombre digno que vivió dos pasiones

Carlos Reutemann abrazó con el mismo fervor y seriedad dos pasiones que también son parte de la vida de la mayoría de los argentinos: el deporte y la política. En ambas se desenvolvió con "dignidad. Era un hombre digno", reconocieron, en esta nota, Carlos María Legnani y José María Vernet.

Alejandro Cancelare
Alejandro Cancelare miércoles, 7 de julio de 2021 · 21:00 hs
Carlos Reutemann, un hombre digno que vivió dos pasiones
Foto: Agencia Télam
Carlos Reutemann, un hombre digno que vivió dos pasiones
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Carlos "Lole" Reutemann ingresó a la vida de muchos de nosotros los domingos a la mañana, como el argentino más reconocido internacionalmente, compitiendo siempre en inferioridad de condiciones, ante un sistema de equipos que lo ponía en segundo lugar y al que siempre le faltaba un poco de suerte para ganar la gloria eterna automovilística como piloto de Fórmula 1.

Luego, más grande, lo conocimos como político. Carlos Menem lo convocó para que fuera candidato a gobernador de Santa Fe cuando la provincia empezaba a darle la espalda al peronismo. Y ahí también, muchos, lo mirábamos otra vez.

Por eso, MDZ consultó a dos personas que lo conocieron desde sus primeras etapas en ambas actividades. José María Vernet, primer gobernador santafesino, con el cual compartió y discutió casi por igual sobre la política local, y Carlos Legnani, creador de Campeones y un acompañante permanente en las incursiones internacionales del Lole en la Fórmula 1.

Los dos tomaron algo en común: su honestidad, personalidad y dignidad.

Foto: Télam.

“Fue un piloto excepcional, un hombre honesto, íntegro, cabal, que todo lo que hizo lo hizo con respeto. Ganó doce premios de Fórmula 1 en épocas dificilísimas, contra monstruos del automovilismo”, comentó Legnani, a quien le brotan los recuerdos y las palabras de afecto y admiración.

Su “pasión por la perfección hizo que se transformara en el mejor tester de la época. Su mirada y sensibilidad hacía que los autos funcionaran mejor de lo que los ingenieros pensaban”, dijo el periodista y creador de Campeones.

“Al Lole le podías comprar un auto usado o lo que sea. Fue una persona de palabra, honrado, que sabe lo que es el sacrificio, que iba al colegio en caballo e hizo valer su talento y hombría de bien”.

Con Vernet, la conversación fue directo a la política pero también pasó por lo humano. “Era un hombre admirado en Santa Fe. Un verdadero ídolo. Y cuando el peronismo ya había ingresado en una disputa fortísima entre los dirigentes, él volvió a acomodar todo”.

“Todos creen que lo puso Menem, pero el que lo propuso fue Eduardo Duhalde”, a quien muchos años después le rechazó su propuesta de ser candidato presidencial con el famoso “vi algo que no me gustó”.

“Vos lo sabes porque sos de ahí… vio al Conurbano bonaerense”, se ríe, pícaro, un analista genial como es Vernet. “A Reutemann hay que mirarlo desde la primera etapa del peronismo. En 1983 estaban los militares y nosotros nos afirmamos en los principios democráticos contra los poderes infectados durante muchísimos años y teníamos que reafirmar la idea de ciudadanos al poder”.

Luego, los dirigentes ingresaron en una pelea entre ellos que terminó con una ruptura interna total. Y en aquel momento no podíamos generar un gobierno independiente al del poder central y Duhalde le dijo a Menem que lo ponga a Reutemann”.

“Realmente lo avalé porque necesitábamos un reacomodamiento. Era una figura popular y comparado con los famosos de esta época, era realmente un señor. Era un hombre político  hecho en la Fórmula 1, de palabra, con el que discutí mucho pero también podía quedarme tranquilo”, dijo Vernet.

Para el ex gobernador santafesino, Reutemann era un “afiliado al peronismo pero de origen Demócrata Progresista y cumplió y construyó una idea civil de la política”.

“Merece ser recordado como un hombre que entendía y preservó al peronismo para que hoy gobierne Omar Perotti. Estoy cansado de los que hablan mal cuando muchos comieron de él. El problema es que no sabemos quienes somos, con exceso de basura que llega donde no debería llegar”.   

 

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